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11 dic 2017

Salmos 33:21-22 En Él se regocija nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre. Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de Ti.

Hace 5 meses falleció el esposo de una amiga.  Menos de 40 años.  Queda su esposa y sus hijos ahora sin un esposo y sin un padre.  Sin estar involucrado en lo sucedido, mi corazón y mi estómago se hacen chiquitos solamente de pensar en el dolor por el que están atravesando.  ¿Es esto una injusticia?  ¿Una tragedia como ésta debe hacernos dudar de la existencia de Dios?  ¿Cómo podemos leer la biblia y aplicarla a nuestras vidas cuando situaciones como la que describí nos quitan todo sentido de bondad, amor y esperanza en este mundo?  ¿Cómo regocijarme cuando las cosas parecen estar en mi contra?  Te pido que leas nuevamente el pasaje.  Habla de un gozo único.  Un gozo que no depende de las circunstancias sino de en quién confiamos.  Esta es la clave.  La biblia en ningún momento nos promete una vida sin sufrimiento.  La biblia en ningún momento habla de una vida donde no habrá enfermedades, adicciones, abusos, carencias económicas o cualquier otra situación complicada.  Al contrario.  Una y otra vez leemos sobre injusticias.  ¿Recuerdas a José?  Sus hermanos lo querían matar.  Fue acusado de intento de violación sin haber hecho nada.  ¿Recuerdas a Daniel?  Fue echado a un foso con leones por haber orado.  Posteriormente fue echado a un horno de fuego por no postrarse ante una estatua.  ¿No son injusticias?  Por otro lado, vemos cómo Jesús fue con la hija de Jairo (Mateo 9) y la revivió sin que ella o algún familiar hubieran hecho algo para merecer semejante milagro.  ¿No se detuvo Jesús para levantar su mirada y decirle a Zaqueo que se encontraba arriba de un árbol que ese día cenaría en su casa?  Una persona que había hecho todo lo opuesto a alguien digno de Jesús.  ¿No sanó Jesús enfermos a diestra y siniestra?  ¿Cómo podemos interpretar esto?  ¿Cómo entender el sufrimiento junto con el regocijo que habla este pasaje?  Simple.  Cristo no sanó enfermos para erradicar las enfermedades.  Cristo no sacó demonios para que nunca nadie tuviera una situación similar.  Piénsalo.  ¿Qué sentido tendría resucitar a Lázaro si volvería a morir?  Ninguno.  Cristo realizó todos estos milagros para que nosotros pudiéramos evidenciar que Él era Dios.  ¿Qué sabemos de Dios?  Que Él nos amó primero.  Que busca bendecirnos.  Que nos perdona.  Que nos consuela.  Que nos llena de su paz.  Que nos da un corazón de carne y quita el de piedra.  Que quiere tener comunión en todo momento con nosotros.  Con esta definición podemos entonces cerrar el círculo.  ¿Cómo gozarse mientras las circunstancias nos abruman?  Como dice el pasaje de hoy: confiando en su nombre y recibiendo cada segundo su amor que nos llena de esperanza y sentido para seguir adelante.  Ojo, no nos gozamos porque las cosas cambiarán.  No nos gozamos porque habrá milagros donde resucitan muertos y sanan enfermos.  No.  El gozo es porque confiamos en Aquél que entregó a su Unigénito por nosotros y sabemos que nada que venga nos podrá separar de su amor.  Sabemos que todo lo que sucede nos acerca más a Él.  Sea lo que sea que estás atravesando, no pienses que tu situación es única y que nadie te comprende.  No pienses que es una injusticia y lo tomes como pretexto para reclamar.  No pienses que es algo que nadie quiere escuchar o que nadie va a apoyarte.  Hoy quiero traer palabras de esperanza y gozo a tu vida.  No porque lo digo yo ni porque tu situación va a cambiar.  No.  Porque te estoy trayendo el mensaje de Dios para que confíes en Su nombre y descanses en Su amor.  No tienes que tener las respuestas a lo que te sucede.  Solamente debes saber que estás en las mejores manos: las de Jehová.

Oración

Señor: Gracias.  No puedo entender lo que sucede, pero sí puedo confiar plenamente en Ti.  No permitas que las circunstancias me aparten de Ti.  No permitas que Satanás me haga dudar de Ti.  Creo en Ti.  Creo en tu palabra.  En tus promesas.  En tu amor.  Lléname de tu paz para que pueda seguir adelante y guía cada paso que tomo pues siento que todo mi alrededor es oscuro excepto cuando levanto mi mirada a Ti.  En Cristo Jesús.  Amén