Vistas de página en total

11 abr 2017

Salmos 33:13-15 El Señor observa desde el cielo y ve toda la humanidad; Él contempla desde su trono a todos los habitantes de la tierra. Él es quien formó el corazón de todos y quien conoce a fondo todas sus acciones.

Cuando uno entra a un estadio al nivel de la cancha, solamente puede observar a unas cuantas personas al mismo tiempo.  Si nos colocamos en el último asiento en la parte más alta, podríamos tener un panorama mucho más completo.  Ahora imagina que Dios está en una posición muy superior a ese “último asiento”.  No importa si es de día o de noche. Si estás en el hemisferio norte o sur.  Invierno.  Primavera.  Jehová es tan grande que puede ver todo y a cada uno de nosotros al mismo instante.  Por eso la biblia lo repite.  Para que no nos quede duda.  Observa y contempla a toda la humanidad, a todos los habitantes de la tierra.  No a unos cuantos.  No a los de una región.  A cada uno de nosotros.  Pero no termina ahí.  No solo nos observa, sino que conoce lo que hacemos y pensamos.  ¡Ese es el poder del Dios de la biblia! 
Ahora, ¿de qué nos sirve saber esto?  De mucho.  Para empezar, nos debe motivar a cuidar nuestros pensamientos y acciones.  Si sabemos que nos están viendo sin importar que no “haya nadie” alrededor, es probable que pensemos dos veces hacer algo incorrecto.  Piénsalo.  Normalmente todo lo que está mal, la gente lo realiza a escondidas, sin embargo, con Dios esto no es posible pues nos ve en todo momento y sin importar el lugar.  Guárdate en tu mente este pensamiento.  Dios te observa sin descansar.  Esto no significa que debas vivir con miedo pensando que te va a caer un rayo por portarte mal.  ¡Al contrario!  Sirve como recordatorio constante sobre la gracia y misericordia que tiene el Señor con nosotros cada vez que le fallamos y regresamos a Él para pedir perdón.  Por otro lado, nos ayuda a entender que no hay nada ni nadie fuera de su control.  Cualquier persona es observada por Él.  Cada acción está siendo analizada por el Padre.  Con esta información, nosotros que confiamos en Él, podemos vivir más tranquilos pues no confiamos en lo que vemos y sabemos sino en lo que el Todopoderoso ve y sabe.
En ocasiones, pareciera que Dios está distante y no le interesa lo que pasa en nuestras vidas.  Hoy quiero recordarte que la realidad es otra.  Él te conoce.  Te observa.  Quiere tener comunión contigo.  Las circunstancias solamente te ayudan a depender más de Él.  No te dejes engañar por el Enemigo.  Dios está ahí.  Observando.  Viendo cada una de tus acciones.  Enfócate en acercarte más a Él y no despegarte ni un segundo de su mano para que tus acciones siempre vayan conforme a su voluntad.

Oración

Padre: gracias por estar al pendiente de mí.  Gracias por conocer mis acciones y demostrarme tanto amor al preocuparte por mí sin que lo merezca.  Te pido perdones mis pecados y transformes mi corazón para no pecar más.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.