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31 ene 2017

Salmos 33:5 El Señor ama la justicia y el derecho, llena está la tierra de su amor.

Algunos de ustedes saben quién es Tiger Woods.  Uno de los mejores golfistas de la historia.  Otros sabrán quién es Lance Armstrong.  Uno de los mejores ciclistas.  Dudo que alguien no sepa quién es Elvis Presley.  ¿Sabes?  Es fácil admirar a aquellos que logran algo espectacular.  ¿Cómo evitarlo?  Imposible.  Aunque no supiera nada de golf, ver jugar a Tiger resultaba algo increíble.  Uno no tiene que ser conocedor de música para disfrutar escuchando a Elvis.  Simplemente son personas únicas con un talento envidiable.  Tristemente, estos tres ejemplos terminaron cometiendo errores gravísimos que de acabaron con su carrera.  Elvis abusó de las drogas y falleció.  Lance Armstrong admitió que utilizó productos prohibidos (drogas) para mejorar su desempeño y le fueron quitadas las medallas que había ganado.  Tiger, engañó a su esposa, se divorció y simplemente no pudo volver a ser el mismo de antes.  Cuando alguien es famoso o exitoso, lo elevamos a un estatus que no le corresponde.  Pensamos que son perfectos.  Pensamos que sus vidas son distintas a las nuestras.  Más triste aún, pensamos que sus vidas son mejores que las nuestras.  No escribo esto para señalar a los que han cometido errores.  ¡Al contrario!  Lo escribo para señalarnos a nosotros mismos y darnos cuenta que estamos buscando en el lugar equivocado.  Esa perfección solamente la encontramos en Cristo.  La biblia nos dice que Dios habló a los discípulos diciendo que Jesús era su Hijo y en él se complacía.  El pasaje de hoy nos dice que Dios ama la justicia y el derecho.  Cristo era el ejemplo mismo de justicia y derecho.  Dios es el ejemplo de justicia y derecho.  No podemos esperar que la gente cumpla con lo que solamente Cristo pudo cumplir.  ¡Nuestros ejemplos a seguir no pueden ser políticos, artistas o deportistas!  Nuestro ejemplo debe ser Jesús.  Cuando leo este pasaje: el Señor ama la justicia y el derecho; entiendo que debo amar yo lo mismo que Él ama.  Yo debo buscar la justicia.  Yo debo buscar el derecho.  ¿Dónde encuentro ese ejemplo perfecto?  En Cristo.  No en los pastores de una iglesia.  No en algún líder religioso.  En Jesucristo.  En Dios.
Hay gente que no puede entender que haya justicia y derecho de la misma mano que el amor, pero este pasaje nos explica lo contrario.  Dios no dejará de ser Dios ni quitará sus mandamientos para que nuestras faltas sean pasadas por alto.  Al mismo tiempo, su amor sigue derramándose en esta tierra y sobre nosotros para que nos demos cuenta de nuestro pecado, de nuestra necesidad de Él y dejar de pecar.  Dios ama.  Abundantemente nos ama.  Al mismo tiempo ama la justicia y el derecho.  No podemos cambiar a Dios.  No podemos alterar sus principios.  La gente quiere pensar que puede pero la realidad es que es imposible.  Dios es Dios.  nosotros no somos nadie para cambiar lo que Él ya estableció.  Ahora, ¡el mensaje es hermoso!  Hay orden, justicia, derecho y al mismo tiempo amor.  ¡Imagina que no supiéramos cómo agradar a Dios sabiendo que además vendría justicia!  Sería un caos.  Jehová tiene todo en orden.  Nos da la pauta.  El camino.  Las formas.  Además, mandó a su Unigénito para desbordar su amor sobre nosotros.  Aunque esto fuera suficiente, cuando le aceptamos, su Espíritu viene a vivir dentro de nosotros.  ¿No te parece increíble?

Oración

Señor: gracias.  Tu amor no lo merezco y aun así lo derramas todos los días sobre mí.  Gracias por enseñarme que todo está bajo tu control.  Que amas el derecho y la justicia mientras que al mismo tiempo nos amas incondicionalmente.  Hoy aprendí que debo poner mi mirada en Ti y solamente en Ti.  Te pido me des sabiduría para caminar siempre en tus pasos y agradarte en todo lo que haga.  En Cristo Jesús.  Amén

Salmos 33:4 La palabra del Señor es justa, fieles son todas sus obras.

El hecho de que no entendamos algo no quiere decir que está mal.  Si yo no entiendo cómo, matemáticamente, funciona la gravedad, no quiere decir que la ecuación esté mal o que no exista.  Lo mismo aplica para la biblia.  Aunque parezca un poco obvio o tonto el ejemplo, muchas veces escucho personas que tratan de minimizar la palabra porque algo no les hace sentido.  Estas personas acuden al antiguo testamento y utilizan leyes que existían para cuestionar la veracidad de Dios y su palabra.  Otras piensan que pueden cambiar el significado del mensaje y decir que Cristo no es Dios “porque nunca lo confiesa”.  Hay que leer un poco para poder entender cuántas veces Jesús lo dijo.  Otros discuten si existe o no el cielo y por qué Dios va a mandar a gente al infierno.  ¿A dónde quiero llegar con esto?  A que a nosotros no nos corresponde hacer que la gente cambie de opinión.  Te lo repito.  No es nuestro trabajo convencer a nadie.  Hay algunos que piensan lo contrario pero no está bien.  Nuestra labor es compartir el evangelio.  Decirle a la gente que la palabra de Dios es justa.  No nosotros.  No nuestras acciones.  No nuestras ideas o interpretaciones.  La palabra de Dios solamente.  Habrá gente que no le guste.  Gente que buscará discutir y tratar de encontrar fallas.  A nosotros nos corresponde explicar su perfección.  Juan capítulo 1 dice: en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  todas las cosas por Él fueron hechas.  En Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres.
Dios es quién ha establecido las reglas y parámetros a seguir.  Nosotros no.  Dios nos creó.  Nosotros nunca opinamos sobre el día que naceríamos o la familia en la que habríamos de formar parte.  ¿Quieres tomar buenas decisiones?  Acude a la biblia.  ¿Quieres ser un buen cónyuge, padre (madre) o hijo?  Lee la biblia.  ¿Quieres tener éxito en tu vida y vivir plenamente?  Lee la biblia.  Habrá ocasiones en las que te cueste trabajo aceptar lo que dice y el principio a seguir, sin embargo, esto no quiere decir que deje de ser justa y verdadera.  Personalmente he vivido lo difícil que es obedecer para posteriormente disfrutar de la bendición que resulta de haber obedecido.  La decisión de confiar que su palabra es justa, viva y eficaz.  Cuando leo el pasaje de hoy, simplemente recuerdo en todas las ocasiones en las que, confiar en la palabra, entender que es justa y perfecta, me llevan a un mejor lugar que el que estaba.  De un enojo, rencor y coraje, termino en un lugar de paz y esperanza.  De un lugar oscuro, triste y sin dirección, termino en una montaña con el sol brillando con su máximo esplendor.  No.  No son buenas intenciones.  No son ideas mías.  Es la palabra de Dios que es justa.
Hoy quiero decirte que la palabra de Dios es atacada todos los días.  No exagero.  Todos los días la gente quiere negarla, quitarla y prohibirla.  A nosotros nos corresponde mantenernos firmes y confiar en ella.  No te dejes confundir.  No dejes que los ataques nublen tu visión.  Cada día, aunque sea por unos minutos, lee.  Un pasaje.  Un capítulo.  Hazlo todos los días por una semana.  Luego un mes y luego hazlo una costumbre de todos los días.  En menos de lo que te imaginas, ya habrás leído la biblia completa y tu vida no será la misma.

Oración

Padre: te pido porque pueda entender tu palabra y tu mensaje.  No quiero vivir confundido pensando que tu palabra no es perfecta o que tus mandamientos son injustos.  Quiero dirigir mi vida conforme a tu voluntad.  Perdona mis pecados y alumbra mi camino.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

25 ene 2017

Salmos 33:1-3 Canten al Señor con alegría ustedes los justos; es propio de los íntegros alabar al Señor. alaben al Señor al son del arpa, entonen alabanzas con el decacordio. Cántenle una canción nueva, toquen con destreza y den voces de alegría.

Canten.  Alaben.  Alégrense.  ¿Cómo es posible que se nos olvidan estas palabras tan rápidamente?  La carta a Santiago dice: tengan gozo cuando se encuentren en pruebas.  En Mateo capítulo 5 encontramos toda una lista de bienaventuranzas (bendiciones).  ¿Cómo te levantas cada día?  ¿Lleno de ánimo y gozo o aplastado y de mal humor por lo que viene en el día?  ¿Cómo te comportas a lo largo de tu día?  ¿Cantas al Señor?  ¿Estás alegre?  Marcos 8:34 dice: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.  ¿Dónde está el gozo?  En que confiamos en Aquél que venció al mundo.  ¿A quién es la alabanza?  A Aquél que nos rescató, nos limpió y nos abrazó sin importar que le habíamos dado la espalda y fallado en todo momento.  A Aquél que nos amó incondicionalmente y nos reconcilió con el Padre.  A Aquél que nos dio vida y nos permitió nacer de nuevo.  Tal vez te encuentras dentro del grupo de personas que todavía quiere seguir guardando su vida.  Estás en la raya.  Sabes que Dios existe.  Sabes que tiene cosas buenas para ti, pero no quieres dejar por completo tu vida.  Déjame decirte algo muy importante: así no hay gozo; así no hay alabanza; así no hay cánticos.  La biblia es muy clara al decirnos que Dios no quiere tibiezas.  Es mejor ser frío o caliente, dulce o salado, pero nada intermedio.  Mateo capítulo 7:21 nos dice que habrá personas que utilicen el nombre de Dios y piensen que están con Él pero en realidad el conoce sus corazones y sabe que están apartados.  No juegues con Dios.  Puedes engañar a la gente, pero no puedes engañar al Señor.   
Dios es muy claro.  Quiere bendecirte.  Quiere que tengas una vida plena.  Quiere que te levantes con el “pie derecho” todos los días sin importar lo que viene de frente.  ¿Cómo lograr esto?  Simple.  Alimenta tu vida espiritual adecuadamente.  Lee y estudia la biblia.  Escucha predicaciones.  Ten una persona que te guíe y aclare tus dudas.  Todos sabemos que no podemos bajar de peso con una dieta que no es balanceada.  Así tampoco podemos esperar una vida espiritual plena sin dedicarle tiempo a nuestro crecimiento espiritual.  Piensa en esto por un momento: ¿Puedes cantarle a Dios en este momento?  ¿Estás gozoso?  ¿Estás alegre?  ¿Das voces de alegría?  Toma un tiempo para meditar en estas preguntas.  ¿Qué está pasando?  ¿Qué te está apartando?  ¿Qué te está robando ese gozo para poder cantar y alabar al Dios Todopoderoso?

Oración

Padre: vengo a tus pies para pedirte perdón.  Pedirte que me llenes de tu paz.  De tu amor.  De tus bendiciones.  No quiero levantarme día tras día sin sentido.  No quiero levantarme sin gozo.  No quiero que pasen los días y yo no pueda cantarte y alabarte.  Perdóname y renuévame.  Guía mi vida y dale sentido.  Ayúdame a entender que en Ti puedo confiar y descansar.  Ayúdame a entender que solamente en Ti hay gozo absoluto sin importar las circunstanicas.  Lléname de tu gozo mi Señor y dale sentido a mis días.