Vistas de página en total

17 oct 2016

Salmo 31:1-2 En Ti, Señor, busco refugio, jamás permitas que me avergüencen, en tu justicia, líbrame. Inclina a mí tu oído y acude pronto a socorrerme. Se tú mi roca protectora, la fortaleza de mi salvación.

¿Dónde está Dios?  Piénsalo por un momento.  Ahora trata de pensar en un momento difícil.  Tal vez la pérdida de algún familiar o una situación económica poco favorable.  ¿Dónde está Dios en esos momentos?  ¿Por qué pensamos que Dios está en distintos lugares dependiendo las circunstancias?  ¿Lo puedes entender?  Te lo repito.  Cuando todo está bien, pensamos que Dios está con nosotros.  Pensamos que nos está abriendo camino y andamos con paso firme.  Las cosas cambian.  Tenemos vientos de frente y nubes que tapan el sol.  Ahora dudamos que Dios realmente esté con nosotros.  Cuestionamos sus planes.  Cuestionamos su amor.  Cuestionamos el que realmente nos escuche.  El salmo que escribe David dice: Tú eres mi refugio; tú eres quien me libra; tú eres mi socorro, mi roca protectora y la fortaleza de mi salvación.  Estas palabras son las que necesitas guardar en tu corazón y en tu memoria para poder tenerlas frescas al momento que las cosas cambian y parecen tornarse oscuras.
¿Por qué permite Dios el sufrimiento?  ¿Por qué mueren niños?  ¿Por qué hay hambre?  ¿Por qué hay injusticias?  Personalmente me duele mucho ver la situación en medio oriente.  Niños que no tienen dónde pasar la noche y sufren durante el día.  Niños.  No adultos.  No soldados.  No guerrilleros.  ¡Niños!  Tratando de cruzar una frontera sin entender lo que está pasando.  Sin entender por qué no están en su casa.  Llorando porque sus papás están desesperados...  El sábado pasado una camioneta pick up se salió de un puente y cayó en un parque encima de una multitud matando a cuatro personas.  ¿Dónde está Dios?  ¿Por qué permite estas cosas?  No lo sé.  Me encantaría poderte dar las respuestas pero no las tengo.  Sus planes no los puedo entender.  Lo que sí sé y estoy convencido es que el salmo que escribe David es real.  Dios es mi refugio, mi roca protectora, mi salvación, mi socorro, mi todo.  Él es amor.  Él es paz. 
Hay una canción que me encanta y se llama 10,000 razones (10,000 reasons) de Matt Redman, en la última estrofa dice: y en ese día, cuando mi fuerza esté fallando, el fin se acercque y la hora haya llegado, mi alma seguirá cantando y alabando por diez mil años y después para siempre.  ¿Sabes?  No conozco las respuestas a todo lo que sucede.  No entiendo por qué ocurren injusticias.  Lo que sí estoy seguro es que Dios nos ama a cada uno de nosotros y quiere llevarnos a Él.  Por eso, cuando escucho esa canción, me hace pensar que el día en que muera, pase lo que pase, sé que escogí el camino correcto.  Sé que alabo y alabaré al Dios correcto.  No al Dios que pude comprender siempre todos sus planes y eliminó el dolor de mi vida.  No al Dios que solo trajo abundancia.  No.  Alabo y alabaré al Dios que es mi roca, mi salvación, mi paz, mi consuelo, mi todo.  En días de sol.  En días de tormenta.  Él siempre está a mi lado y yo espero siempre estarle alabando y dejando que mi alma cante y declare que Él es Dios digno de toda alabanza.  Aunque no tengo las respuestas, si sé que Dios es todopoderoso.  Así que, si estás atravesando una situación difícil y no sabes qué hacer o cómo seguir adelante, quiero que sepas que Dios te ama.  Aunque parezca que está lejos, la realidad es que está a tu lado esperando que le dejes hacer un milagro en tu vida y te reconcilies con Él.  No conozco tu tristeza ni tus circunstancias pero sí conozco al Dios en el que creo, confío y alabo.  Ese Dios puede llenarte de su paz, de su consuelo y de su amor en formas que jamás has experimentado.  Si no puedes más.  Si no sabes cómo seguir.  Has esta oración.


Señor: ayúdame.  Las circunstancias me aplastan y no me dejan respirar.  No entiendo lo que sucede y mi corazón está triste y mi alma no tiene esperanza.  Hoy te pido que perdones mis pecados y pueda tener comunión contigo.  Te pido hagas un milagro en mi vida y me llenes de tu amor.  Te pido hagas un milagro en mi vida y pueda sentirme consolado y abrazado por Ti.  Te pido hagas un milagro en mi vida y pueda recibir tu paz que rebasa todo entendimiento.  Creo en Ti.  Creo en tu palabra.  Creo en que así como fuiste roca, refugio y salvación para David, así también lo puedes ser en mi vida.  Señor, te pido te manifiestes en mi vida y pueda ver que eres un Dios real.  Te entrego mis sentimientos: mi dolor, mi tristeza, mi incertidumbre, mi rencor, mis angustias, mis corajes, mis celos y todo aquello que solamente me consume por dentro.  Manifiéstate en mi vida con tu amor y lléname de Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amén 😇🙏

Anónimo dijo...

Amén 🙏

Un Tiempo con Dios dijo...

Gracias por escribir. Si les gustó les pido lo compartan y más personas puedan recibir las buenas noticias que Dios nos da.