Vistas de página en total

12 dic 2016

Salmos 31:23-24 Amen al Señor todos sus fieles; Él protege a los dignos de confianza, pero a los orgullosos les da su merecido. Cobren ánimo y ármense de valor todos los que en el Señor esperan.


Personalmente, me gusta tratar de descifrar a Dios.  Dentro de mi personalidad, me gusta analizar y conectar puntos para encontrar patrones que se alinean y me permiten entender mejor las cosas.  Con Dios, muchas veces lo he logrado, pero no deja de sorprenderme abriendo nuevos caminos y conectando puntos nuevos.  ¿Por qué digo esto?  Porque cuando leo pasajes como el de hoy, pienso: a qué se refiere con proteger a los que le aman y son fieles; comienzo a analizar las distintas opciones para que Dios me proteja.  ¿Me protege de enfermedades?  ¿Me protege del sufrimiento?  ¿Me protege de la bancarrota o de que nunca me despidan de un trabajo?  ¿De qué me protege?  ¿De qué protege a sus fieles?  La gente sufre.  Tanto seguidores de Cristo como enemigos.  ¿A qué se refiere Dios cuando me dice que me protege?  Tristemente hay gente que se aprovecha de estos versículos y los “venden” para su propio beneficio.  Le dicen a la gente que den de su dinero y Dios los protegerá, pero no explican de qué los protegerá.  Por esta razón resulta de suma importancia estudiar minuciosamente la biblia y no dejar que nos confundan o engañen.  Mateo 6:19 y Lucas 12:32 nos dicen: no acumulen para sí, tesoros en la tierra donde la polilla y el óxido destruyen y donde los ladrones se meten a robar.  Más bien, acumulen para sí, tesoros en el cielo.  Estos pasajes nos ayudan a entender mejor el Salmo de hoy.  Si Dios nos está diciendo que no nos preocupemos por los tesoros terrenales, entonces no tiene sentido que nos proteja para que no le pase nada a esos tesoros.  ¿Lo puedes entender?  ¿Para qué nos protegerá Dios de no perder la salud o dinero si al final nos dice que lo importante son los tesoros del cielo?  ¿Esto quiere decir que Dios no nos quiere curar?  No.  ¿Quiere decir que Dios no me va a prosperar?  No.  Simplemente quiere decir que, su principal objetivo al decir que nos protege, no está necesariamente en hacerlo con lo material.  Ahora, si recordamos el libro del Éxodo capítulo 14, hay un momento en el que el pueblo de Israel se encuentra frente al mar sin poder avanzar más, desierto de los dos costados y detrás de ellos todo el ejército egipcio persiguiéndolos para matarlos o someterlos nuevamente a esclavitud.  En ese momento, Dios le dice a Moisés que levante su vara y el mar se divide en dos quedando totalmente seco el camino por donde cruzaría todo el pueblo judío.  Este es otro ejemplo de cómo Dios nos protege en lo “material”.  ¿Entonces?  Justamente por eso escribí al principio lo complicado que resulta querer encasillar a Dios y pensar que conocemos todos sus movimientos.  Lo que puedo concluir es lo que dice en el versículo 24: cobren ánimo y llénense de valor los que creen en Él.  Ya sea que tengamos un problema material, psicológico, de salud o de cualquier otro tipo, Dios quiere que tengas ánimo.  Dios quiere que sepas que está ahí a tu lado y entiende tus sentimientos.  Él quiere consolarte y llenarte de su paz.  Quiere protegerte de Satanás quién busca destruir tu relación con Él y hacerte pensar que no mereces nada.  Sea cual sea tu situación, Dios puede protegerte.  No puedo decirte que nos dará lo que queremos o esperamos porque sería mentir y cambiar el evangelio, pero lo que sí puedo decirte es que, conforme a su voluntad, Él te cuidará en cada segundo que pase y no habrá nada que pueda evitarlo.

Oración

Padre: ¡Gracias!  Vengo a tus pies con gozo al leer que me cuidas, me amas y me quieres llenar de tu paz.  Tu conoces mis problemas.  Tu conoces mis miedos y todo lo que roba mi paz.  Te pido me protejas y que tu Espíritu me llene de paz y gozo.  Te pido me llenes de tu amor para que pueda salir adelante de cualquier circunstancia.  Perdona mis pecados y no permitas que me aparte de Ti.  En Cristo Jesús.  Amén. 

15 nov 2016

Salmos 31:21-22 Bendito sea el Señor, pues mostró su gran amor por mí cuando me hallaba en una ciudad sitiada. En mi confusión llegué a decir: ¡he sido arrojado de tu presencia! Pero tú oíste mi voz suplicante cuando te pedí que me ayudaras.

Dios nunca te va a fallar.  Te lo repito: Dios nunca, nunca, nunca, te va a fallar.  Yo te voy a fallar.  Tus papás te van a fallar.  Tu pareja te va a fallar.  Tus hijos te van a fallar.  Pero Dios.  Jehová.  Nunca te va a fallar.  Todos hemos escuchado alguna vez el dicho: no pongas todos los huevos en la misma canasta.  De esta manera, si la canasta se cae o golpea, no se romperán todos los huevos.  En otras palabras, se llama diversificar riesgo.  Se utiliza también en el sector financiero y el principio es el mismo.  Todo el dinero en un solo producto resulta un riesgo mayor que en distintos productos que no estén relacionados.  Si a uno le va mal, a los otros les puede ir bien.  ¿Sabes?  Los que no tienen a Dios deben aprender a vivir así.  Diversificando.  Con miedo.  Cuidándose de que no se les rompan los huevos de la canasta.  Angustiados de lo que pasaría si se cayera esa canasta.  Tristemente, hay personas que dicen creer y conocer a Dios pero viven como si no fuera cierto.  Con los mismos temores y angustias que los demás.  Jehová no necesita diversificación.  No tienes que ayudarle.  Tampoco tienes que tener a Buddha, Gandhi o la ley de la atracción para complementar lo que le falta a la biblia.  ¡No le falta nada!  Es perfecta.  Aquellos que dicen lo contrario, te aseguro que ni la han leído o estudiado.  He escuchado tantas acusaciones a la biblia con tan poco fundamento que me sorprende cómo la gente cree lo que sea simplemente para tratar de negar lo que dice Dios.  Hoy quiero recordarte quién es Dios y en quién podemos confiar.  El Dios que mostró gran amor por David y le salvó es el mismo Dios que quiere tener comunión contigo.  Es el mismo Dios que quiere mostrarte cómo su Espíritu puede transformarte y llenarte de paz, consuelo, amor y perdón.  No es un misterio ni necesitas hacer algún ritual extraño.  Solamente tienes que pedirle a Dios que te perdone de tus pecados y pedir que Cristo sea tu Salvador.  Él se encarga de lo demás.
Piensa por un momento en dónde estás parado.  Hacia dónde vas.  Piensa en lo que está pasando en tu vida.  ¿Estás confiando plenamente en Dios o estás “diversificando”?  ¿Sigues pensando que es mejor poner los huevos en distintas canastas?  ¿La relación con Dios es para los domingos solamente?  ¿De qué tienes miedo?  ¿Qué te frena para realmente entregarle tu vida?  Recientemente meditaba mientras escuchaba una alabanza y me di cuenta que yo tengo toda mi vida, mi esperanza y mi todo depositados en Jehová.  No tengo diversificación.  Si Él me falla, todo, literalmente todo, se me viene abajo.  ¿El resultado?  Después de muchos años (por lo menos 15), Dios se ha encargado de cumplir con su parte y nunca fallarme.  De hecho, ha ido más allá y no solo no me falla sino que prospera mi camino y me llena de bendiciones.  Hoy quiero que haga lo mismo por ti.

Oración

Padre: vengo a Ti reconociéndote como Señor y Salvador.  Vengo pidiendo perdón por mis pecados.  Pidiendo por esperanza y paz en mi vida.  Vengo reconociendo mi necesidad de Ti.  Transfórmame y no permitas que el miedo me haga pensar que no eres suficiente.  Renuévame y permite que pueda vivir disfrutando de poner todo mi ser en Ti.  Te entrego mi vida.  Mis deseos.  Mis miedos.  Mi todo.  En Cristo Jesús.  Amén

2 nov 2016

Salmos 31:19-20 Cuán grande es tu bondad que atesoras para los que te temen y que a la vista de la gente derramas sobre los que en Ti se refugian. Al amparo de tu presencia los proteges de las intrigas humanas, en tu morada los resguardas de las lenguas contenciosas.

Una de mis rutinas diarias es sacar a caminar a mi perro.  Ahora que pasó el verano puedo recordar el gran alivio que sentía cuando encontraba árboles que proveían de una sombra.  El sol es agotador.  Lo que hacía era pensar en caminos donde pudiera encontrar la mayor cantidad de sombra para poder disfrutar el paseo.  En ocasiones, simplemente tenía que salir más tarde.  Con nuestra vida espiritual pasa algo similar.  Hay momentos en los que sentimos que el “sol” nos agota y abruma.  Nos sentimos cansados o, mejor dicho, exhaustos y no sabemos qué hacer ni cómo seguir adelante.  Son pasajes como el de hoy los que nos dan esperanza y nos animan a seguir.  Dios es bondadoso y nos protege.  En Él podemos refugiarnos.  En Él podemos entregar nuestros enojos y corajes.  En Él podemos descansar.  Dios es como ese árbol que me brindaba una salida al sol abrumador.  Un descanso.  Un respiro.  ¡Eso es lo que Dios hace para los que a Él acuden!  Ahora, debes preguntarte: ¿a dónde acudes cuando tienes problemas?  ¿qué haces cuando el “sol” te abruma?  ¿Cuál es tu lugar donde encuentras paz, alivio y esperanza?  En ocasiones, cuando había demasiado calor, permanecía por un tiempo bajo la sombra del árbol y luego continuaba mi camino.  Así también, si queremos recibir ese descanso y paz que solamente Dios puede proveer, es necesario hacer una pausa en nuestra vida.  Dejar todo lo que estamos haciendo.  Detener nuestro camino y comenzar a estudiar su palabra.  Pasar tiempo con Él.  ¿Cómo escuchar su instrucción, su consuelo y su amor si estamos distraídos?  Hay que parar.  Dejar todo por un momento y dedicarle nuestra atención entera a Dios.  Toma un tiempo de oración.  No repitas las mismas frases sino abre tu corazón y dile todo lo que sientes.  Dile tus temores.  Dile cúanto lo necesitas.  También pasa tiempo con personas que conozcan de su palabra y sean buenos siervos para que sean tus mentores en momentos difíciles.  Compra libros de autores que se apegan fielmente a la biblia y encuentra en ellos una guía.
Hoy quiero compartirte que Dios es bondadoso y quiere que sepas que en Él puedes encontrar refugio, amor y esperanza.  No importa lo asolador que sean tus pruebas.  No importa que pienses que el “sol” te está acabando.  Él puede más que cualquier circunstancia y quiere que vengas a sus pies y descanses en Él.  Después de haber meditado en esto, lee nuevamente el pasaje.  Pon atención en lo que Dios hace por David y por nosotros.  ¿No te llena de gozo y paz?

Oración
Señor: la gloria y alabanza sean para ti.  Eres Grande y Todopoderoso mientras que al mismo tiempo tienes cuidado de mi.  Gracias por escucharme.  Gracias por consolarme.  Gracias por amarme.  Te pido perdones mis pecados y pueda ser reconciliado con Dios Padre.  Te pido dirijas mi vida y siempre pueda encontrar “sombra” y refugio en Ti.  Gracias en el nombre de Cristo Jesús.  Amén