Vistas de página en total

30 jun 2015

Salmos 12:7-8

Tú Señor, nos protegerás; Tú siempre nos defenderás de esta gente, aun cuando los malvados sigan merodeando y la maldad sea exaltada en este mundo.



Hay momentos en los que me pregunto dónde está Dios.  Me pregunto si tiene sentido tratar de corregir mi vida y hacer las cosas correctamente mientras los demás hacen todo “chueco”.  A veces la impotencia es mucha y la frustración crece.  Las injusticias se vuelven comunes.  El poder corrompe.  Por todos lados veo la ausencia de Dios.  ¿Qué sentido tiene seguir a Dios en medio de tanta tiniebla?  Gracias al Señor porque no me abandona cuando me hago estas preguntas.  Gracias por su paciencia infinita y misericordia para dejarme crecer espiritualmente.  A nivel mundial tenemos a Rusia invadiendo Ucrania, Túnez con ataques terroristas a turistas, Irán queriendo desarrollar una bomba atómica, Grecia en bancarrota, Irak en guerra al igual que otros países de Medio Oriente.  ¿Dónde podemos encontrar orden?  ¿Dónde podemos encontrar claridad y definición para tener esperanza?  Solamente en Jehová.  El salmo de hoy dice: solamente Tú señor nos protegerás de la maldad de este mundo.  Léelo nuevamente y trata de entenderlo al cien por ciento.  Desde lo que te pasa en tu día a día hasta cualquier rincón del mundo.  Desde el más pobre hasta el más rico.  Desde el indefenso hasta el más poderoso.  El Señor te protegerá siempre. 
No podemos seguir buscando esperanza donde no la hay.  No podemos seguir buscando algo bueno donde todo es maldad.  ¿Cómo no vamos a deprimirnos y confundirnos cuando volteamos a lo que hay en el mundo?  Lo que vemos es la representación de nuestra carne caída y el pecado sin restricción.  ¿Cómo queremos exigir un mejor mundo si todo gira alrededor del pecado?  No se puede.  Por ello, el Salmo no dice: Dios tiene el control y todo será libre de problemas.  Al contrario, dice que la maldad es exaltada en este mundo y los malos andan merodeando día y noche.  Sin embargo, Él nos protege.  En el evangelio de Juan capítulo 16 Jesús nos dice que en el mundo tendremos aflicción pero debemos confiar pues Él ha vencido al mundo.  Así, Antiguo y Nuevo Testamento se unen perfectamente recordándonos que nuestra esperanza no está en los hombres ni en este mundo sino en el Creador, Jehová.


Oración
Padre y Señor mío: te doy gracias por la oportunidad de estudiar tu palabra y poder traer esperanza a mi vida.  Gracias por mostrarme que en este mundo no hay nada y por el contrario en Ti está la plenitud.  Te pido me guardes y no permitas que me envuelva en el día a día y pierda la perspectiva eterna.  Perdona mis pecados y renueva mi corazón pues quiero servirte siempre y vivir de manera agradable a Ti.  Oro a Ti mi Dios en el nombre de Cristo Jesús.  Amén.

Salmos 12:6

Las palabras de Jehová son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada 7 veces. 



Los versículos anteriores nos hablaban de los labios lisonjeros y la lengua jactanciosa.  Ahora, David se encarga de aclarar cómo es la palabra de Dios.  Limpia.  Más limpia y pura de lo que jamás podremos estar nosotros.  Sin falta.  Sin mancha.  Eterna.  Viva.  Eficaz.  Al principio, puede parecer locura obedecer al Señor.  ¿Perdonar sin que pidan perdón?  ¿Amar a mi enemigo?  ¿Humillarme?  ¿Amar a mi esposa como Cristo amó a la iglesia?  ¿Sujetarme a mi esposo?  Sin embargo, una vez que das ese primer paso de fe, te das cuenta de lo maravilloso que es seguir su camino por encima del tuyo.  Mujeres: de todo lo que se les ocurra que puedan hacer para enamorar a un hombre, sujetarse a él y respetarle, hará que caiga totalmente enamorado.  Hombres: no hay nada mejor para enamorar a tu pareja que amarla como Cristo amó a la iglesia.  Esta es la palabra de Dios.  Es limpia y pura.  Es lo mejor para nuestras vidas.  Sin embargo, nos cuesta trabajo morir a nosotros y vivirlas en carne propia.  “Tú no conoces a mi pareja; tú no conoces la historia que hay detrás; es imposible sujetarme a esta persona y así los pretextos, justificables o no, continúan.  Hoy quiero que entiendas el gran error que cometes al no entender que lo que Dios dice es lo mejor para tu vida.  Quiero que entiendas el gran error que cometes cuando piensas que debes darle una oportunidad a tu idea y luego dejarás que Dios entre en acción en caso de que no funcione.  Quiero que entiendas el gran error que cometes al pensar que la palabra de Dios es para alguien más y no para tu vida.
Cada promesa de Dios es verdadera.  Cada mandamiento tiene un fin perfecto.  Cada instrucción busca transformarte para que te parezcas más a Cristo y des gloria a Dios.  Me da tristeza ver cuánta gente menosprecia la biblia porque es antigua y fuera de contexto.  Dios es el mismo.  Los humanos somos los mismos.  Diferentes sociedades, misma carne caída.  No dudes de la palabra de Dios.  No te dejes confundir.  No te desanimes.  Obedece.  Humíllate.  Sirve.  Imita a Cristo en todo lo que hagas y tu vida será llena de luz y bendiciones. 

Oración

Padre: perdón.  He dudado de tu palabra.  La he cuestionado e incluso he preferido hacer mi voluntad pensando que es mejor que tu palabra.   Hoy entiendo lo pura y perfecta que es y no quiero desobedecerte más.  Gracias por mostrarme que tu camino es de bendición y el mío lleva a muerte.  Toma mi vida Padre y guíame en todo momento pues no es fácil morir a uno mismo confiando en que Tú te encargarás de todo.  Te lo pido mi Dios en el nombre de Jesús.  Amén

29 jun 2015

Salmos 12:5

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice Jehová; pondré en salvo a quien por ello suspira. 



En Éxodo 3:7 dice Jehová: he visto la aflicción de mi pueblo, he oído su clamor  y conozco sus angustias.  Cuando Moisés escucha estas palabras, para el pueblo judío no había esperanza para terminar con la opresión que recibían de los egipcios.  No podemos pensar que Dios trabaja a nuestra disposición y a nuestro tiempo.  Sin embargo, tampoco podemos pensar que no le interesa nuestra vida.  Él escucha tu aflicción, tu clamor y tus angustias.  Él escucha tus alegrías tus risas y al mismo tiempo tus llantos.  Es un padre bueno y quiere lo mejor para ti.  Por ello obrará conforme a su voluntad, y no la nuestra, pues sabe más que tú y que yo.  ¿Por qué tardó tanto en liberar a Israel?  ¿Por qué tardó tanto en darle un hijo a Abraham?  ¿Por qué Jesús no vino antes o después?  Estas son preguntas generales y válidas pero ahora hazlas tuyas y pregúntate, ¿por qué ha permitido tal o cual cosa en mi vida?  ¿Por qué ahora?  ¿Por qué así?  La respuesta es simple.  Porque es Dios y sabe cuándo y cómo hacer las cosas a la perfección.  El pasaje de hoy nos dice que pondrá a salvo a los pobres y a los necesitados que claman a Él.  ¿Estás orando?  ¿Constantemente?  ¿Sin cesar?  ¿Pasas más tiempo pensando en tu situación que en oración?  Como hijos de Dios necesitamos aprender a esforzarnos menos y confiar más.  Leíste bien.  Debes aprender a esforzarte menos y confiar más.  ¡Deja que Dios trabaje!  Deja que sus planes se desarrollen a su tiempo, a su forma, a su espacio.  No estorbes sino conviértete en un canal para que trabaje a través de ti.  Deja de pensar en tus carencias y sufrimientos por más duros que sean.  Dios te está diciendo en su palabra que vendrá por ti y que escucha tus palabras.  Mientras tanto, enfoca tu vida en servirle.
Cada día tenemos dos opciones: buscar servir a Dios o servirnos a nosotros mismos.  Sin importar lo que uno atraviesa, las opciones son las mismas.  Sin importar nuestro estado de ánimo, nuestra situación económica o cualquier otra circunstancia.  Hoy aprendimos que el Señor vendrá por aquellos que están necesitados y claman a Él.  ¿De qué lado estás?

Oración

Padre: Gracias.  Tu palabra me llena de esperanza y trae sentido a mi vida.  Gracias por amarme y no dejarme.  Gracias por mostrarme que, sin importar lo que suceda, Tú estás aquí y me amas.  Te entrego mi vida y te pido que busque dejar de esforzarme y confíe en tu soberanía.  En el nombre de Cristo Jesús.  Amén

26 jun 2015

Salmos 12:3-4

Jehová destruirá todos los labios lisonjeros y la lengua que habla jactanciosamente; a los que han dicho: por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?



Recientemente en redes sociales e incluso en las noticias, se comenta sobre Donald Trump y sus comentarios hacia los inmigrantes.  La mayoría de los mexicanos se indignaron.  Incluso vi un video que aparecía el presidente de Venezuela apoyando a los mexicanos.  En respuesta a sus palabras, mucha gente comenzó a subir videos donde exponían a Carlos Slim, mexicano, como su jefe o simplemente mucho más rico y poderoso que él.  ¿Sabes?  Esto es el mundo.  Esta es la vida de los que no tienen a Cristo.  Necesitan de fama, de dinero, de poder de estatus social para sentirse bien.  Si alguien les hace algo, buscan la manera de vengarse.  Pero nosotros, aquellos que confiamos en Dios, no podemos vivir así.  No debemos caer en este círculo vicioso.  El pasaje de hoy nos muestra un pedazo de la realidad que vivimos: gente que habla y habla pero sus palabras están vacías, gente que se enaltece y enorgullece de sí misma pensando que no hay nada ni nadie por encima de ellas.  ¿Conoces gente así?  ¡Por supuesto que los conoces!  Abundan.  Tristemente es demasiado común.  Pero el Señor nos dice que está por encima de cualquiera de ellos.  Es más, no hay absolutamente nadie que pueda estar sobre Jehová.  No hay poder sobre esta tierra, que pueda enseñorearse de Dios.  Te lo repito: el Señor está por sobre todo lo que hay en este mundo.  Desde los más ricos y poderosos hasta los más pobres y oprimidos.  Jehová reina. 
¿Y de qué te sirve este pasaje?  ¿Cómo lo aplicas a tu vida diaria? 
Ahora puedes vivir diferente.  Ahora sabes que lo que allá afuera se ofrece como algo bueno (fama, dinero, poder, etc.) realmente es vacío y no tiene frente para con Dios.  Todos esos labios lisonjeros, hipócritas y mentirosos, caerán de rodillas cuando Dios se manifieste.  Si bien, este tipo de personas te pueden hacer la “vida imposible”, no debes desanimarte y pensar en cómo vengarte o librarte sino memoriza este pasaje y recuerda constantemente que es el Señor quien se encarga de todo.  Él te ama.  Él te cuida.  Tú solamente debes confiar y creer que  sus palabras son verdaderas para que dejes que Él tome control absoluto de tu vida.

Oración
Padre: este mundo me confunde y hace pensar que las personas están al control.  Gracias por recordarme que Tú destruirás a todos los que están negándote.  Yo quiero confiar en Ti y descansar en tu promesa.  No quiero envolverme en toda esa cultura de mentiras, presunciones, poder entre otras cosas que no son agradables a Ti.  Doblo mi vida ante Ti para que tu reines mi Dios.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

25 jun 2015

Salmos 12:1-2

Sálvanos, Señor, que ya no hay gente fiel; ya no queda gente sincera en este mundo.  No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios lisonjeros hablan con doblez. 



En este salmo, David no está implicando ser la última persona fiel a Dios en el mundo sino que cada vez es más difícil encontrar a alguien comprometido.  Pareciera que estamos en la misma época que David donde resulta complicado ver gente que sea luz y testimonio entre tanta tiniebla.  ¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir: ya no hay gente buena?  Es un simple dicho que resalta el alejamiento que hemos tenido como sociedad hacia el Señor.  “No hacen sino mentirse unos a otros”.  Las mentiras son una verdadera plaga.  Desde algo simple a lo compuesto, la gente miente a diestra y siniestra.  Lo triste es que una mentira no termina en el que la dice sino que permea mucho más allá.  No solo repercute en la reputación del que miente sino también en la de su familia.  Además, las personas que le rodean, simplemente no confiarán en él y probablemente terminen diciéndole mentiras para evitar un problema.  Así, todos terminan mintiendo.  Los cristianos no estamos exentos de esto.  Incluso, es triste ver que la mentira se ha apoderado de varias iglesias.  Se dicen hermanos, se hacen llamar pastores, cantan y alaban a Dios pero todo es de labios para afuera pues están llenos de mentira. 
Recuerdo un chiste acerca de la diferencia entre hombres y mujeres cuando uno se ha cortado el pelo.  Si una mujer llega con sus amigas con un nuevo peinado, todas dirán que se ve de maravilla.  Al retirarse, todas comentarán lo mal que se veía.  Por el contrario, cuando un hombre llega con sus amigos, inmediatamente le dirán lo mal que se ve y en un instante cambiarán el tema.  Aunque resulta gracioso, lo triste es darse cuenta lo acostumbrados que estamos a las mentiras.  No solo los políticos mienten, también las personas cercanas a nosotros lo hacen.  A veces lo hacen “por nuestro bien”.  Sin embargo, debemos tener muy claro que la mentira no agrada a Dios y no hay vuelta de hoja.  Hay pocos que realmente permanecen fieles al Señor y brillan entre tanta oscuridad.  ¿Cuál eres tú?  ¿Estás brillando o te estás perdiendo entre la gente?

Oración

Señor: yo no quiero ser como los demás.  Quiero ser luz que anuncie tu palabra y tus buenas nuevas.  Quiero ser testimonio y demostrar que es posible vivir sin mentiras y obedeciéndote en todo.  Te pido que el mundo no me arrastre y separe de Ti.  Te pido me guardes y sobre todo que perdones mis pecados.  En el nombre de Cristo Jesús.  Amén.