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4 nov 2014

Hebreos 12:14

Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.



Si de algo estoy cien por ciento seguro es que este mundo está ávido de gente con convicciones firmes.  Como todo es relativo y cada quién “está bien”, la gente se queda en el limbo sin saber si su camino es correcto o no a pesar de que sea aceptado.  Piénsalo.  ¿Es posible que todos estemos bien?  ¡Por supuesto que no!  Alguien tiene que estar mal.  Yo he puesto todas mis esperanzas a que el Dios de la biblia es el que está bien.  Por esta razón escribo estos devocionales.  Por esta razón busco dar testimonio de que su palabra es real y viva.  Dicho en las palabras del versículo 14: busco la santidad.  No quiere decir que sea una persona sin errores.  ¡Ojalá!  Cometo demasiados errores y Dios tiene muchísimo que trabajar en mí.  Pero gracias a Dios, Él no ha llamado a los perfectos sino a los pecadores como yo.  Gracias a Dios que Cristo es el ejemplo a seguir y no yo.  Gracias a Dios que mi esperanza está puesta en aquél que ha vencido a la muerte y no en mí o en algo que este mundo pueda ofrecer.  Es así como puedo entender la búsqueda de la santidad.  Como el perfeccionamiento espiritual dentro de nuestro cuerpo carnal.  Ten firmeza y congruencia en tu fe.  Busca la santidad con todas tus fuerzas y con todos tus pensamientos.  Insisto, el mundo necesita gente que de un ejemplo así.  Ahora, la primera parte del versículo que hace referencia a buscar la paz con todos va de la mano con la búsqueda de la santidad.  Si de algo puedes estar seguro es que no le caes bien a todos los que conoces.  ¿Por qué lo sé?  Porque estoy seguro que no todos los que conoces te caen bien.  Es normal.  Somos diferentes y únicos.  Sin embargo, esto no es pretexto para no buscar la paz con todos.  De hecho, es la continuación de lo que Cristo nos pidió al amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.  Mateo 5:9 dice: bienaventurados los que procuran la paz pues ellos serán llamados hijos de Dios.  Romanos 14:19 dice: procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua.  ¿Pero cómo tener paz con aquellos que buscan guerra?  ¿Cómo buscar amar a los que nos odian?  Fácil.  Colosenses 3:15 tiene la respuesta:  Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.  No se trata de tener paz por haber salido de vacaciones o por meditar todos los días y tratar de evitar tener pensamientos negativos.  ¡No!  La paz que debes buscar es la que proviene de Cristo.  El único que la da en abundancia y de manera única.  Solamente así podemos realmente amar a nuestro prójimo y procurar la paz con todos mientras buscamos la santidad pues es Dios y sólo Él quien nos da todo para lograrlo.  ¿Puedes ver cómo todo se desarrolla alrededor de Cristo y no de nosotros?  La paz la da Él.  La santidad la da Él.  Mientras tanto, seguimos cometiendo el error de buscar en los lugares equivocados.  Cristo.  Sólo en Él y por Él podemos crecer en nuestra vida espiritual.  Dobla tus rodillas y reconoce su grandeza para poder así ser renovado y transformado por Él.

Oración

Padre: heme aquí.  Con rodillas dobladas y humillado ante toda tu grandeza.  Te pido llenes mi vida con tu paz y tu amor para que pueda vivir conforme a tu voluntad y deje atrás todo aquello que no te agrada.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén

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