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30 ago 2013

2 Pedro 3:14-16


Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con Él.  Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación, tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le dio.  En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas.  Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás escrituras, para su propia perdición.



No dejo de sorprenderme en aquellos que niegan a Dios por considerarlo “creado por el hombre” o que no se puede explicar científicamente.  Hablan de cuando el mundo se creó hace miles de millones de años y eso lo creen sin ninguna dificultad.  Hablan de la evolución sin tener al cien por ciento la línea entre el simio y el homo sapiens.  Pero lo dan por hecho y resulta blasfemia el cuestionar su veracidad.  Pero cuando se refiere a Dios, cuando hablamos de un ser que no podemos encerrar en nuestras mentes ni explicar con métodos científicos, entonces sí, ¿cómo podemos creer en eso?  Personalmente me resulta más difícil creer que la tierra tiene miles de millones de años.  No porque los tenga o no sino porque nadie ha vivido ni siquiera doscientos años para poder confirmar que nuestro método para identificar la “edad” es correcto.  ¿no te parece ilógico?  Hace tiempo vi un documental sobre el ADN.  Lo que encontraron unos científicos es que todos tenemos un mismo gen que se transmite por la madre solamente.  Le llamaron Eva.  Resulta que ese gen, lo encontraron en todos los humanos y, en resumen, comprueba que todos venimos de una misma “madre Eva”.  También, el mismo ADN, según los científicos, eliminaba la opción de que el ser humano tuviera miles de años de existencia.  Los cálculos que le daban eran sumamente similares a los que historiadores de la biblia le dan a nuestra existencia.  Aproximadamente 6000 años.  A pesar de esas negaciones, críticas e incluso burlas, la biblia nos dice que Dios es paciente.  Paciente para que abran los ojos y se den cuenta de su error.  Paciente a pesar de que la gente tergiversa su palabra.  Así también nosotros debemos ser con nuestro prójimo.  Pacientes.  Orando por ellos.  No queriendo juzgar ni querer “convertir” a nadie.  Nuestro llamado es a compartir el evangelio y anunciar a Cristo amando a nuestro prójimo.  Del resto se encarga Dios.  Por ello Pedro nos dice: esfuércense cada día para que sean hallados sin mancha y sin defecto, en paz con el Señor.
Allá afuera vas a escuchar muchas cosas acerca de Dios.  No todas serán ciertas.  Algunas te confundirán.  Por esta razón debes acudir a la biblia.  Debes corroborar lo que escuchas y no creer simplemente porque alguien dijo.  Mientras tanto, preocúpate por mantenerte santo.  Preocúpate por compartir a Cristo dando testimonio con los que te rodean.  Preocúpate por estar en paz con el Señor.  No te dejes confundir ni engañar.  Pide a Dios por sabiduría para que abra tu entendimiento y te revele su palabra conforme a su voluntad.

Oración
Señor: gracias por tu palabra que está llena de enseñanza.  Gracias por advertirme que muchos usan tu nombre sin siquiera conocerte.  Te pido por sabiduría para no confundirme de lo que escucho y que siempre pueda venir a tu palabra para corroborar lo que escucho de Ti.  Perdona mis pecados mi Dios y permite que pueda vivir sin mancha y en paz contigo.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén.

29 ago 2013

2 Pedro 3:11-13


Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberán vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios?  Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán con el calor de las llamas.  Pero según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia.



A lo largo de los evangelios, vemos a Jesús utilizar parábolas para enseñarnos su camino.  Nos habla del amor al dinero; nos habla de hacer tesoros en el cielo y no en esta tierra; nos habla de ser buenos administradores de lo que nos da; nos habla de cómo las hojas se marchitan así como nuestro cuerpo a diferencia del espíritu que es eterno y todo esto, entre muchas otras más.  Si consideramos que Pedro vivió con Cristo, día a día aprendiendo su mensaje y mejor aun, viendo su ejemplo, estas palabras toman sentido.  Ya no hay parábola.  Ya no hay mensaje escondido.  Es directo.  Es abierto.  Este mundo como lo conocemos será destruido.  ¿Cuándo?  No lo sabemos.  Pero esto nos debe motivar a buscar las cosas que realmente permanecen: las cosas de Dios.  ¿Qué sentido tiene dedicarle todo nuestro esfuerzo a aquello que dejará de existir?  ¿Acaso trabajarías arduamente para construir tu casa sabiendo que caerá por completo?  Lo que Pedro nos dice es: Dios nos ha dicho cómo terminarán las cosas en este mundo.  Serán destruidas.  Es tiempo de cambiar y comportarte con una conducta intachable.  Es tiempo de servir y obedecer al Señor.  Deja de perseguir lo efímero y persigue lo eterno.  Deja de atesorar lo que será destruido e incrementa tu cuenta en el cielo.  ¡Entiéndelo!  No tiene sentido seguir buscando donde será destruido.  La esperanza de aquellos que creemos en Jesús es que vendrá nuevamente o seremos llamados antes.  ¡Esa es la esperanza!  No conseguir pareja.  No conseguir un aumento de sueldo o que tu negocio florezca.  Nuestra esperanza no puede estar en recuperar la salud o no perder a ningún ser querido.  Piénsalo.  ¡Qué injusto sería Dios si nuestra esperanza fuera no perder la salud y terminamos con alguna enfermedad terminal!  Pero Dios es justo y además te ama.  Por eso quiere encaminarte en la dirección correcta.  ¿Qué estás haciendo?  ¿Hacia dónde te estás dirigiendo?  ¡Nunca dejes de crecer espiritualmente!
Tal vez has perdido la esperanza, te sientes solo y sin saber qué hacer.  Tal vez estás en la situación opuesta.  Independientemente de tu situación, debes cuestionar tu compromiso y comunión con Dios.  Debes cuestionar hacia dónde te diriges.  Cuestiona tu esperanza.  Cuestiona tus deseos.  Cuestiona tus esfuerzos.  Es difícil pero debemos entender que hay cosas que simplemente no valen lo que nosotros pensamos que valen.  Dios quiere que cambiemos nuestras prioridades y pongamos las suyas por encima de las nuestras.  Él quiere que cambiemos nuestros deseos y pongamos los suyos.  Todo para que vivamos plenamente y seamos bendecidos.  Como un padre amoroso, quiere evitar nuestro sufrimiento y tenernos cerca siempre.

Oración
Padre Santo: hoy quiero comprometerme contigo a vivir como Tú mandas.  Entiendo que este mundo se acabará y que debo poner atención a tus cosas.  Transforma mi mente y mi corazón mi Señor.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén.

28 ago 2013

2 Pedro 3:10


Pero el día del Señor vendrá como un ladrón.  En aquél día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada. 



Mucha gente que no ha leído la biblia piensa que el apocalipsis es el libro que habla de los últimos tiempos.  La realidad es que por todas partes encontramos a Dios explicándonos lo que habrá de suceder.  ¿Por qué será?  Muy sencillo.  Piensa en esto: si tienes que hacer un viaje a un lugar desconocido, ¿no te gustaría que te advirtieran de lo que debes tener cuidado?  ¡Por supuesto!  ¿Por qué crees que la experiencia tiene tanto valor?  Porque ya se han vivido varias situaciones que ayudan a tomar mejores decisiones.  Pues así también, nuestro Señor tiene todo el conocimiento y nos quiere advertir sobre lo que habrá de ocurrir.  De esa manera, nadie podrá sorprenderte.  Nadie podrá engañarte.  Es como tener experiencia sin tener que atravesar por los errores y aciertos para obtenerla.  ¡Dios nos lo ha dejado ahí para que nosotros la tomemos!  Dios nos dejó en su palabra versículos como el de hoy que nos explican lo que ocurrirá.  Ahora, lo primero que debes entender es que no hay absolutamente nadie que conozca el día en que Dios vendrá y hará juicio sobre la tierra.  Cada profecía que escuches, aún siendo un predicador y diga conocer de la biblia a la perfección, debes saber que están siendo charlatanes.  La misma biblia nos dice en el versículo 10 que el Señor viene como ladrón.  ¿cuándo llega un ladrón?  ¡Cuando nadie se lo espera!  Mateo 24:36 nos dice que ni aún los ángeles conocen el día y la hora en la que esto ocurrirá.  Tristemente, el año pasado se dio un movimiento muy fuerte en Estados Unidos de un pastor que proclamaba  conocer el día en que Jesucristo vendría por segunda vez.  Decían que el 22 de diciembre del 2012 sería el día.  Utilizaban métodos que parecían interesantes y números que de alguna manera hacía que cuadraran.  ¿El problema?  ¡Solamente Dios conoce ese día!  No lo ha revelado a nadie.  Es muy importante que lo entiendas.  Es muy importante que anunciemos lo que la biblia dice para que la gente no sea engañada.  En la versión Reina Valera 1960 agrega que vendrá como ladrón de noche.  Cuando nadie lo espera.  ¿Nos tocará vivir ese momento?  No lo sé.  Pero sabes, no es relevante si lo viviremos o no.  Leíste bien.  ¡No tiene importancia!  Lo importante es cómo te encontrarás en el momento que ocurra.  ¿Cómo y dónde te encontrará el Señor?  Tienes dos posibles opciones: trabajando y obedeciéndole o siguiendo tu propio camino y dándole la espalda. 
Dios siempre ha cumplido con sus promesas y esta profecía no será la excepción.  El mundo como lo conocemos será destruido.  Así lo ha decidido el Señor.  No entiendo el por qué ni exactamente cómo lo hará.  Lo que hoy puedo entender y quiero compartirte, es que no estamos en este mundo por la eternidad.  Un día, todo terminará.  Ya sea que muramos antes o presenciemos la venida de Cristo.  Será un instante.  Sin verlo venir ni estar prevenidos.  Así lo hará el Señor.  Así que hoy, podemos decidir cómo queremos que nos encuentre.  Espero que entregues tu vida y decidas querer ser encontrado sirviéndole y compartiendo su palabra.

Oración
Padre: gracias por protegerme y mostrarme lo que habrá de ocurrir.  Gracias por dejar tus profecías y promesas para saber que Tú ya has decidido cómo terminará todo.  Yo quiero servirte pues el día que vengas quiero que me encuentres en obediencia a ti y no dándote la espalda.  Hoy entiendo que vendrás en un momento que nadie lo espera ni conoce y traerás juicio.  Gracias por compartirlo conmigo para que no sea engañado ni me confunda lo que otros digan acerca de tu venida.  Te pido me guardes y no permitas que me aparte de Ti.  En el nombre de Jesús.  Amén.

27 ago 2013

2 Pedro 3:8-9


Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.  El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza.  Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.



¿Sabes?  Mucha gente quiere escuchar del Dios de amor, del Dios que perdona, del Dios que hace milagros y evitan cualquier relación con juicio o justicia.  Debes saber que la biblia no se contradice al mostrarnos las características de Dios.  Él no deja de ser amor cuando trae juicio a la tierra.  El problema es que nosotros no entendemos que Dios no lo podemos encerrar en ciertas características que nuestra mente puede comprender.  ¡Es Dios!  No podemos limitarlo a lo que conocemos.  Lo que sí podemos hacer es compartir su palabra y buscar que la gente conozca de Él.  Los últimos versículos que hemos estudiado de esta segunda carta de Pedro, nos hablan del juicio que Dios traerá a los injustos que no reconocieron a Jesús.  También nos habla de la esperanza que tenemos cuando nuestro corazón está entregado a Él.  Por último, Pedro nos explica el sentir de Dios: Él tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.  Sí, Dios es justo y aborrece el pecado.  Sí Dios es amor.  Sí Dios traerá juicio y destruirá la tierra como lo hizo con el diluvio.  Esto simplemente nos habla de los planes y la personalidad del Señor.  Pero más importante, debemos entender que, si hoy estamos vivos, es porque el Señor quiere que nos arrepintamos y no perezcamos.  Si ya te has arrepentido, ve y anuncia la reconciliación a través de Jesús.
El propósito de tu vida no es hacer más dinero.  Tampoco tener una familia.  No es viajar por el mundo ni realizar actividades extremas.  Leíste bien.  El propósito de tu vida es dar gloria y servir al Señor.  ¿Cómo?  Obedeciendo.  Siendo luz en un mundo oscuro.  Siendo testimonio.  Amando a tu prójimo.  Perdonando a los que te ofenden.  Ayudando al desprotegido.  Y sobre todo, compartiendo en todo momento las buenas nuevas.  El mensaje de Cristo.  ¡Ese es el propósito de vivir!  ¡Esto es lo que realmente le dará sentido a tu vida!  ¡Esto es lo que realmente te hará sentir pleno!  Piénsalo.
Por último, quiero hacer énfasis en el sentir de nuestro Dios.  Él quiere que cada uno de nosotros se reconcilie con Él.  No busca castigarnos.  No busca ser un Dios apartado.  No busca ser un Dios autoritario.  Él quiere tener comunión contigo y conmigo.  Él quiere mostrarnos cuánto nos ama.  Él nos está dando el tiempo para que nos arrepintamos y le entreguemos nuestra vida.  Pero, ¿cuánto tiempo más nos va a dar?  No lo sé.  Tú tampoco.  Hoy te animo a que medites en tu vida y sobre todo en tu comunión con Dios.  ¿En dónde estás?  Espero que puedas entender que Dios quiere que te arrepientas para poder comenzar un camino con Él.  Dios te ama pero al mismo tiempo aborrece tu pecado.  Por esta razón necesitas pedir su perdón y purificación a través de su Hijo Jesús.

Oración
Padre: creo en el sacrificio que Jesús hizo por mí.  Me arrepiento de mis pecados y te pido perdón.  No quiero que pase más tiempo.  Hoy quiero dejar atrás mi vida anterior y comenzar una nueva contigo dirigiendo.  Gracias por tenerme paciencia.  Gracias por amarme.  Te pido que le des el sentido correcto a mi vida y me enseñes a vivir sirviéndote y dándote la gloria.  En el nombre de Jesucristo.  Amén 

26 ago 2013

2 Pedro 3:3-7


Ante todo, deben saber que en los últimos días vendrá gente burlona que, siguiendo sus malos deseos, se mofará: ¿qué hubo de esa promesa de su venida?  Nuestros padres murieron y nada ha cambiado desde el principio de la creación.  Pero intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos, por la palabra de Dios, existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el agua.  Por la palabra el agua y el mundo de aquel entonces pereció inundado.  Y ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el fuego, reservados para el día de juicio y de la destrucción de los impíos.



Definitivamente hay momentos en los que parece que “no pasa nada”.  La realidad es distinta.  Todo está en constante movimiento.  Y no me refiero a nada científico o matemático.  Me refiero a que Dios está acomodando cada pequeño detalle de lo que pasa aunque nosotros no podamos verlo.  El día de ayer escuché el testimonio de un comediante y su encuentro con el Señor.  Decía que tuvo mucha dificultad para aprender a leer.  Para tratar de ocultar ese problema, mientras leía, trataba de pensar en qué palabra sería y qué quería decir el autor.  Es decir, inventaba distintos escenarios mientras trataba de descifrar lo que leía.  Varios años después, se da cuenta que eso que hacía, lo llenó de fortaleza para ser comediante y tener tantos pensamientos espontáneos.  Lo que quiere decir es que, a pesar de que hoy no vemos o entendemos lo que sucede, no significa que Dios no está trabajando.  Él no se ha ido ni olvidado de Ti.  Él sigue ahí.  A tu lado.  Amándote.  Sin embargo, es difícil caminar cuando no entendemos lo que sucede y comienzan a cuestionar nuestro andar.  Incluso, nosotros mismos comenzamos a cuestionar a Dios.  ¿dónde estás?  ¿qué quieres de mí?  ¿por qué permites esto?
Como creyentes e imitadores de Cristo, debemos estudiar su palabra y meditar en ella.  Pasajes como el de hoy nos recuerdan que el Señor tiene un plan que llevará a cabo al cien por ciento.  Aunque parezca que no pasa nada, cada pieza se está acomodando en el lugar que el Señor reservó.  También debemos entender, que no podemos andar jugando con nuestra comunión con Él.  Vendrá un día en el que seamos llamados y todo termine.  Lo creamos o no.  Lo entendamos o no.  Así como la gente no entendía cómo caería un diluvio, cómo Sodoma y Gomorra serían destruidas, cómo se abriría el mar en dos, cómo reviviría Lázaro después de días de estar muerto, así nuestro Señor se encargará de traer juicio a esta tierra.
Tal vez hay personas cuestionando tu fe.  Tal vez tú mismo estés cuestionándola.  Hoy debes saber que el Señor cumplirá su palabra tal cual la cumplió con la venida de Cristo.  Él nos dice que traerá juicio a esta tierra.  Nos dice que todos aquellos que no crean en su Hijo serán llevados a juicio y castigados por sus pecados.  No te distraigas.  Pon tu mirada en el Señor.  No te despegues de su palabra.  Ora constantemente y búscale en todo momento.  Así podrás seguir caminando sin importar lo difícil que esté el camino.

Oración
Padre: es difícil entender que tienes un plan cuando parece que nada se mueve.  Es difícil entender tu voluntad.  Hoy te pido que pueda confiar en Ti.  Te pido que suba el escalón de la fe y crea cien por ciento en Ti.  Te pido perdón por mis pecados y reconozco lo que Jesús hizo por mí.  Te pido mi vida sea de testimonio para los demás y pueda llevar tu evangelio para que más personas vengan a tus pies y dejen el juicio atrás tomando ahora tu misericordia y perdón.  En Cristo Jesús.  Amén