Vistas de página en total

30 dic 2013

Lucas 2:8-11

En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños.  Sucedió que un ángel del Señor se les apareció.  La gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor.  Pero el ángel les dijo: no tengan miedo.  Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.  Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.



Anunciar el evangelio es lo más increíble que me ha pasado.  Poder compartir lo que Dios dice y quiere es simplemente impresionante.  Gracias a Dios, he podido dar consejos basados en los principios del Señor y lo mejor de todo, he presenciado cambios inimaginables tanto en personalidad como en relaciones interpersonales de aquellos que han abrazado el evangelio y dejado que Dios transforme su vida.  Cuando leo este pasaje, pienso en aquellas personas a las que les he compartido de Cristo.  Son como los pastores.  Están haciendo su vida.  Se levantan.  Realizan sus actividades.  Se van a dormir.  Un día, les anuncias a Cristo y el mundo se detiene.  Es tan poderoso el mensaje que la gente al principio tiene miedo.  Así como los pastores se vieron atemorizados por la grandeza del Señor, así también pasa hoy en día.  Es tanto el poder, la gracia, el amor y todas las características que tiene nuestro Dios, que simplemente resulta abrumador.  Pero el mensaje no es de juicio.  El mensaje no es de tristeza.  El mensaje no es de señalar ni criticar.  El mensaje es motivo de mucha alegría.  El mensaje es que ha nacido el Salvador, el Cristo.
¿Sabes?  Aunque pareciera algo fácil de entender y aceptar, mucha gente se queda en el momento abrumador y prefiere hacer caso omiso al mensaje que se le está dando.  Imagina que los pastores, en lugar de ir y encontrarse con el Cristo, dijeran, bueno, lo vamos a tener en mente, gracias por la noticia, mientras vamos a seguir con nuestra labor pues quién cuidará de las ovejas si nos vamos.  En cambio, su reacción fue ir al instante a encontrarse con el Salvador que había nacido.  No dejemos que el tiempo pase sin ir y encontrarnos con el Cristo.  Él es más importante que cualquier otra actividad o plan que tengas.  Él dará sentido a tu vida.  Si ya le conoces, qué esperas para subir otro escalón en tu fe y comprometerte más.  Sabemos que el anuncio es de buenas noticias.  Sabemos que Dios nos ama.  Entonces, qué esperamos para ir y servirle.
Cada vez que hablo de Dios, puedo ver en los ojos de las personas cómo el mensaje penetra a lo más profundo de su ser.  Puedo ver lo poderoso que es el evangelio.  Pero tristemente también puedo ver cómo es soberbio y necio el corazón.  Hoy te animo a que dejes a un lado esa necedad y permitas que el Señor, que en esta época recordamos su nacimiento, nazca y reine en tu vida.  Los pastores se espantaron por un momento, pero después entendieron que el mensaje era motivo de gozo.  ¿Qué vas a hacer tú?  Espero que vayas y te encuentres con Él.  Deja que nazca en tu corazón y que tome el trono de tu vida.

Oración
Señor: hoy vengo a tus pies a pedirte perdón.  He sido necio y soberbio.  He escuchado tu mensaje y entiendo que es motivo de celebración.  Yo te pido que tu Hijo sea mi salvador, te pido que nazca en mi corazón y mis pecados sean perdonados a través del sacrificio que hizo por mí.  Gracias por este mensaje tan maravilloso y por mostrarme que no debo tener miedo sino alegría.  Guía mi vida Señor conforme a tu voluntad.  En el nombre de Jesucristo.  Amén 

23 dic 2013

1 Juan 5:21

Queridos  hijos, apártense de los ídolos.




Resulta un tema delicado el hablar de los ídolos.  Un ídolo es la imagen o estatua de un ser que sería considerado dios.  Pero también podemos entender un ídolo como todo aquello que toma el lugar del verdadero Dios.  Aquí es cuando muchas personas prefieren dejar de escuchar.  Dios debe tener el primer lugar en tu vida.  Sobre todas las cosas.  La biblia nos dice que debemos amarle con todo nuestro ser.  Tu familia, tus hijos, tu pareja o algún otro ser querido no puede estar por encima de Dios.  Leíste bien.  Primero está el Señor y luego los demás.  Para los hombres que están leyendo, deben entender que el trabajo no va por encima del Señor y mucho menos por encima de la familia.  Entonces, la familia o seres queridos pueden convertirse en ídolos al igual que nuestro trabajo.  En lugar de adorar a Dios, comenzamos a destinarle del tiempo que le corresponde a Él a nuestros nuevos ídolos.  Tristemente, todavía tenemos gente adorando imágenes y estatuas.  Estas también entran dentro de la categoría de ídolos.  Pon atención, no hay ninguna persona en esta tierra que merezca la adoración que le corresponde a Cristo.  Nadie.  Absolutamente nadie.  También hay aquellos que les gusta conocer el “futuro”.  Acuden con personas que les dirán lo que el futuro les depara.  ¡Esto es tener un ídolo!  Creer en tu horóscopo es tener un ídolo.  Creer en que la alineación de los astros regirá algo positivo o negativo en tu vida es tener un ídolo.  Piénsalo.  En todos los ejemplos se repite el mismo patrón: estamos confiando más en lo que nosotros queremos que en Dios.  Ya sea en tu pareja o en tu cuenta de banco o en unas cartas que hablan de tu destino, todos están obstruyendo al lugar que le corresponde a Dios.  Tú y yo debemos confiar plenamente en Él.  Debemos servirle.  Debemos obedecerle.  A partir de estos principio se define nuestra vida como cristianos.  Ahora, somos sumamente listos para poder “cubrir” a nuestros ídolos.  Los “pintamos” con colores que “agradan” a Dios y por ello pensamos que estamos haciendo bien.  Error.  El parámetro es fácil de establecer y distinguir.  Dios va primero que todo.  Entonces, si tienes duda de algo, pregúntate, ¿estoy poniendo la voluntad de Dios como prioridad?  Y ahí tendrás tu respuesta.  Sé honesto.  No te justifiques.  Al hacerlo solamente te estás engañando.  Es muy triste que alguien se autoengañe.
Apártense de los ídolos nos dice la biblia.  Ten cuidado.  Pon atención.  Abre los ojos y entiende que hay cosas en tu vida que están en contra del Señor.  Debemos reconocerlas y orar para que no sean parte de nosotros.  El dinero es un gran ídolo.  La enfermedad o mejor dicho, la salud también.  Examina tu corazón.  Pide a Dios que te muestre si estás dejando que haya ídolos en tu vida.

Oración

Señor: quiero que seas el rey de mi vida.  Quiero que tomes el trono y dirijas mi camino.  Perdona si he sido necio y soberbio al querer seguir con mi voluntad poniéndote en segundo lugar.  Te pido examines mi vida y me muestres todo lo que quieras cambiar en mí.  Apártame de los ídolos y reina en mí.  En Cristo Jesús.  Amén

20 dic 2013

1 Juan 5:18-20

Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el maligno no llega a tocarlo.  Sabemos que somos hijos de Dios, y que el mundo entero está bajo el control del maligno.  También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero.  Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo.  Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.



Hay mucha información y voy a tratar de separar punto por punto.  Lo primero que llama mi atención es leer que el mundo está bajo el control del maligno, o sea, Satanás.  La misma biblia nos está diciendo que el Diablo controla este mundo.  ¿Qué pasó con el Dios Todopoderoso?  ¿Cómo es posible que el maligno reine mientras Dios se hace a un lado?  Para contestar estas preguntas cito Juan 16:33b y dice: pero confiad, Yo he vencido al mundo.  Esto nos dice que se trata de un control otorgado y por lo tanto, limitado.  Dios tiene control sobre Satanás también y por ello no tiene problema en vencerle.  Así que, no temamos por lo que pasa en este mundo pues nuestro Señor ha vencido.  Lo que sí debemos de tener, es una carga por llevar el evangelio a cada rincón de la tierra.  Empieza con tu pareja, con tus familiares, con tus hijos, con tus amigos, con tus conocidos, tus vecinos.  Hay mucha gente que conoces a la que le debes compartir de Cristo.  Piénsalo, la gente que no tiene a Jesús ¡está atrapada en un mundo gobernado por Satanás!  ¡Por esa razón el mundo está de cabeza!  Pero Dios se encarga de poner las cosas en orden.  Lo ha hecho en mi vida y lo quiere hacer en la tuya también.  Abramos los ojos y observemos la realidad.  La gente necesita de Dios.  Primeramente para salvar su alma y tener vida eterna.  Segundo, para que su vida tenga sentido y esté plena.  Ya vimos que el dinero no llena.  Ya vimos que la fama tampoco.  No hay nada en este mundo que pueda darte una vida plena y de paz más que Cristo en tu corazón.  Todo lo demás son distracciones del maligno para hacerte pensar que es lo que necesitas.  Piénsalo.  ¿Estás buscando lo que este mundo ofrece?  Ahora ya sabes quién gobierna en este mundo.  Mejor busca lo espiritual.  Busca a Aquél que venció a este mundo.  Me llena de tristeza y asombro la manera en que buscamos lo que no necesitamos.  Espero que las palabras de Juan se queden grabadas en tu mente: Satanás controla el mundo.  ¿Qué hacemos buscando lo que en él hay?  ¿Cómo queremos mejorar nuestra vida, nuestras relaciones y nuestro corazón a través de algo que controla Satanás?  Imposible.  ¿Te das cuenta?  Si el mundo ofreciera algo bueno, no tendríamos lo que cada día nos rompe el corazón al escuchar las noticias o simplemente abrir los ojos por donde caminamos y ver alrededor.  Todos necesitamos de Dios.  Él es quien nos protege, quien nos perdona, quien nos consuela, quien nos ama y quien llena nuestra vida de paz.  Dejemos de buscar en donde no hay.  La biblia es el lugar correcto.  El sacrificio de Jesús es el camino para tener comunión con el Dios que ha vencido al mundo y que quiere que te reconcilies con Él. 

Oración
Señor: gracias.  Has abierto mis ojos y mi entendimiento.  Te pido perdón por mis pecados y te agradezco el mostrarme que este mundo no ofrece nada pues lo controla Satanás.  Gracias por darme la certeza que Tú has vencido al mundo y puedo confiar en Ti.  Te pido que deje de buscar en este mundo y busque ahora tu camino en todo momento.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

18 dic 2013

1 Juan 5:16-17

Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a muerte, ore por él y Dios le dará vida.  Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a muerte.  Hay pecado que sí lleva a la muerte, y en ese caso no digo que se ore por él.  Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte.



La carta a los romanos en el capítulo 6 verso 23 dice: porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.  ¿Se está contradiciendo la biblia?  Si por un lado nos dice que el pecado es muerte, cómo es posible que al mismo tiempo otro pecado no sea muerte.  Cuando algo así sucede, recuerda que tenemos que ir a la biblia e investigar más para encontrar claridad.  En el libro de Génesis, encontramos a Dios diciendo que el pecado (la maldad) de la gente llegó al punto que decidió terminar con toda la humanidad excepto Noé y su familia.  De la misma forma, encontramos más adelante, que el pecado de Sodoma y Gomorra terminaron en muerte inmediata para esas ciudades.  En el libro de los hechos, encontramos a Ananías y Safira que, al intentar engañar a los discípulos, mueren inmediatamente.  Podríamos entonces entender, que la muerte a la que se refiere Juan en este caso es similar a la que atravesaron estos ejemplos.  Una muerte inmediata.  Una muerte en la que Dios decide el momento y no permite que se peque más.  Por otro lado, también podemos pensar que busca aclarar las confusiones que existían entre ciertas tradiciones judías que no estaban en línea con el evangelio.  Aquí vemos muchos ejemplos con Pablo.  En repetidas ocasiones le cuestionaban sobre su comunión con gentiles o su alimentación entre otras cosas, pensando que eran pecados lo que estaba haciendo.  Claramente estos no son pecados de muerte como se refiere la carta a los romanos.  Ahora, podríamos hacer un estudio exhaustivo sobre este tema y llenarnos de información que al final no nos llevaría a crecer espiritualmente o, podemos tratar de entender qué nos quiere decir Juan como mensaje y cómo debemos aplicarlo a nuestra vida.  Lo primero que vemos es la necesidad de orar por nuestros hermanos.  No juzgar.  Orar.  No señalar y minimizar.  Orar.  No burlarse ni sentirse superior.  Orar.  Todos necesitamos estar orando unos por otros.  Todos caemos.  Todos pecamos.  No nos espantemos por la palabra pecado.  ¿A quién engañamos?  El hecho de hablar de Dios e ir a la iglesia no quiere decir que hayamos dejado de pecar.  Si bien, el pecado ya no reina en nosotros, nuestra naturaleza sigue siendo caída.  El mensaje es la oración por nuestros hermanos.  El mensaje es que Dios da vida.  El mensaje es que el Señor escucha las oraciones que hacemos por nuestros hermanos.  ¡Oremos!  No por hipocresía sino porque entendemos la gran necesidad que hay entre nosotros.  Ora por mí.  Ora para que el Señor me de vida.  Lo necesito.  Y así también lo necesitas tú.  Oremos los unos por los otros para que Dios nos de vida y el pecado no sea señor en nuestras vidas.

Oración

Padre: te pido perdón por mis pecados.  Te pido por mis hermanos en la fe para que les des vida y los fortalezcas en la fe.  Te pido que no permitas que nos separemos de ti y que el pecado no reine en nosotros sino tu Espíritu.  Guíanos mi Señor en todo momento.  En el nombre de Jesús.  Amén

17 dic 2013

1 Juan 5:14-15

Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, Él nos oye.  Y si sabemos que Dios nos oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.



Podría cambiar esos versículos muy poco y utilizarlos para decirte que Dios quiere darte todo lo que pidas.  Podría convencerte que Dios te ama y que siempre te escucha por lo tanto, cualquier cosa que le pidas, puedes estar seguro que te la dará.  Más o menos eso está diciendo Juan.  El problema viene cuando se omite lo que la biblia dice y tomamos lo que nos gusta escuchar.  También, hay muchos que utilizan la palabra para enriquecerse engañando a todo el que se deje.  Por esta razón debes tener mucho cuidado y estudiar constantemente la biblia.  Recuerda que no soy yo ni ningún otro predicador sino Dios quien nos ha dado su mensaje.  A Él y solo a Él debemos poner atención.  ¿Qué dice el pasaje de hoy?  Voy a empezar al revés con lo que no dice.  No nos dice que si pides algo te lo va a dar.  No dice que cada vez que ores Él responderá inmediatamente.  No dice que todas tus oraciones van a tener un resultado como tú lo pides.  Lo que sí dice es que tenemos una certeza, una confianza dice Juan.  Certeza de que al pedir conforme a la voluntad de Dios, nuestra oración no solo será escuchada sino tendrá una respuesta favorable.  Aquí es donde radica el punto de inflexión.  ¿Qué quiere decir conforme a su voluntad?  Significa que muy probablemente sea en contra de tu voluntad.  Ojo, no siempre.  Conforme vayas madurando espiritualmente, estarás más y más en línea con Sus deseos y principios, pero al principio, sentirás que quieres orar por todo menos por Su voluntad.  Es normal.  Estás acostumbrado a ver por ti y luego por ti y al último por ti.  Ahora se trata de Jehová y no de ti.  Se trata de Su voluntad y no la tuya.  Se trata del mejor camino para tu vida pero éste no llega por si solo.  Debemos aprender a morir a nosotros para que Él reine.  Te voy a dar un ejemplo de lo que significa orar conforme a la voluntad del Señor.  Hace ya algunos años, recuerdo muy bien a una persona que me escribió sobre su situación económica.  Había perdido su trabajo y las cosas tenían un panorama sumamente oscuro.  Se encontraba desesperado.  Me cuestionaba sobre la respuesta a sus oraciones y quería orar correctamente.  Yo te pregunto, ¿por qué debe orar esta persona?  ¿Por conseguir un trabajo?  Esa sería su voluntad.  Pero, ¿cuál es la voluntad de Dios?  utilicemos la biblia para contestar.  Mateo 6:25-34 nos dice: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?  Y termina diciendo: No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  Dios ya sabe que no tienes trabajo.  No va a dejarte.  Él te está diciendo que se encargará de darte lo que necesitas.  El problema viene cuando nosotros intervenimos en decidir qué necesitamos.  Entonces, si Dios nos dice que no nos preocupemos por qué comer o qué vestir, ¿qué sentido tiene estar orando por mejorar nuestra situación económica?  Esto agobia a los que no conocen al Señor pero no a sus seguidores.  Nuestras oraciones deben estar enfocadas en cómo servirle y no en cómo servirnos.  En buscar su reino y no el nuestro.  Queremos que nuestras oraciones sean escuchadas y que la respuesta llegue lo antes posible, pero no nos preocupamos por lo que Dios quiere enseñarnos.  ¿Te das cuenta?  Es probable que tus pruebas sean para mostrarte que no estás alineado con el Señor y tú sigues queriendo arreglar otras cosas.  ¡Abre los ojos!  Debemos indagar profundamente en nuestro corazón y entregar todo al Señor.  Tus miedos.  Tus rencores.  Tus afanes.  Tus logros.  Todo.  Deja tu carga que es pesada y lleva la de Él que es liviana.  Dios te ama.  Dios quiere bendecirte.  Sin embargo, tus oraciones no tendrán respuesta si no están conforme a la voluntad del Señor.  Aprendamos a orar.  Aprendamos a poner nuestros principios en línea con los suyos.  Aprendamos a preocuparnos por lo que a Él le preocupa y dejemos atrás nuestra vieja forma de vivir.

Oración

Señor: hoy entiendo que no se trata de mí sino de Ti.  Hoy entiendo que mis oraciones estaban encaminadas a resolver mis problemas y no en crecer espiritualmente o en poner tu voluntad por encima de la mía.  Gracias.  Gracias porque te preocupas por mí.  Gracias por tu amor y misericordia.  Yo te pido perdón por mis pecados y sobre todo, por mi egoísmo y soberbia al no querer dejar de pensar en mi y no dejarte reinar en mi vida.  Hoy me pongo de rodillas y te entrego todo mi ser.  Gobierna en mi corazón.  Que tus principios y tus deseos sean los míos.  Te lo pido en el nombre de mi Señor Jesús.  Amén