Vistas de página en total

26 jun 2013

1 Pedro 3:19-22


Por medio del Espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados, que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca.  En ella sólo pocas personas, ocho en total se salvaron mediante el agua, la cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes.  El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios.  Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo, quien subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios, y a quien están sometidos los ángeles, las autoridades y los poderes.



En la época de Noé, la gente fue advertida sobre lo que vendría.  En los tiempos de Lot, Sodoma y Gomorra fueron también advertidos.  En el tiempo de Cristo, se nos volvió a ofrecer la reconciliación con Dios.  ¿Qué sucedió?  Vino un diluvio que acabó con todos menos los que estaban en el arca.  Después cayó fuego del cielo y las dos ciudades fueron destruidas.  Al morir Jesús hubo un terremoto, el velo del templo se rasgó en dos y hubo oscuridad desde mediodía hasta media tarde.  Hoy en día, ¿qué estamos esperando para entregar todo nuestro ser al Señor?  ¿Necesitamos destrucción para entender?  ¿Necesitamos diluvios?  ¿Por qué seguimos pensando que la vida seguirá como lo hizo hoy?  ¿Por qué nuestro orgullo nos deja tan ciegos?  Así como un día no paró de llover y Noé entró al arca con su familia.  Así también habrá un día en el que dejemos de estar aquí.  Ese día llegará y te preguntarás ¿Tenía sentido estarme preocupando por todo aquello que me quitaba el sueño?  ¿Qué va a decir Dios de lo que hiciste con todo aquello que te fue entregado?  ¿Es Cristo tu Señor y Salvador?  El pasaje de hoy nos recuerda de una época en la que la gente no creyó en lo que Dios anunció.  Un tiempo en el que comían, se casaban y se divertían.  Pero llegó un día en el que todo terminó y la lluvia no paró.  Imagino que algunos intentaron entrar al arca una vez que vieron que era en serio y el agua cubría ya sus casas.  Demasiado tarde.  Hoy tenemos la oportunidad de “entrar al arca”.  Hoy tenemos la oportunidad de aceptar la reconciliación que ofrece Jesús.  Hoy tenemos la oportunidad de no caer en los mismos errores en los que tanta gente se ha perdido.  Hoy podemos caminar distinto.  Todo empieza reconociendo nuestra necesidad de Dios.  Reconociendo nuestros pecados.  Reconociendo que hemos tomado malas decisiones y hemos hecho mal las cosas.  Reconociendo que nos sentimos vacíos, tristes y agotados.  Dios está ahí.  Listo para recibirte.  Si has tomado la decisión de seguir a Jesús y transformar tu vida, debes saber que el bautismo es el siguiente paso.  No porque sin él no irás al cielo ni porque algo milagroso sucederá.  No.  La misma biblia nos explica el por qué debemos bautizarnos: como compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios.
¿Dónde estás parado?  ¿Hacia dónde te diriges?  ¿Qué estás esperando para hacer las cosas distintas?  El tiempo sigue avanzando y nosotros no podemos quedarnos parados.  Cada día debemos buscar cómo servir a nuestro Dios y cómo entregarle nuestra vida.  Seamos ejemplo como lo fue Noé.  Seamos ejemplo como lo fue Jesús.  Por el contrario, seremos aquellos que quedaron fuera del arca o peor aún de los que gritaban e injuriaban mientras Cristo era crucificado.

Oración
Señor: perdóname.  He sido orgulloso y no he querido escuchar tu mensaje.  Yo quiero estar dentro del arca.  Yo quiero estar con Cristo como mi Señor y Salvador.  No quiero ser de los que quedaron fuera mi Dios.  Te pido perdones mis pecados.  Te pido renueves mi corazón y mi mente.  Dale sentido a mi vida.  Lléname de Ti y guíame para no llenarme de nada más.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén 

No hay comentarios: