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7 may 2013

1Pedro 1:20-21


Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado estos últimos tiempos en beneficio de ustedes.  Por medio de Él ustedes creen en Dios, que lo resucitó y lo glorificó, de modo que su fe y su esperanza están puestas en Dios.  



Si lees el capítulo 1 del evangelio de Juan, puedes complementar lo que está escribiendo Pedro con respecto al señalamiento de Cristo antes de la creación del mundo.  Desde que empezó el mundo, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, designaron que Cristo (Dios Hijo) sería hecho hombre y se manifestaría a nosotros para poder ser reconciliados con Dios Padre a través de su crucifixión.  
El Verbo (Cristo) siendo Dios, fue hecho hombre.  No se aferró a su deidad sino que tomó forma humana para que tú y yo pudiéramos ser rescatados.  Para que a través de Él, pudiéramos creer en Dios y tener comunión con el Padre.  Tristemente, muchas personas piensan que no necesitan ser perdonadas.  Piensan que todos somos “buenos”.  Creen que cualquier pensamiento está bien e incluso algunos niegan la existencia del cielo o el infierno.  Personalmente me parece algo bueno el cuestionar cualquier creencia.  Debemos ser juiciosos y no ser imitadores sin corroborar lo que estamos siguiendo.  No niego que existan otras religiones o pensamientos.  Sería absurdo.  Tampoco niego que cada persona pueda pensar y crear cualquier ideología que le parezca.  Lo que sí niego y no porque lo piense yo sino porque la biblia, la palabra de Dios, lo dice, es que cualquier persona fuera de lo que anuncia Cristo, tiene la razón.  Me explico mejor.  Podemos escuchar miles de pensamientos e ideas.  Podrán decir que el hombre proviene del chango y que al morir reencarnaremos.  No podemos negar el que alguien tenga este tipo de ideologías.  Pero lo que sí podemos hacer es ser luz en la oscuridad y predicar lo que dice el evangelio: que Dios es el creador de todo el universo, que necesitamos de Cristo para ser perdonados de nuestros pecados y que sin Él como nuestro redentor, no podemos acercarnos al Padre.  Que al morir, todos seremos llevados a juicio y seremos evaluados conforme a nuestros actos.  Si aceptamos a Cristo, seremos absueltos e iremos al cielo, si no lo reconocimos, seremos llevados al infierno.  Estos principios no los inventé yo.  No se le ocurrieron a alguien más.  Están en el libro que contiene cada detalle que Dios quiere que sepamos.  ¿Necesitas más?  Cristo cuando se hizo hombre anunció que moriría.  No termina ahí.  ¿Todos morimos cierto?  Lo que también anunció es que resucitaría al tercer día.  ¿Sabes?  Lo hizo.  No porque lo digo yo.  No porque alguien dijo que resucitó.  No.  Sino porque se presentó ante multitudes para que vieran que había vencido a la muerte.  El pasaje de hoy nos dice que por medio de Cristo nosotros podemos creer, tener fe y esperanza en Dios.  De ti depende el aceptar estas palabras y hacerlas tuyas.  De ti depende el reconocer tu necesidad de un redentor.  De ti depende el aceptar que fuiste creado de manera única y perfecta y no de una evolución de miles de millones de años.  De ti depende aceptar que el evangelio es verdadero y que Cristo es el único camino para llegar al Padre.  Deja de estar peleado con Dios.  Él está ahí.  Con los brazos abiertos.  Amándote y esperando que des la vuelta y lo reconozcas.  Deja tu orgullo que no te ha traído nada nuevo y abraza este regalo que te ofrece el Señor.

Oración
Dios Padre: creo en Ti.  Creo en tu palabra.  Creo en que tu Hijo Jesús murió por mis pecados para poder reconciliarme contigo y darme vida a tu lado después de la muerte.  Te pido me perdones y le des dirección a mi vida.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén 

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