Vistas de página en total

31 may 2012

Hechos 25:13-16


Pasados algunos días, el rey Agripa y Berencie llegaron a Cesarea para saludar a Festo.  Como se entretuvieron allí varios días, Festo le presentó al rey el caso de Pablo.  Hay aquí un hombre, le dijo, que Félix dejó preso.  Cuando fui a Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos presentaron acusaciones contra él y exigieron que se le condenara.  Les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a ninguna persona sin antes concederle al acusado un careo con sus acusadores y darle la oportunidad de defenderse de los cargos.


Al terminar este año, el mundo habrá visto elecciones presidenciales en Egipto, Francia, México, Estados Unidos, Venezuela, Eslovenia, Ghana, Corea del Sur, entre otros.  Dependiendo de cada país, tendrán sus debates y campañas políticas.  Como sociedades, buscamos tener un régimen que vea por el bienestar del país aunque tristemente algunas personas prefieren beneficio personal por encima del colectivo.  Las discusiones entre un partido y otro se vuelven acaloradas.  Los candidatos hablan mal de sus oponentes y tratan de decir cómo cambiarían los problemas actuales.  Todo esto lo escribo porque en el pasaje de hoy puedo ver perfectamente a dos actores políticos de la actualidad con la misma plática.  Mire señor gobernador o señor presidente, esta es una situación que yo tomé en mis manos y la manejé de la mejor manera.  Aclaré cómo utilizamos la ley para resolver los problemas y todo ha salido a la perfección.  El gobierno anterior no supo qué hacer y nos dejaron el paquete que nosotros sí supimos cómo resolver.  ¿Te suena familiar?  ¡Pasa en todos lados!  Pasaba hace dos mil años y hoy en día es lo mismo.  ¿Por qué?  Porque proviene de la naturaleza humana.  Por esta razón no entiendo a los que desacreditan la biblia por ser antigua.  El libro será viejo pero el hombre es el mismo. 
¿Qué debemos hacer como seguidores de Jesús ante tanto ruido político?  ¿Cómo debemos comportarnos?  ¿Qué dice Dios al respecto?  Aunque no lo creas, el Señor nos da perfectamente la pauta para la política: dar a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.  Aunque el pasaje se refiere al tributo o impuesto, me parece que lo podemos extender un poco más.  Cumple con tus obligaciones como ciudadano.  Obedece a tus autoridades.  Obedece las leyes.  Pero lo más importante es que des a Dios lo que es de Dios.  Ama al Señor tu Dios sobre todas las cosas.  Ama a tu prójimo como a ti mismo.  Da testimonio compartiendo el evangelio y haciendo discípulos en cada rincón de la tierra.
Cuando Jesús vino a la tierra, el imperio romano tenía grandes virtudes y vicios.  Sigo sin encontrar algún pasaje que nos diga que Jesús intentó cambiar el régimen político.  Lo que sí hizo todos los días, es cambiar el régimen en el que nuestro corazón, nuestra mente y nuestros deseos vivían.  Nos cambió de un régimen de esclavitud al pecado a uno de libertad.  ¿Por qué Jesús no hizo nada al respecto con tanto vicio de los romanos?  ¡Porque lo más importante en esta vida es servir a Jehová!  Lo material va y viene.  Si bien, es increíble poder adorar a nuestro Señor de manera libre y sin miedo, los discípulos lo hicieron siendo perseguidos ferozmente y de igual manera fueron bendecidos por Dios.  Cada sociedad que se entregue a Cristo, tendrá las mejores bendiciones.  No por el partido político o un candidato sino porque la sociedad ha decidido seguir a Jesús.  En el pasaje de hoy podemos darnos cuenta que un candidato o un partido político, no cambiarán a un país.  El cambio lo debemos promover nosotros liberando a las personas de la esclavitud al pecado (Romanos 6).  ¡Este es el motivo para vivir!  ¡Este es el motivo para luchar!  ¡Este es el motivo para entregar todo tu esfuerzo!  Alabado sea Jesús.
Oración
Señor: definitivamente me confunde todo lo que pasa a mi alrededor.  Hay mucho ruido y a veces no logro tener una buena visión con Tu perspectiva.  Hoy entiendo que debo enfocar mi esfuerzo a servirte y a llevar tu nombre a más personas para que sean liberados del pecado.  Te pido que pueda ser ejemplo de lo maravilloso que es tener comunión contigo.  Gracias por tu palabra.  Gracias por tus instrucciones.  Gracias por tu amor.  Gracias en el nombre de Jesús.  Amén 

30 may 2012

Hechos 25:9-12


Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, le preguntó: ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén para ser juzgado allí ante mí?  Pablo contestó: ya estoy ante el tribunal del emperador, que es donde se me debe juzgar.  No les he hecho ningún agravio a los judíos, como usted sabe muy bien.  Si soy culpable de haber hecho algo que merezca la muerte, no me niego a morir.  Pero si no son ciertas las acusaciones que estos judíos formulan contra mí, nadie tiene el derecho de entregarme a ellos para complacerlos.  ¡Apelo al emperador!  Después de consultar con sus asesores, Festo declaró: has apelado al emperador.  ¡Al emperador irás!


Hace algunos meses, subí a un taxi en la ciudad de México.  Nos encontrábamos en un cruce y no nos dejaban pasar.  Poco a poco fue avanzando para intentar que los demás se pararan y pudiéramos avanzar.  Llegó un punto en el que teníamos a un coche a punto de chocarnos.  El taxista comenzó a gritar: ¡pégame!  ¡Inténtalo!  Y así siguió gritando mezclado con groserías.  Finalmente, pudimos avanzar.  Fuera de lo estresante que resultó la experiencia, se me quedó muy grabado la falta de visión del taxista.  Su taxi es su trabajo y de cierta manera su vida.  Si le pegan, tendría que llevarlo al taller y quedaría unos días sin poderlo usar, por consecuencia, sin recibir dinero.  ¿En qué estaba pensando?  ¡En nada!  Es claro que no estaba meditando en sus reacciones.  Solamente estaba actuando por coraje, frustración y desesperación.  Y lo triste es que no está solo.  ¡Nosotros actuamos así en repetidas ocasiones!  No pensamos las cosas y simplemente reaccionamos.  ¡Gran error!  Posteriormente sufrimos las consecuencias de nuestras malas decisiones.  ¿Pero qué hizo Pablo?  No cedió a su orgullo.  No cedió a su coraje.  Trata de ver la escena a detalle y ponte en sus zapatos.  Ahí estás siendo juzgado injustamente.  La persona que debe ver por la justicia, quiere quedar bien con aquellos que te acusan sin razón.  Tratas de explicar tu punto pero ves que las cosas no caminan.  Además, al decir que eres inocente, el mismo que vela por la justicia comienza a retar tu inocencia.  ¿Estás seguro que eres inocente?  ¿Tan convencido estás que podrías ir a Jerusalén?  Si no hiciste nada malo no deberías temer el ir y ser cuestionado allá.  ¿Te das cuenta cómo están picando en el orgullo de Pablo?  ¡Yo ya me hubiera desesperado!  Me hubiera gustado entrar en una discusión con Festo y buscar acabarlo de alguna manera.  Pero ese deseo solamente hubiera traído mi destrucción pues me hubieran llevado a Jerusalén y en el camino nos hubieran emboscado.  Pero Pablo nos dejó el ejemplo y la biblia nos dice que aprendamos a dominar nuestra lengua pues un pequeño órgano controla todo el cuerpo y tristemente, una chispa quema todo un bosque.  Pablo vio más allá.  Estaba enfocado en el reino de Dios y buscaba servir.  No se quedó en el ruido de la acusación y la injusticia ni en la provocación de Festo.  En sus dos años de prisión, meditó y el Señor le mostró sus planes.  Por esto pide ir a Roma.  La mejor decisión que podía haber tomado.  Tardó años en llegar pero ese era el momento perfecto.  ¿Por qué no antes o después?  Solamente Dios lo sabe.
Medita.  Piensa antes de reaccionar.  ¿Qué buscas y qué lograrás con tus reacciones?  ¿Hacia dónde te diriges?  Así seas de carácter “fuerte” o “débil” tienes que poner atención a tus reacciones.  Ora.  Consulta a Dios.  Y deja de actuar sin pensar primero.  
Oración
Padre: gracias por tu palabra.  Gracias por preocuparte para que no caiga constantemente en los mismos errores y por mostrarme que mi orgullo y mi instinto pueden llevarme a tomar pésimas decisiones.  Quiero aprender a actuar por mis principios espirituales y no los carnales.  Quiero cambiar y te pido transformes mi corazón.  Te pido que controles mi lengua y mis reacciones.  Dame sabiduría para no caer en los mismos errores.  Perdona mis pecados Padre.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén 

29 may 2012

Hechos 5:6-8


Después de pasar entre los judíos unos ocho o diez días, Festo bajó a Cesarea, y al día siguiente convocó al tribunal y mandó que le trajeran a Pablo.  Cuando éste se presentó, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo rodearon, formulando contra él muchas acusaciones graves que no podían probar.  Pablo se defendía: no he cometido ninguna falta, ni contra la ley de los judíos ni contra el templo ni contra el emperador.


Los envío como ovejas en medio de lobos.  Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas (Mateo 10:16).  Yo sé que es difícil recibir acusaciones falsas.  Sé que es difícil recibir ataques injustificados.  Sé también que duele cuando nos lastiman o nos traicionan.  ¿Pero sabes algo?  Debes aprender a tener dominio de tu cuerpo, de tu mente y de tus reacciones.  No puedes ir por el mundo tratando de vengar cada daño que te han hecho.  No puedes andar buscando descargar tu ira en el momento en que se te presente una oportunidad.  Estos deseos no provienen de Dios sino de tu naturaleza carnal.  Estos deseos y pensamientos son los que debes entregar a Dios y pedir que los remueva de tu interior.  La palabra de Dios nos ayuda a entender con más claridad el propósito de tu vida y la mía junto con las dificultades que atravesaremos.  ¿Quiénes somos?  Ovejas.  ¿Cómo debemos reaccionar?  Con inteligencia y humildad.  ¿Qué enfrentaremos?  Lobos.  ¿Qué nos harán?  Querrán devorarnos.  ¿Lo puedes ver?  Con la biblia nos podemos preparar para lo que ha de venir.  En los equipos de rescate, constantemente realizan simulacros de posibles emergencias que pudieran ocurrir.  ¿Con qué fin?  El día que una situación se presente, ellos estarán mejor preparados para actuar con la cabeza fría y enfocada en resolver lo que se presente.  Así estaba Pablo y así debemos estar nosotros.  Preparados.  Listos para lo que venga.  No distraídos sino enfocados y listos para encontrarnos entre lobos y reaccionar sabia y sencillamente.  Medita en esto: ¿qué tipo de reacción quieres tener si te encuentras en medio de lobos y no te has preparado para lo que estás atravesando?  Suena ilógico pero así somos.  Como dice el dicho “queremos ir a la guerra sin fusil”.  
Date cuenta de los ataques que estaba recibiendo Pablo.  Tenía a varias personas en su contra y en su cara mintiendo y viéndolo con odio y coraje.  Tratando de intimidarlo y hacerlo sentir mal.  Buscaban su muerte.  Buscaban acabar con él en cualquier momento.  ¿Intimidante?  ¡Seguro que sí!  Pero Pablo pasó dos años encarcelado preparándose para este momento.  Sin temor, se defendió como serpiente y paloma.  Soy inocente.  Suena sencillo pero sus palabras son sumamente eficaces y profundas.  No les dijo mentirosos.  No los atacó.  No trató de explicar que estaban poniendo una trampa en su contra.  Con su respuesta los dejó sin oportunidad para más provocación.  ¡Así debemos reaccionar!  No por instinto ni por impulso sino con meditación y sabiduría queriendo seguir los pasos de Jesús.
Es normal atravesar este tipo de circunstancias.  No te extrañes ni sientas que Dios se ha alejado.  Él está ahí.  Te está viendo.  Prepárate.  Lee y estudia la Biblia.  Ora constantemente.  Busca consejo de alguien familiarizado con los principios de Dios.  Así, podrás estar mejor preparado para ser sabio y humilde en tus acciones.
Oración
Padre nuestro: Tú eres omnipresente y eres Santo.  Permite que mi prioridad sea buscar tu reino y aprenda a vivir conforme a tu voluntad y no la mía.  Quiero aprender a ser sabio y sencillo y a estar preparado para lo que pueda venir.  Te doy gracias por darle sentido a mi vida y por estar siempre ahí cuando más te necesito.  Te pido traigas paz a mi corazón.  En el nombre de Jesús te lo pido.  Amén 

28 may 2012

Hechos 25:1-5


Tres días después de llegar a la provincia, Festo subió de Cesarea a Jerusalén.  Entonces los jefes de los sacerdotes y los dirigentes de los judíos presentaron acusaciones contra Pablo.  Insistentemente le pidieron a Festo que les hiciera el favor de trasladar a Pablo a Jerusalén.  Lo cierto es que ellos estaban preparando una emboscada para matarlo en el camino.  Festo respondió: Pablo está preso en Cesarea, y yo mismo partiré en breve para allá.  Que vayan conmigo algunos de los dirigentes de ustedes y formulen allí sus acusaciones contra él, si es que ha hecho algo malo.


Es muy fácil afanarse.  Prácticamente puedes vivir afanado y no darte cuenta.  Lo único que sientes es que estás de mal humor y que enojarte se ha vuelto cada vez más sencillo y explosivo.  Posteriormente la amargura comienza a dar frutos.  No es una historia ajena.  Tú y yo hemos pasado por esto.  ¿El problema?  No nos damos cuenta de cómo estamos viviendo.  Allá afuera se promueve una vida que está totalmente ajena a los principios del Señor.  Nos hacen pensar que esto o aquello traerá bienestar a nuestras vidas pero conforme pasa el tiempo, no llega absolutamente nada y el afán florece.  ¿No me crees?  ¿Crees que estoy exagerando?  Pon atención a los comerciales por tan solo 5 minutos.  ¿Qué dicen?  ¿Qué promueven?  A los hombres nos dicen que debemos tener dinero y vernos exitosos (sigo sin entender cómo alguien se ve exitoso), mientras que a las mujeres les dicen que deben tener una muy buena figura y nunca envejecer.  Nos dicen qué auto debemos tener y nos hacen pensar que demuestra felicidad el tener tal o cual.  ¿Qué pasa si no tenemos lo que nos promueven?  Nos quejamos.  Nos deprimimos.  Envidiamos a los que sí tienen esto o aquello.  Te recomiendo que pongas atención a la publicidad.  ¿Has visto las revistas de chismes?  ¡Parecen de pornografía!  Y nos hacen pensar que eso es normal y está bien.  ¡No lo está!  Todo esto nos llena la mente de deseos y pensamientos que no son los deseos y pensamientos de Jesús.  ¿Por qué crees que nos dice la biblia que debemos estar preparados para una batalla espiritual (efesios 6)?  El Consejo estaba afanado contra Pablo.  Todos sus pensamientos buscaban deshacerse de él y no se dieron por vencidos.  Pablo fue trasladado fuera de Jerusalén.  Para este momento podrían haberse cuestionado sus intenciones.  ¿Cuánto más vamos a querer acabar con este hombre que el mismo gobernador lo ha protegido poniendo a más de 400 soldados?  ¡Era ilógico!  Pero ahí estaban.  Día tras día.  Conspirando.  Buscando la manera de acabar con él.  Y muchas veces así estamos nosotros.  Día a día tratando de conseguir lo que pensamos será bueno para nosotros.  ¿Te has preguntado si es la voluntad de Dios?  ¿Te has preguntado si tiene sentido?  El pasaje nos dice que insistían y no se daban por vencidos hasta querer completar su objetivo: asesinar a Pablo.  ¡El Consejo pensaba que el asesinar a Pablo traería un beneficio!  Obviamente no lo estaban haciendo para recibir un mal.  ¿Te das cuenta de lo mal que podemos estar?  Tal vez pienses que tu objetivo es distinto y es válido.  Traerá bienestar económico o algún beneficio distinto.  Mi consejo es que entregues a Dios todos tus deseos y cuestiones si se han convertido en afanes que no puedes controlar.  ¿De qué estás llenando tus pensamientos y tu corazón?  ¿A qué le dedicas tu tiempo libre?  Espero que puedas meditar en tus deseos.  Piensa si estás cargando con afanes y amarguras en tu vida.  Abre tu corazón al Señor y deja que te muestre tus verdaderas intenciones.  ¡Cuídate de lo que vez y escuchas!  
Oración
Señor mi Dios: alabado seas.  Eres grande y poderoso pero sobre todo amoroso.  Gracias por fijarte en mí y darme la oportunidad de tener comunión contigo.  Te pido perdón por mis pecados y por no servirte como Tú lo deseas.  Te pido Padre que abras mis ojos y permitas que vea cuántas cosas me roban la paz y se convierten en afán si siquiera enterarme.  Te pido que Tus deseos y Tus pensamientos sean los míos.  Gracias Señor.  En el nombre de Cristo Jesús.  Amén 

24 may 2012

Hechos 24:24-27


Algunos días después llegó Félix con su esposa Drusila, que era judía.  Mandó llamar a Pablo y lo escuchó hablar acerca de la fe en Cristo Jesús.  Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix tuvo miedo y le dijo: ¡Basta por ahora! Puedes retirarte.  Cuando sea oportuno te mandaré llamar otra vez.  Félix también esperaba que Pablo le ofreciera dinero; por eso mandaba llamarlo con frecuencia y conversaba con él.  Transcurridos dos años, Félix tuvo como sucesor a Porcio Festo, pero como Félix quería congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.

No se trata de jugar al optimista y no ver lo negativo o difícil de lo que nos sucede, pero si tomamos en cuenta que estando preso, Pablo pudo dar testimonio al gobernador Félix, debemos ver su encarcelamiento como un plan perfecto de Dios.  ¿Cómo imaginar que la aprehensión de Pablo pudiera tener semejante resultado?  ¡Imposible!  Solamente Dios pudo pensarlo.  He escuchado testimonios de personas compartiendo a Cristo en los hospitales mientras sus familiares se encuentran muy delicados.  ¡Dios quiere utilizarte en todo momento!  No hay un lugar único para hablar de Jesús.  
Por otro lado, ¿Cuántas veces hemos tenido flojera o pesadumbre de volver a compartir de Jesús a tal persona, pues sabemos que es necia y nunca escucha?  A veces hasta he preferido no decir nada.  Bueno, pues si utilizamos la biblia como ejemplo, podemos ver a Pablo siendo llamado en repetidas ocasiones por Félix y su esposa.  Tal vez las primeras veces pensó que en verdad querían escucharlo.  Pero después de que pasaron los meses y luego los años, pudo entender que principalmente estaban esperando que ofreciera dinero a cambio de su libertad.  Aun así, él siguió hablando de Jesús, de la reconciliación que ofrece e incluso, les dio algunos principios que se aplicarían a su vida: justicia, dominio propio y juicio venidero.  Tú y yo somos los siervos y Jehová el amo.  Si Él decide que debemos hablar a la misma persona una, diez o cien veces, nosotros debemos hacerlo.  Nada de poner pretextos.  No debemos limitar el plan de Dios porque no entendemos lo que vendrá.
Ahora, es importante tener los ojos abiertos y darnos cuenta del cuidado del Señor mientras todo parece estar de cabeza.  Pablo estaba encarcelado injustamente.  ¿Algo está mal no crees?  ¡Definitivamente!  Pero si recuerdas, había un complot para asesinarlo.  Gracias a que se encuentra en custodia, no pueden hacerle nada.  ¡Eso es cuidado de Dios!  Suena irónico y raro pero es la realidad.  Dios estaba protegiendo a Pablo.  Quería seguirlo utilizando y lo llevaría a cumplir su plan a pesar de que hubiera un grupo de personas que quisieran frenarlo.  Esto nos debe servir como ejemplo de que nuestro Dios tiene todo bajo control.  Nada, absolutamente nada se le escapa ni está fuera de su voluntad.  Si has atravesado situaciones difíciles, te recomiendo que medites sobre lo que Dios quiere enseñarte y cómo puede utilizarte mediante esa experiencia.  Si no lo has hecho, es probable que te hayas dedicado a quejarte y mostrar enojo e incredulidad sobre lo que viviste.  Si quieres, sigue quejándote, sigue guardando rencores y sigue enojado con Dios.  Solamente estás retardando el aceptar que necesitas cambiar de dirección, reconocer que te estás destruyendo por dentro y que ya no puedes más.
El Señor quiere utilizarnos y a nosotros no nos corresponde escoger.  Él nos habla y nosotros debemos escuchar y estar listos para servir.  
Oración
Padre: sé que me has hablado y no he estado listo para servirte sino al contrario, me he quejado y me he quedado sentado.  Te pido perdón.  Quiero vivir agradecido y viendo tus bendiciones.  Te pido que pueda ser testimonio de Ti sin importar las circunstancias y sin emitir juicio sobre a quién sí le hablo de Ti y a quién no.  Señor, permite que mi vida sea agradable a Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.

23 may 2012

Hechos 24:23


Luego le ordenó al centurión que mantuviera custodiado a Pablo, pero que le diera cierta libertad y permitiera que sus amigos lo atendieran.


Podían haber mandado a Pablo sin ningún tipo de privilegio y no hubiera podido recibir a nadie.  A pesar de sus prepotencia, Félix decide darle un regalo a Pablo permitiendo ciertas libertades mientras su proceso sigue.  ¿Cómo se aplica esto a tu vida?  ¿Qué tiene que ver con mis problemas de hoy?  
Muchas veces los problemas no se resuelven de un día para otro.  Las enfermedades pueden durar meses y años.  El desempleo puede extenderse más de lo que imaginabas.  Tu negocio no levanta como lo habías planeado.  Tu matrimonio sigue con más problemas.  Tu tristeza se agrava.  Y así, cada situación que atravesamos, puede alargarse por un periodo que no estabas preparado.  Todo esto comienza a causar estragos en nuestras vidas.  Comenzamos a cuestionar lo que hicimos.  Cuestionamos nuestra fe.  Nos enojamos.  Nos arrepentimos.  En general, tenemos una verdadera tormenta de emociones.  Mientras tanto, cuando decidimos escuchar al Señor, muchas veces Él, en su misericordia y amor, decide regalarnos ciertos “privilegios y libertad”.  Parece como una luz en medio de las tinieblas.  Un respiro cuando sentimos que nos ahogamos.  Definitivamente el problema no se ha terminado.  Las cosas prácticamente siguen igual, pero Dios se encarga de permitirnos descansar y tener paz sin importar las circunstancias.  Este momento es cuando Dios permite que “nos visiten y atiendan”.  De cierta manera seguimos en custodia, pero nos da la oportunidad de recibir ciertos privilegios que ahora podemos llamar bendiciones.
Tristemente, no todos se dan cuenta de esto.  Muchas personas prefieren continuar pensando que están atrapadas y en custodia.  Se “montan en su burro” y no pueden ver más allá.  ¿Ya te identificaste?  ¡Cuánto trabajo cuesta salirnos de nuestro sufrimiento y poder ver los pequeños regalos que Dios nos da cada día!  Sí, tus problemas son muy duros.  Sí, nadie puede comprender lo que has atravesado.  Sí, tu dolor puede ser insoportable.  Sí, tu situación es única y sumamente difícil.  Ese no es el punto principal.  Por estar tan metido en todos esos pensamientos, te estás perdiendo la oportunidad de ver las bendiciones de lo que hoy el Señor te ha decidido dar.  ¿Lo puedes ver?  Es fácil perdernos en las quejas.  Es fácil pensar que somos incomprendidos y justificar nuestros pensamientos y sentimientos.  La verdad es que no tenemos pretexto con Dios.  ¡Deja de quejarte!  ¡Deja de estar enojado!  ¡Deja de estar triste!  ¡Deja de estar preocupado!  O dime ¿En qué Dios confías y crees?  El Dios de la biblia te ama y quiere llevar toda tu carga que no te deja caminar.  Quiere que le entregues todas tus preocupaciones y todo aquello que roba tu paz y entorpece tu comunión con Él.  Seamos humildes.  Seamos sabios.  Busquemos esos regalos y privilegios que el Señor, así como le dio a Pablo, nos da hoy.
Oración
Padre Amado: definitivamente me has llenado de bendiciones que no he valorado por estar enfocado en lo incorrecto.  Te entrego mis cargas.  Te entrego todo lo que estorba en nuestra comunión.  Te pido que pueda vivir agradecido y que transformes mi manera de pensar.  Gracias por tu misericordia.  Gracias por tu amor.  Gracias por darme tanto.  En Cristo Jesús.  Amén.

22 may 2012

Hechos 24:17-22


Después de una ausencia de varios años, volví a Jerusalén para traerle donativos a mi pueblo y presentar ofrendas.  En esto estaba, habiéndome ya purificado, cuando me encontraron en el templo.  No me acompañaba ninguna multitud, ni estaba implicado en ningún disturbio.  Los que me vieron eran algunos judíos de la provincia de Asia, y son ellos los que deberían estar delante de usted para formular sus acusaciones, si es que tienen algo contra mí.  De otro modo, estos que están aquí deberían declarar qué delito hallaron en mí cuando comparecí ante el Consejo, a no ser lo que exclamé en presencia de ellos: es por la resurrección de los muertos por lo que hoy me encuentro procesado delante de ustedes.  Entonces Félix, que estaba bien informado del Camino, suspendió la sesión.  Cuando venga el comandante Lisias, decidiré su caso.  Les dijo.


Mientras leo las palabras de Pablo, me doy cuenta de lo real que es Dios.  La biblia nos dice que de la abundancia del corazón habla la boca (mateo 12:34) y esto es lo que estamos viendo con Pablo.  En su corazón estaba como prioridad el Señor y su reino.  Si pones atención a las palabras de Tértulo mientras acusaba a Pablo, hablan de un corazón totalmente distinto.  Un corazón moldeado a lo que estamos acostumbrados como humanos.  Algo de adulación para “ganarse” a Félix, algo de verdad para que no suene exagerado, y algo de mentira para lograr su propósito.  Pablo se mantuvo calmado y con palabras precisas.  Esto debemos imitar.  Para lograrlo, debemos examinar lo que hay en nuestro corazón.  Tal vez has logrado contener las palabras, pero ¡recuerda que Dios examina nuestros pensamientos también!  Sé honesto.  No está mal reconocer que hay “basura” en tu corazón.  Es justamente lo que necesitas para poder avanzar.  Date cuenta de lo que hay en ti.  Abre tus ojos y mira dónde están tus tesoros, porque donde ellos estén, ahí está tu corazón (mateo 6:21).  De ahora en adelante, pon atención no solo a tus palabras sino a tus pensamientos para que puedas darte cuenta de dónde estás parado.
Por otro lado, es sorprendente que el pasaje nos dice que Félix estaba bien informado de el Camino o dicho de otra manera, de Jesús.  ¿Cómo es esto posible?  ¿Quién le había hablado de Jesús?  Podría haberse enterado de dos formas a mi parecer.  La primera es a través de reportes de sus soldados que rondaban las ciudades y veían posibles movimientos que tomaran fuerza y fueran una amenaza.  La segunda es que alguien cercano a él le había compartido.  Cualquiera que sea la razón, es de total inspiración leer que estaba informado.  ¿Por qué?  Porque muchas veces como humanos limitamos el poder y alcance de nuestro Dios a aquello que podemos ver y entender mientras que Él no tiene límites.  Pensamos, ¿Quién va a compartirle a tal o cual persona?  ¿Cómo va a darse cuenta de su necesidad de Dios?  ¿Cómo va a pasar esto o aquello?  La respuesta es no lo sé, pero Dios sí lo sabe.  Si se encargó de que Félix escuchara de Jesús, estoy seguro que se encargará de todo lo demás.  Piensa en esto, seguramente Pablo no sabía que Félix tenía conocimiento de Jesús.  De todas formas él aprovechó el momento para expresar su fe y anunciar el evangelio.  Hagamos lo mismo y dejemos de dudar y de limitar el poder y soberanía del Señor.
Oración
Padre: te pido que examines mi corazón.  Te pido que pueda ser sincero y humilde para reconocer que debo cambiar.  Quiero que mi corazón esté lleno de tu palabra y de tus deseos.  Quiero que mi vida sea testimonio de Ti y de la comunión tan increíble que tengo contigo.  Perdona que he dudado de lo que puedes hacer.  Quiero confiar en ti y permanecer en tu palabra.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén 

21 may 2012

Hechos 24:10-16


Cuando el gobernador, con un gesto, le concedió la palabra, Pablo respondió: sé que hace muchos años usted ha sido juez de esta nación; así que de buena gana presento mi defensa.  Usted puede comprobar fácilmente que no hace más de doce días que subí a Jerusalén para adorar.  Mis acusadores no me encontraron discutiendo con  nadie en el templo, ni promoviendo motines entre la gente en las sinagogas ni en ninguna otra parte de la ciudad.  Tampoco pueden probarle a usted las cosas de que ahora me acusan.  Sin embargo, esto sí confieso: que adoro al Dios de nuestros antepasados siguiendo este Camino que mis acusadores llaman secta, pues estoy de acuerdo con todo lo que enseña la ley y creo lo que está escrito en los profetas.  Tengo en Dios la misma esperanza que estos hombres profesan, de que habrá una resurrección de los justos y de los injustos.  En todo esto procuro conservar siempre limpia mi conciencia delante de Dios y de los hombres.


Cada decisión que tomamos tiene una consecuencia.  Buena o mala pero a cada acción le corresponde una reacción.  ¿Por qué digo esto?  Porque en la vida debes tener muy claro que tipo de acciones quieres tomar.  Pon atención a la defensa de Pablo.  No adula al gobernador Félix.  No dice mentiras.  No habla mal de sus acusadores.  Además, utiliza el momento de su acusación para hablar de Cristo.  Esto es saber tomar buenas decisiones.  Imagina por un momento que, después de haber sufrido una serie de injusticias, haber pasado malos ratos y haber sido golpeado, te encuentras ante la persona que puede “vengar” tus maltratos.  ¿Qué decides?  ¿Acusar y defenderte con todas tus fuerzas?  ¿Qué hizo Pablo?  ¿En qué puso énfasis en sus declaraciones?  Aunque no tenemos el tono que utilizó, me parece que hace más énfasis en su creencia y compromiso con el Camino que en tratar de demostrar que era inocente.  Definitivamente se declara inocente, pero al instante decide aprovechar el momento que tenía frente a Él y declara a Cristo.  ¡Esto es lo que nosotros tenemos que hacer!  No caer en los enredos.  No dejarnos llevar por nuestros sentimientos o instintos.  Debemos aprender a guiarnos por lo que manda Dios.  Él quiere que nuestra prioridad sea amarlo por encima de todas las cosas.  Además, quiere que amemos a nuestro prójimo.  Por último, quiere que cada día de nuestra vida, vayamos y hagamos discípulos a todos los rincones de la tierra, enseñándoles lo que nos ha enseñado y bautizándolos en el nombre de Cristo.  ¡Estas deben ser tus prioridades!  Entonces, cuando te encuentres en la posibilidad de “acabar” a alguien que ha hecho mal, piensa dos veces.  Cuando tengas frente a ti a una, dos o más personas, piensa dos veces antes de hablar.  Aprovecha cada momento.  Entiende que lo que digas o hagas tiene una consecuencia y, si eres seguidor de Jesús, debes buscar que esa consecuencia siempre sea dar un buen testimonio.  No pienses primero en ti y luego en Dios.  Las cosas funcionan al revés.  Te animo a que medites en tus acciones.  Piensa bien cómo actúas y qué testimonio das.  Piensa si realmente estás comprometido con Dios y Él es tu prioridad.  Piensa en cada decisión que has tomado por tu cuenta y a dónde te ha llevado.  Piensa cada decisión que has tomado obedeciendo a Dios y a dónde te llevó.  ¿Cuál fue mejor?  ¿Cuál trajo paz a tu vida?  Debes ser inteligente y aprender a tomar buenas decisiones.  Que tus acciones tengan una reacción positiva y no a la inversa.
Oración
Padre nuestro: alabado seas.  Gracias por fijarte en mí.  Gracias por tu amor y por permitirme venir a Ti para pedir perdón y llenar mi vida de esperanza.  Hoy te pido que pueda aprender a que mis acciones siempre produzcan buenas reacciones.  Te pido que pueda aprovechar cada momento para declarar mi fe y la reconciliación que ofreces a través de Jesús.  Gracias mi Señor.  En Cristo Jesús.  Amén 

18 may 2012

Hechos 24:2-9


Cuando se hizo comparecer al acusado, Tértulo expuso su caso ante Félix: excelentísimo Félix, bajo su mandato hemos disfrutado de un largo período de paz, y gracias a la previsión suya se han llevado a cabo reformas en pro de esta nación.  En todas partes y en toda ocasión reconocemos esto con profunda gratitud.  Pero a fin de no importunarlo más, le ruego que, con la bondad que lo caracteriza, nos escuche brevemente.  Hemos descubierto que este hombre es una plaga que por todas partes anda provocando disturbios entre los judíos.  Es cabecilla de la secta de los nazarenos.  Incluso trató de profanar el templo; por eso lo prendimos.  Usted mismo, al interrogarlo, podrá cerciorarse de la verdad de todas las acusaciones que presentamos contra él.  Los judíos corroboraron la acusación afirmando que todo esto era cierto.


¿Qué tal si cambiamos un poquito esto y le aumentamos un poco más por allá y así vamos a ganar más?  Di que no cumplía bien con sus labores y utilízalo para despedir a tal persona.  A este jefe solamente podemos decirle lo que quiere escuchar sin importar que sea o no la verdad.  Si hacemos esto, nadie se va a dar cuenta y nos va a ir muy bien.  Dile que no fuiste tú y ya.  ¿Para qué pagas impuestos si todo se lo roban?  .  Estas son algunas frases que se me ocurren.  Hay miles de situaciones que cada uno de nosotros atraviesa en las cuales debemos decidir entre hacer lo correcto o lo que pensamos que nos podría beneficiar más.  ¿Lo entendiste?  Lo bueno y lo malo no siempre son tan evidentes.  Lo bueno no siempre se anuncia con mil beneficios mientras lo malo serían puras tragedias.  Muchas veces pensamos así pero esto no es la realidad.  Lo bueno, es lo que Dios quiere que hagamos basado en sus principios.  Lo malo es la opción que nosotros consideramos traería grandes beneficios a nuestra vida.  Los judíos estaban creando toda una historia sobre Pablo que distaba demasiado de la realidad.  ¿Para qué?  Para poderse deshacer de él.  Querían eliminarlo.  Estaba alterando su forma de vivir.  Estaba presentando evidencias a través de las escrituras que Jesús el nazareno era el Mesías que estaban esperando y esto causaba una gran inconformidad.  Lo bueno, en su caso, hubiera sido acudir a las escrituras con detenimiento y tratar de entender el mensaje.  Lo malo hubiera sido quererlo apagar.  La segunda alternativa traería calma inmediata.  No habría nadie que siguiera hablando de ese nazareno, mientras que la segunda podría crear mayor alboroto.  ¿Puedes darte cuenta que hacer lo incorrecto puede parecer fácil y lógico?  Tenemos que aprender a ver más allá.  Tenemos que aprender a tomar decisiones basadas en los principios de Jesús.  ¿Qué haría Jesús en esta situación?  
Todos los días se te presentan oportunidades para decidir de una u otra  manera.  Debes saber que no habrá un diablito y un angelito que se aparecerán cada vez que tengas que decidir.  Los caminos de Satanás son sutiles y tentadores.  No vendrá al descubierto sino vestido de oveja pero por dentro es un lobo que busca devorar.  Ten cuidado.  Se inteligente.  Se humilde.  Busca a Dios en todo momento y pon sus parámetros para decidir entre una u otra cosa.  No decidas por lo práctico o fácil sino por aquello que Dios quiere que hagas.
Oración
Dios Padre: definitivamente estaba equivocado.   Muchas veces decidí para quitarme un problema y después llegaron más.  Ahora entiendo que lo que parece fácil no siempre es lo mejor.  Ayúdame a decidir conforme a tu voluntad y a tener el valor y la fe para hacerlo.  Perdona mis pecados Señor.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

16 may 2012

Hechos 24:1


Cinco días después, el sumo sacerdote Ananías bajó a Cesarea con algunos de los ancianos y un abogado llamado Tértulo, para presentar ante el gobernador acusaciones contra Pablo. 


No fueron dos días ni siete ni veinte sino cinco.  ¿Por qué?  Por la soberanía de Dios.  A nosotros nos encanta querer poner tiempos a las cosas.  Investigamos y pensamos que aproximadamente debe tardarse tantos días u horas en que tal situación se resuelva.  La verdad es que dependemos cien por ciento de lo que Dios decida.  Resulta difícil entenderlo porque es un golpe duro a nuestro orgullo pero es la realidad.  ¿Cuántas veces has podido decidir que hoy sí te levantas y mañana no?  ¿Cuánto pudiste hacer cuando te enfermaste y terminaste un día en cama?  ¿Sabes por qué nos pasa esto?  Para que aprendamos a depender de nuestro Señor.  Nuestro Dios quiere que aprendamos a permanecer todos los días y en todo momento en Él.  Quiere enseñarnos que todo se mueve en Sus tiempos y a Su manera.  Nosotros podemos realizar las labores que nos corresponden, pero Él tiene la última palabra.  Por ejemplo: a veces, aunque tomes medicinas, tu enfermedad puede complicarse más.  Hiciste lo que te correspondía, tomar el medicamento, y lo siguiente es pedir a Dios no porque te regrese la salud, sí, entendiste bien, no porque se termine tu enfermedad sino porque puedas aprender lo que quiere que aprendas y que des el testimonio correcto mientras dure.  Después, es necesario esperar a que Él decida cuánto tiempo durará.  Así estaba Pablo, esperando.  Estaba preso de manera injusta y de todas formas tenía que esperar.  Pasó un día, luego dos, tres, cuatro y hasta el quinto llegaron sus acusadores.  ¿Qué hizo mientras?  Dar testimonio de Jesús.  Entregar al Señor sus posibles miedos o dudas sobre la incertidumbre que estaba atravesando.  Orando constantemente, pidiendo fuerzas para seguir adelante.  Pidiendo por fortalecer su fe y confianza en Dios pues no dudo que por momentos se desesperara por lo que le estaba ocurriendo.
Nuestras pruebas pueden durar minutos, horas, días y años.  Nuestro Dios es el soberano y decide cómo van a ser las cosas.  Pero ¿Sabes algo?  Si hay un patrón constante en nuestras pruebas es que siempre son momentos en los que oramos más, leemos más su palabra, buscamos más comunión con Él, acudimos a las predicaciones y constantemente queremos empaparnos de Él para poder seguir adelante.  ¿Te ha pasado?  Estoy seguro que sí.  ¿Sabes por qué pasa?  Porque la situación que atravesamos nos deja al descubierto nuestras debilidades.  Nos deja “desnudos” y nos damos cuenta que no podemos seguir adelante y que no sabemos qué hacer.  Se terminan nuestras opciones y entendemos que el único lugar al que podemos voltear es al cielo y poner nuestra esperanza en Él.  Entonces, ¿por qué dejamos de tener tanta comunión con nuestro Señor una vez que la prueba termina?  ¡Estoy seguro que Dios quiere que sigamos con esa misma intensidad!  ¡No bajes la guardia!  Dios quiere llevarnos a ese punto en donde constantemente tenemos comunión con Él.  ¿Por qué queremos regresar a donde estábamos antes?  ¡No tiene sentido!  Es como subir dos escalones y bajarlos de nuevo.  ¿A dónde te llevó?  ¡A ningún lado!  Si ya subiste, ¡Quédate ahí!  
Nuestro Dios tiene planes y tiempos perfectos.  Aprendamos a depender de Él en todo momento y a esperar gozosos y confiados en Él.  Busquemos su reino.  Busquemos mejorar nuestra comunión con Él.  Busquemos crecer espiritualmente y no dar pasos atrás.  Un día, cinco o varios años, no sé qué tenga Dios para ti.  Lo que sí sé es que quiere que le entregues tu vida y que, sin importar las circunstancias, aprendas a permanecer en Él.
Oración
Padre: gracias.  Traes esperanza a mi vida y te lo agradezco.  Es difícil entender lo que me pasa pero hoy entiendo que Tú tienes el control y cuidado de mí.  Te pido que pueda atravesar mis pruebas confiado en Ti y permaneciendo en tu palabra y en constante comunión contigo.  No permitas que me separe de Ti porque las cosas se resuelven sino ayúdame a querer crecer mi compromiso contigo.  Te pido que pueda aprender a esperar uno, cinco o los días que Tú decidas y a dar testimonio mientras espero.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén 

15 may 2012

Hechos 24:25-35


Además, escribió una carta en estos términos: Claudio Lisias, a su excelencia el gobernador Félix: Saludos.  Los judíos prendieron a este hombre y estaban a punto de matarlo, pero yo llegué con mis soldados y lo rescaté, porque me había enterado de que es ciudadano romano.  Yo quería saber de qué lo acusaban así que lo llevé al Consejo judío.  Descubrí que lo de algunas cuestiones de su ley, pero no había contra él cargo alguno que mereciera la muerte o la cárcel.  Cuando me informaron que se tramaba de una conspiración contra este hombre, decidí enviarlo a usted en seguida.  También les ordené a sus acusadores que expongan delante de usted los cargos que tengan contra él.  Así que los soldados, según se les había ordenado, tomaron a Pablo y lo llevaron de noche hasta Antípatris.  Al día siguiente dejaron que la caballería siguiera con él mientras ellos volvían al cuartel.  Cuando la caballería llegó a Cesarea, le entregaron la carta al gobernador y le presentaron también a Pablo.  Félix leyó la carta y le preguntó de qué provincia era.  Al enterarse de que Pablo era de Cilicia, le dijo: te daré audiencia cuando lleguen tus acusadores.  Y ordenó que lo dejaran bajo custodia en el palacio de Herodes.  


El comandante representa nuestra naturaleza carnal.  Así crecimos en este mundo.  Nos enseñaron a quedar bien con nuestros superiores.  Podían llamarse maestros o jefes en el trabajo.  También, muchas personas consideran que las mentiras pueden ser “blancas”.  Éstas son consideradas válidas dependiendo la circunstancia y normalmente son de poco impacto.  Incluso pueden percibirse como aquellas que buscan un “bien”.  Claudio, el comandante, quería quedar bien con su superior.  Utiliza información real y le añade algunas mentiras para brillar ante Félix.  Además, él piensa que le está salvando la vida a Pablo mientras que Dios es quien está orquestando absolutamente todo.  Ahora, seamos honestos.  ¡Qué difícil es comprender que nuestro Señor tiene el control de todo!  Lo escuchamos muchas veces pero cuando llegan los problemas, las injusticias o incluso la incertidumbre se nos olvida rápidamente.  Por otro lado, queremos seguir viviendo una doble vida.  La carnal y la espiritual.  Pensamos que debemos comportarnos de una manera con la familia, de otra en el trabajo y otra más en la iglesia.  ¿Es posible esto?  ¡Por supuesto que no!  Desde esta perspectiva, las acciones de Claudio no suenan tan extrañas a las nuestras.  Tal vez iba todos los domingos a algún tipo de evento religioso.  Tal vez él creía que era una buena persona.  Tal vez consideraba que no era tan malo.  Probablemente por estas razones, considera normal el mentir “un poco” para utilizarlo a su favor.  
¿Puedes ver la conexión que hay con nosotros?  Tal vez mientras leías la carta que escribió pensabas en lo hipócrita y ventajoso que estaba siendo.  La realidad es que nosotros muchas veces actuamos igual.  ¡Esto es lo que debemos dejar que Dios cambie en nuestras vidas!  No podemos seguir teniendo distintas caras.  No podemos comportarnos de tantas formas dependiendo del lugar y las personas.  Debemos ser congruentes.  Debemos cuidar nuestro testimonio y sobre todo, debemos ser obedientes.  Analiza tu vida y deja que Dios abra tus ojos a la luz de su palabra. 
Oración
Señor: perdona mis pecados y mi soberbia.  Te pido que viva de acuerdo a tu palabra y sea testimonio de Ti.  No quiero tener muchas caras sino una sola en todo momento y que sea un reflejo de Jesús.  Te lo pido mi Dios en el nombre de Jesús.  Amén 

14 may 2012

Hechos 23:23-24


Entonces el comandante llamó a dos de sus centuriones y les ordenó: alisten un destacamento de doscientos soldados de infantería, setenta de caballería y doscientos lanceros para que vayan a Cesarea esta noche a las nueve.  Y preparen cabalgaduras para llevar a Pablo sano y salvo al gobernador Félix.


Dice la biblia (Isaías 40:31) que los que esperamos en Jehová, tendremos nuevas fuerzas, correremos y caminaremos y no nos cansaremos.  El pasaje de hoy es el perfecto ejemplo de cómo las promesas de Dios son reales y traen sentido a nuestra vida.  Piensa en esto: ¿no debería estar exhausto Pablo?  Recuerda todo lo que ha atravesado.  Su vida pendía de un hilo pues más de cuarenta hombres habían conspirado para matarlo y se había enterado de esto.  Él pudo haber reclamado a Dios cuestionando lo que le estaba pasando.  Él pudo haberse quejado.  Él pudo haber pensado que no merecía estar en donde estaba.  Pero en lugar de caer en toda esta maraña de pensamientos, decidió recordar las palabras de Isaías y recibir fuerzas del Señor para seguir adelante.  Nosotros tenemos la opción de decidir constantemente entre una y otra.  ¿Qué vas a hacer?  Puedes quejarte y pensar que las cosas deberían ser distintas o acudir al Señor y pedir que renueve tus fuerzas.
Lo mejor de todo es que una vez que acudimos al Señor y renovamos nuestra energía para seguir caminando, Él se encarga de que todo se acomode.  Si recuerdas la historia, más de 40 personas estaban en el complot contra Pablo.  No eran soldados ni personas entrenadas.  Suponiendo que lo fueran, veamos la respuesta del Señor para cuidar a su siervo.  Mandó llamar doscientos soldados, setenta de caballería  y doscientos lanceros.  Esto suma 470 personas.  Su único propósito sería cuidar a Pablo.  Diez contra uno era la proporción que ahora Pablo tenía a su favor.  ¡Ese es Dios!  ¡Ese es el Señor! Y ¡Esas son sus respuestas!  Nosotros hubiéramos pensado que al escuchar la noticia del complot, tendría más cuidado al llevar a Pablo.  Tal vez utilizar más soldados para protección, pero honestamente, jamás se nos hubiera ocurrido que mandaría a 470 soldados.  Asimismo, nunca se nos ocurre cómo el Señor se encargará de resolver nuestras situaciones.  Limitamos sus posibles respuestas y no lo dejamos trabajar.  Mientras tanto, Él quiere sorprendernos y demostrarnos su poder para que aprendamos a confiar en Él y a vivir para Él.
Recientemente un familiar estuvo por varios días e incluso semanas en terapia intensiva.  Las probabilidades de supervivencia eran desalentadoras y los ánimos eran bajos.  Lo único que podíamos hacer era orar.  El Señor hizo el milagro.  Mandó “470 soldados” para que pudiera sanar y salir adelante.
Hoy quiero que el Señor te vuelva a llenar de ánimo y de fuerzas para seguir adelante.  Espero que puedas entender que Él le da sentido a tu vida y que solo en Él podrás sentirte pleno.  Espero que hoy puedas guardar este pasaje en tu corazón y recordarlo cada vez que pienses que hay una “conspiración” en tu contra.  Espero que hoy puedas entender que las promesas del Señor son reales.
Oración
Padre: vengo rendido ante Ti.  Gracias por amarme así y hacer milagros en mi vida.  Quiero pedirte perdón por quejarme de lo que me sucede sin entender que tienes un plan perfecto.  Te pido que pueda vivir confiado en ti y con la esperanza de que mandarás a todo un ejército para protegerme y para permitir que tu voluntad sea la que reine.  Gracias Señor.  En el nombre de Cristo Jesús.  Amén 

11 may 2012

Hechos 23:19-22


El comandante tomó de la mano al joven, lo llevó  a parte y le preguntó: ¿Qué quieres decirme?  Los judíos se han puesto de acuerdo para pedirle a usted que mañana lleve a Pablo ante el Consejo con el pretexto de obtener información más precisa acerca de él.  No se deje convencer, porque más de cuarenta de ellos lo esperan emboscados.  Han jurado bajo maldición de no comer ni beber hasta que hayan logrado matarlo.  Ya están listos; sólo aguardan a que usted les conceda su petición.  El comandante despidió al joven con esta advertencia: no le digas a nadie que me has informado de esto.


Conforme avanza la historia, me siento como en una película de suspenso y me llena de nervios.  Ahí está Pablo siendo atacado por el Consejo y es rescatado por el comandante para posteriormente ser aprehendido y azotado hasta que utiliza su ciudadanía romana para frenar la golpiza.  Mientras él se encuentra preso, se siguen desarrollando planes más elaborados para asesinarlo.  El último involucra una emboscada que puede ser frenada si el comandante escucha y cree al sobrino de Pablo lo que le acaba de informar.  ¡Qué historia!  Date cuenta cómo las cosas cambian de un día para otro.  El mismo que aprehendió a Pablo y mandó que lo azotaran es ahora quien puede salvarle la vida.  En el mundo corporativo te dicen que nunca te cierres puertas pues no sabes si te volverás a encontrar con esa persona nuevamente en el futuro.  Si bien, es totalmente cierto y resulta bueno el consejo, quiero llevarlo al ámbito espiritual.  Nuestro Señor nos pide amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.  ¿Alguna vez haz pensado en la profundidad de este mandamiento?  Involucra entregar todo aquello que nos han enseñado e ir en contra de la corriente.  Si te han lastimado, tú debes perdonar sin importar que esa persona te pida siquiera un perdón.  O ¿Acaso te dejas de querer cuando cometes un error?  ¡Por supuesto que no!  Nunca dejamos de querernos.  Pues asimismo nunca podemos dejar de amar a nuestro prójimo.  Y en la historia de hoy podemos ver cómo la misma persona que nos dañó en algún momento, puede protegernos y ayudarnos en otro.  ¿Quiénes somos para sentirnos con el poder de “eliminar” personas de nuestra vida?  Entiendo esta reacción para aquellos que no conocen a Jesús, pero de los que decimos ser sus seguidores no debe ser así.  Ahora, aunque no lo creas, esto puede cambiar de un día para otro.  Sí, leíste bien.  ¿Cómo?  Entregando al Señor tus deseos y pidiendo que ponga los suyos en ti.  Pidiendo que te llene de perdón, de misericordia y de amor para con aquellos que simplemente no puedes tolerar.  Abre tu corazón y dile lo que sientes.  Entrega tu odio, tu rencor y cada coraje que has decidido guardar.  Él se encargará de hacer el milagro.  No te desanimes si te tropiezas y caes.  Pide perdón.  Levántate y empieza de nuevo.
Muchas personas pasarán por nuestra vida.  Algunas por poco tiempo y otras por uno largo.  Yo pienso que Dios las pone en un momento específico para que demos testimonio y compartamos de la reconciliación que se nos ofrece a través del sacrificio de Jesús.  Hoy aprendimos que una persona puede causarnos un daño un día y en otro nos puede salvar la vida por lo que no nos corresponde juzgar ni criticar y mucho menos odiar sino por el contrario, amar al prójimo como a uno mismo.
Oración
Padre Santo: tu palabra es tan sabia y rompe con todo lo que he aprendido.  Tu palabra llena de luz y de sentido mi vida.  Hoy quiero entregarte mi voluntad.  Hoy quiero aprender a amar a mi prójimo como Tú lo pides en lugar de como yo lo he hecho.  Te pido que me llenes de tu amor y misericordia, de tu perdón y gracia para que así pueda obedecerte.  Transfórmame Señor pues quiero servirte.  Te lo pido en el nombre del que reina, el Señor Jesús.  Amén 

9 may 2012

Hechos 23:16-18


Pero cuando el hijo de la hermana de Pablo se enteró de esta emboscada, entró en el cuartel y avisó a Pablo.  Éste llamó entonces a uno de los centuriones y le pidió: lleve a este joven al comandante porque tiene algo que decirle.  Así que el centurión lo llevó al comandante y le dijo: el preso Pablo me llamó y me pidió que le trajera este joven, porque tiene algo que decirle.


Considerando la situación, me parece que el sobrino de Pablo tuvo que ser sumamente valiente para hacer lo que hizo.  Recuerda que la conspiración para matar a Pablo se estaba dando desde los niveles más altos del pueblo judío.  Aún así, decide ir directamente al cuartel para avisar a Pablo lo que estaban tramando.  Esto es amor al prójimo.  Poner a la otra persona como prioridad sin importar el sacrificio que uno tiene que hacer.  Si se hubieran percatado de lo que este joven estaba haciendo, no cabe duda que también lo matarían.  De todas maneras el sobrino de Pablo decidió ir y dar aviso.  ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo hoy en día darnos a los demás?  El egoísmo se está apoderando de nosotros y se nos facilita voltear la cara a las necesidades que están frente a nosotros.  El Señor nos dice que lo que le hagamos a nuestro prójimo es como si se lo hubiéramos hecho a Él.  Si vemos a alguien hambriento, sin ropa y sin techo, nuestro deber es ayudarlo.  ¿Cómo ayudarlo?  Aquí es cuando cada uno de nosotros actúa de diferentes formas.  Algunos podrán apoyar económicamente mientras que otros darán de su tiempo para compartirles de Dios y habrá otros que tengan muy buenas ideas y proyectos para apoyar a los necesitados de una manera organizada.  Al final, toda esa ayuda, debe estar fundada en el amor que Dios provee para el prójimo y nuestros deseos de servir y llevar Su mensaje.
Vuelve a leer el pasaje.  Parafraseando podría decir algo así: pero Dios no dejó solo a Pablo y permitió que su sobrino escuchara lo que tramaban y lo protegió para que llevara la noticia a él.  ¿No te parecer increíble?  ¡Dios no te deja sólo!  A veces parece que están conspirando contra nosotros y que tenemos muy poca probabilidad de salir adelante, pero sin saberlo ni entenderlo, el Señor se encarga de poner “sobrinos” que nos abrirán una puerta nueva llena de esperanza.  ¿Lo puedes ver?  A nosotros se nos cerraron los caminos y se nos apagaron las luces, pero nuestro Dios sigue teniendo una visión y perspectiva clara de lo que sucederá.  ¡Ese es el Dios de la biblia!  ¡Ese es el Dios que te motivo a que conozcas!  ¡Ese es el Dios que mandó a su Hijo para que nos podamos reconciliar con Él!  
Nuestro deber es buscar el reino de Dios primero.  Independientemente de lo que estás atravesando, tu deber es amar al Señor sobre todas las cosas.  ¿Qué significa?  Entregar tu voluntad a la suya, servirle y obedecerle.  Hoy te reto a que no seas indiferente con las necesidades que hay a tu alrededor.  Abre los ojos.  Abre tu corazón.  Entiende que servimos al Señor cuando amamos a nuestro prójimo.  Sal de tu rutina y, como el sobrino de Pablo, ama a tu prójimo como a ti mismo.  Estoy seguro que verás por lo menos una oportunidad para ayudar el día de hoy.
Oración
Señor: heme aquí.  Quiero servirte.  Quiero obedecerte.  Gracias por mandar a Jesús para reconciliarnos contigo.  Gracias por tu palabra que me recuerda cómo seguir adelante y el Dios tan amoroso que eres.  Gracias por tener cuidado de mí.  Te pido me perdones y me guíes en todo lo que hago.  En Cristo Jesús.  Amén 

8 may 2012

Hechos 23:12-15


Muy de mañana los judíos tramaron una conspiración y juraron bajo maldición no comer ni beber hasta que lograran matar a Pablo.  Más de cuarenta hombres estaban implicados en esta conspiración.  Se presentaron ante los jefes de los sacerdotes y los ancianos y les dijeron: Nosotros hemos jurado bajo maldición no comer nada hasta que logremos matar a Pablo.  Ahora, con el respaldo del Consejo, pídanle al comandante que haga comparecer al reo ante ustedes, con el pretexto de obtener información más precisa sobre su caso.  Nosotros estaremos listos para matarlo en el camino.


En el libro de Ester vemos que Amán, quiere convencer al rey de asesinar a todos los judíos.  De igual forma, se presenta ante el rey y utiliza palabras seductoras para que el rey apruebe el edicto.  Finalmente, el tiempo empieza a correr en contra del pueblo judío.  Así también vemos cómo la vida de Pablo se encontraba con poca probabilidad de seguir.  Los que conspiraban lograron convencer al Consejo de su plan.  Hicieron énfasis en sus votos de comida y el Consejo creyó en ellos.
Me parece increíble que nadie se haya preguntado, ¿Qué hizo este hombre para que lo quieran matar y sea tan odiado?  El rey confió también en su ayudante Amán y decretó algo sin entender bien lo que estaba haciendo.  ¿Cuántos errores se cometen por no pensar antes de actuar?  La palabra de Dios nos dice que seamos prontos para oír, tardos para hablar y tardos para airarnos (Santiago 1:19).  Primero escucha.  Analiza.  Medita.  Luego contesta o reacciona.  Recuerda que los pasajes de la biblia son ejemplos de nuestros errores como seres humanos.  El Consejo no reaccionó muy distinto de lo que reaccionaríamos hoy en día.  Tal vez las circunstancias son distintas pero lo que hay en nuestro corazón muchas veces es igual.  Debemos aprender a conocernos.  Debemos aprender a abrir las puertas de nuestros pensamientos y deseos al Señor para que Él nos quite todo aquello que destruye y no edifica.  Seamos honestos, ¿realmente crees que eres perfecto?  ¿No crees que hay mucho dentro de ti que necesita ser cambiado?  No te compares con los demás.  No te midas con tu propia vara.  Utiliza a Cristo como parámetro.
Creo que debemos tener cuidado y no sentirnos infalibles.  La palabra nos advierte de no dejar que el orgullo nos haga pensar que nunca caeremos.  Seamos cuidadosos.  Seamos sensibles a nuestras acciones y a nuestras palabras.  Además, seamos extremadamente inteligentes sobre a quién acudimos para pedir consejos.  Aunque bien intencionados, muchas veces el consejo de alguien puede estar sumamente apartado de la voluntad de Dios.
Por último, debes saber que Pablo estaba siendo acusado sin sustento.  Estaban conspirando para acabar con él y lo único que hizo fue obedecer a Jesús.  Que nos sirva de experiencia y entendimiento.  El hecho de atravesar momentos difíciles no quiere decir que estamos pecando o que no nos hemos reconciliado con el Señor.  El venir a Cristo no nos libra de pasar por momentos difíciles y tampoco significa que aquellos que sufren injusticias es porque han pecado.  
Oración
Señor: te pido que controles mis palabras y mis reacciones.  No permitas que mis acciones destruyan sino que sean de edificación.  Dame un nuevo entendimiento y permite que mi corazón sea renovado.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén 

7 may 2012

Hechos 23:11


A la noche siguiente el Señor se apareció a Pablo, y le dijo: ¡Ánimo!  Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, es necesario que lo des también en Roma.


La vida no es fácil.  Nunca lo ha sido y nunca lo será.  La gran diferencia es que cuando vienes a Cristo y entregas tu voluntad a Él, te das cuenta que hay una nueva forma de hacer las cosas.  Seguirás atravesando problemas.  Habrá incertidumbre.  Habrán pruebas.  Tus problemas no se resolverán por haber creído en Jesús.  Si alguien te dijo esto debes saber que te ha mentido.  La diferencia está en el momento en que atravesamos las pruebas, recibimos del Señor palabras de aliento, de consuelo y de amor.  Además, recibimos instrucciones.  Recibimos dirección.  Y finalmente, retomamos el sentido de nuestra vida.  ¡Ánimo!  Le dijo Dios a Pablo, todavía tengo planes para ti.  ¿Sabes por qué le dijo estas palabras?  Porque probablemente Pablo ya estaba cansado y viendo que sería difícil salir vivo de este problema.  Pero Dios le muestra sus planes.  Le abre los ojos a la perspectiva divina y le recuerda que lo que nosotros vemos resulta muy limitado.  Pablo, todavía será necesario que padezcas pues tengo planeado llevarte a Roma para que lleves mi mensaje.  Aunque pienses que todo termina aquí, Yo me encargaré de llevarte hasta Roma para que des testimonio de mí.  ¡Increíble!  Debes estar convencido que el día de hoy el Señor quiere hacer lo mismo en tu vida.  Abre tu corazón.  Dile a Dios todo lo que tienes guardado.  Todo.  Absolutamente todo.  De hecho, ¿No crees que ya lo sabe?  Simplemente sería un buen comienzo para tu relación con Él.
No sé dónde estás parado el día de hoy.  Lo que sí sé es que, independientemente de lo que te esté sucediendo, puedes estar trabajando para Dios o por el contrario, trabajando para ti.  Si has decidido seguir a Jesús, quiero decirte ¡Ánimo!  Dios tiene planes increíbles para ti.  No te desanimes.  No desmayes.  Pide fortaleza al Señor y utiliza tus experiencias, aunque difíciles, para dar gloria a Él y llevar su palabra a otras personas.  Recuerda, nuestra visión es limitada.
Dios te conoce perfectamente.  Él nos creó.  Pero el Señor no quiere tener una relación contigo a distancia ni esporádica.  Quiere tener comunión constante y de calidad.  Quiere enseñarnos que apartados de Él, nada podemos hacer.  Nos dice que somos como ramas de un árbol y necesitamos constantemente el alimento y fuerza del tronco (Dios) para poder vivir.  ¡Acude a Él!  Si Pablo necesitó de estas palabras de aliento, estoy seguro que tú y yo ¡también las necesitamos!
El Dios de la biblia no puede amarte más.  Tampoco puede amarte menos.  Nosotros por el contrario, nos dedicamos a hacer lo nuestro.  Caminamos en la dirección que más nos gusta y nos olvidamos de Él constantemente.  Debemos cambiar estas actitudes.  No debemos esperar a que las cosas cambien y el Señor sacuda nuestro piso para hacernos entender de cuánto lo necesitamos y de cómo nada podemos hacer sin Él.  Me encanta leer que el Señor le da ánimos a Pablo.  Me encanta saber que hoy me da ánimos a mí y a todos aquellos que acuden a su socorro.  La vida es difícil.  Pero con Cristo, todo lo puedes pues Él es quien da la fortaleza.  
Oración
Señor: es difícil entender mi situación.  Hoy quiero abrirte mi corazón y entregarte mi vida.  No quiero seguir mis caminos sino los tuyos.  Quiero recibir tus palabras de ánimo y de consuelo.  Quiero vivir tus planes para mi vida.  Ayúdame a entender que puedo ser testimonio de ti en todo momento y permite que mis acciones te den gloria.  Te lo pido en el nombre del Señor Jesucristo.  Amén 

3 may 2012

Hechos 23:6-10


Pablo, sabiendo que unos de ellos eran saduceos y los demás fariseos, exclamó en el Consejo: Hermanos, yo soy fariseo de pura cepa.  Me están juzgando porque he puesto mi esperanza en la resurrección de los muertos.  A penas dijo esto, surgió un altercado entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea quedó dividida.  (los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles ni espíritus; los fariseos en cambio, reconocen todo esto).  Se produjo un gran alboroto, y algunos de los maestros de la ley que eran fariseos se pusieron de pie y protestaron.  No encontramos ningún delito en este hombre.  Dijeron.  ¿Acaso no podría haberle hablado un espíritu o un ángel?  Se tornó tan violento el altercado que el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos a Pablo.  Así que ordenó a los soldados que bajaran para sacarlo de allí por la fuerza y llevárselo al cuartel.


Cuando me preguntan por mi creencia, siempre me causa un poco de problema tratar de explicar mi relación con Dios.  Por un lado, tengo mucha comunión con Él.  Por el otro, entiendo que Él es Señor y yo soy el siervo.  Además, creo que la Biblia es su palabra y está completa.  Si contesto que soy cristiano, tristemente no expresa la totalidad de lo que significa en lo que creo (hay una imagen incorrecta del cristianismo).  A veces contesto que creo en la Biblia y en Jesús y trato de vivir conforme a sus principios.  De esta manera me preguntan más y puedo explicar con mayor detalle.  Esto lo traigo a colación porque vemos en el pasaje que había dos secciones entre los judíos.  Los saduceos y los fariseos.  Hoy en día tenemos muchas creencias que involucran a Jesús o a un dios.  Pero ¿cómo saber si estamos en el camino correcto?  ¿Cómo podemos darnos cuenta si esto esta bien o aquello es lo correcto?  Personalmente me considero una persona que se cuestiona constantemente y mi comunión y creencia en Jesús las he puesto en la “silla de acusado” en repetidas ocasiones.  De hecho, te recomiendo hacer lo mismo.  Cuestiona tu fe.  Cuestiona a Dios.  No creas solamente por creer o porque alguien te dijo algo.  Cree en Dios porque has tenido la oportunidad de vivir personalmente un encuentro con Él.  Ahora, contestando la pregunta, debes acudir a los principios de lo que dices creer y ver los resultados una vez que hayas obedecido a ellos.  Personalmente, me gusta pensar en Elías (1Reyes 18) cuando pide al rey que traiga a todos los profetas de sus dioses y él solo acudiría a Jehová y se demostraría quien es dios a través de consumir la ofrenda que se había puesto.  Por más que gritaron y brincaron, los profetas de Baal, no pasó absolutamente nada.  Después Elías habló al Señor y cayendo fuego del cielo se consumió la ofrenda.  Me gusta este pasaje porque lo he vivido muchas veces y lo quiero seguir viviendo de por vida.  Veo cómo mi Señor responde con milagros.  Veo cómo me llena de paz cuando el mundo está de cabeza.  Veo cómo trae amor y perdón cuando el odio y el coraje se han apoderado de mí.  Veo cómo me ha dado mucho más de lo que necesito cuando mi orgullo quiere minimizarlo y hacerme pensar que necesito más.  Por esta razón escribo hoy.  Por esta razón quiero compartir a Cristo.  Porque es real.  Porque está vivo y quiere que nos reconciliemos con Él.  No caigamos en discusiones entre religiones para decir quién está bien y quién está mal como lo hicieron los fariseos y los saduceos.  Por el contrario, como Jesús nos dijo, vayamos y hagamos discípulos bautizándolos en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo y enseñémosle lo que Él nos ha enseñado.  Hay gente allá afuera que no conoce a Jesús.  Es nuestro deber ser luz y compartir el evangelio.  No criticar.  No juzgar sino promover que las personas tengan una comunión personal con Jesucristo.  Espero que puedas tomarte un momento y analizar tu fe y tus creencias.  ¿Crees en Jesús?  ¿Crees en la biblia?  ¿Crees en Dios?  Entonces ¿qué esperas para conocerlo más y tener mayor comunión con Él a través de su palabra? 
Oración
Padre Santo: alabado seas!  Gracias por darme la oportunidad de reconciliarme contigo.  Perdóname.  Límpiame.  Me arrepiento de mis pecado y te pido que Jesús sea mi Señor y Salvador.  Permite que mi vida sea luz y lleve a otras personas a tus pies.  Permite que pueda vivir tus milagros y entender que eres real.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén