Vistas de página en total

29 jul 2011

Hechos 13:11-12

Ahora, pues (Pablo a Barjesús), he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.



Dios y no nosotros se encarga de juzgar. El mismo Pablo cuando habla a Barjesús le dice “la mano del Señor está contra ti”. No el rencor, no el coraje ni el malestar sino la mano de Dios. Hago énfasis en este punto porque cuando atravesamos una injusticia, algún agravio o un daño, normalmente nuestra primera reacción es querer traer “justicia” con nuestra propia mano. Deseamos el mal a aquellos que nos lastimaron. Deseamos que les suceda algo para que experimenten el dolor que sentimos. Esto no proviene de Dios. Esto no es lo que Dios quiere en tu vida. Pienso en aquellos que han sufrido algún robo o secuestro. Aquellos que fueron engañados por su pareja. Los que han perdido a un ser querido por culpa de alguien más. Los que han sido lastimados por un ser querido. Los que traen arrastrando un coraje o resentimiento que ya no los deja caminar. Si lo piensas, no resulta extraño o poco común que alguien lastime a otra persona. ¿Cuántas veces te han lastimado? El punto al que quiero llegar es el meditar sobre nuestra forma de reaccionar ante tales circunstancias. Pablo no intentó convencer al procónsul para que quitara a Barjesús del camino. Tampoco hablaron mal de él. Pablo entregó el juicio al Señor, “la mano del Señor está contra ti”. ¡Esto es lo que nosotros debemos hacer! No busquemos venganza. No busquemos desquitarnos. No deseemos el mal. Esto no es el camino de Dios. Entrega a Dios estos sentimientos. Deja que te libere de esa esclavitud. Date cuenta de cómo te consume el tener guardada esa rabia. Date cuenta cómo quita la paz y la sonrisa de tu ser. Perdonar es de lo más difícil que tenemos que hacer en nuestro camino con Jesús pues afecta directamente nuestro orgullo pero es el mejor método para transformar nuestro corazón.
Barjesús pierde la vista, el procónsul queda maravillado de lo que acababa de presenciar y termina creyendo en el Señor. De cierta manera, la vida de Barjesús sirvió para que el procónsul creyera en Cristo. Un mago, apartado de Dios fue utilizado para que la gloria del Señor fuera manifestada. Dejemos que lo que nos acontece hoy en día sea utilizado con el mismo fin. Sin importar lo que nos hayan hecho o lo que hayamos sufrido, busquemos dar gloria a Dios, busquemos su reino, busquemos servirle y Él se encargará de acomodar todo lo demás. ¿Puedes darte cuenta del cambio que requieres en tu vida? Haz una oración. Entrega al Señor tus sentimientos y deseos. Pide por su paz. Pide por su gozo. Pide por su dirección.

Oración
Padre: definitivamente necesito tu perdón. He tenido sentimientos que no son agradables a Ti y hoy te pido que los quites de mí. Perdona que quiera hacer mi justicia y desee el mal a aquél que me ha hecho daño. Entiendo que solamente Tú juzgas y por ello te pido que pongas paz y perdón en mi corazón. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

28 jul 2011

Hechos 13:8-10

Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?



Elimas o Barjesús trataba de mantener al procónsul siempre cerca de él. No quería que nadie más influenciara en sus decisiones y por ello cuando pide ver a Bernabé y a Pablo, se resiste con todos los recursos posibles. La Biblia nos dice que Elimas resistía a Pablo y Bernabé. Los mantenía alejados. No dejaba que se acercaran e incluso es probable que haya hablado mal de ellos. Tenemos que encontrar a los Elimas-Barjesús de nuestras vidas. Debemos reconocer a aquellos que nos apartan de Dios. Aquellos que no buscan que nuestra comunión con el Señor crezca o se fortalezca. Pon mucha atención. No siempre encontrarás a este tipo de personas vestidas de rojo, con cuernos y un trinche. ¡Será mucho más sutil! Será una invitación a algo que te gusta el mismo día que tienes un estudio de biblia. Será cualquier detalle, grande o pequeño que desvíe tu atención del Señor. ¡Esos son los Elimas de tu vida! ¿Estoy exagerando? No lo creo. Estoy convencido que la descripción de Satanás es correcta al decir que está como león rugiente buscando a quien devorar y nosotros estamos en su mira. Ten cuidado. Date cuenta con quién convives. Se honesto y reconoce si aquellos con quienes te rodeas influyen positiva o negativamente.
Por otro lado, quiero resaltar la fuerza y crudeza de las palabras de Pablo. Lleno de todo engaño y maldad, hijo del diablo y enemigo de toda justicia. Al pecado llámale pecado. No le pongamos apodos ni minimicemos sus consecuencias. Hoy en día no puedo imaginarme diciéndole a alguien estas palabras sin pensar que estoy loco o que soy poco tolerante y sin empatía. La sociedad nos ha limitado. Ahora es difícil hablar la verdad de Dios. Todo lo relacionado con el amor de Cristo es bien recibido, pero hablemos de su justicia y aberración al pecado y ya no podemos seguir. Pablo expuso lo que había en el corazón de este hombre. Lo confrontó directamente. No lo juzgó conforme a sus parámetros sino con los del Señor. Pablo le llamó la atención por ser un estorbo para la obra de Dios. Mantengamos los ojos bien abiertos, en especial dentro de la congregación, para evitar que haya personas que estén llenas de engaño, maldad y enemigas de la verdad. Debemos ser cuidadosos, analíticos y sabios. No permitamos que nos agarren desprevenidos. Estemos alerta y no caigamos envueltos con este tipo de personas. Mantengámonos firmes en la palabra de Dios y bajo el techo de su amor y misericordia.

Oración
Dios Padre: hoy entiendo que debo ser más sabio con las personas que me rodean. Entiendo que pueden estorbar mi comunión contigo en lugar de crecerla. Yo te pido que me des sabiduría y fe para poder hacer los cambios necesarios. En Cristo Jesús. Amén

27 jul 2011

Hechos 13:6-7

Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús, que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo deseaba oír la palabra de Dios.



El procónsul, nos dice la biblia, que era un hombre prudente. En cambio nos dice que Barjesús era un falso profeta y mago. Seguramente Barjesús se aprovechaba de la posición de Sergio Paulo y trataba de sacar todo lo que pudiera para su propio beneficio. Dicho de manera más precisa, Barjesús era un perfecto parásito. La real academia española define parásito como: Dicho de un organismo animal o vegetal: Que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo sin llegar a matarlo. ¿Cuántas personas hay con estas características? ¡Muchas! Con cuántas te has topado y todavía faltan otras cuantas. Barjesús es el perfecto ejemplo del parásito que nos cae mal y hace enojar. Además, parece que todo le sale bien sin importar que esté actuando de manera incorrecta. Así había personas en la época de Jesús e igualitos los tenemos el día de hoy.
Si la biblia nos da un ejemplo es porque seguramente atravesaremos situaciones similares en las que nos podamos identificar y con base en lo que aprendimos de él, podemos tomar una mejor decisión. En este caso, debemos aprender a aplicar el segundo mandamiento: amar a tu prójimo como a ti mismo. Sí, como a ti mismo. Difícil. Casi imposible de no ser por el Señor que transforma nuestros corazones para lograrlo. Barjesús era de esas personas que no quieres tener cerca de ti. De aquellas que te da coraje ver y escuchar pues sabes que solamente hablan mentira, que no escuchan sino quieren siempre ser el centro de atención y que además solamente les interesa sacar provecho de lo que pueden. Otro ejemplo en la biblia de alguien similar es Amán en el libro de Ester, te recomiendo lo leas.
¿Qué hacer con gente así? Pedir a Dios porque ponga amor en nuestro corazón. Lo leíste bien. Debemos pedir a nuestro Señor que quite cualquier sentimiento que no sea amor y misericordia para con ese tipo de personas. ¡Jesús hizo lo mismo por nosotros! Siendo Dios se hizo hombre. Sin merecerlo, nos perdonó sacrificándose y sufriendo por nosotros. Si te dices ser seguidor de Cristo, entonces debes imitarlo y aprender a entregar aquello que no quieres. En este caso, debemos amar a aquellos que no soportamos. Independientemente que estén haciendo lo correcto o no, como veremos el día de mañana, Dios es quien se encarga de arreglar las injusticias o de tratar con estos parásitos y no nosotros. Medita por un momento si hay un Barjesús en tu vida que te cause molestia. Entrega esos sentimientos al Señor y pide porque la misericordia abunde en tu vida y no el odio o el coraje.

Oración
Señor: es imposible para mí amar a personas así o aquellas que me han hecho daño. Te pido que seas Tú quien me de paz y ponga amor en mi corazón. Quiero obedecerte y seguirte por lo que te pido me transformes y renueves. Te entrego mis corajes y odios. Quiero vivir conforme a tu voluntad. Oro a Ti en el nombre de Jesús. Amén

26 jul 2011

Hechos 13:4-5

Ellos (Bernabé y Saulo) enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. Y llegados a Salamina anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante.



El día de ayer vi un programa sobre el reclutamiento de un equipo especial de la fuerza aérea. Después de un entrenamiento sumamente difícil y selectivo, su última prueba consiste en una simulación de una operación secreta. Para ello, han dedicado varios meses de preparación física y mental. Saben cómo trabajar bajo presión y cómo ayudarse como equipo. Antes de ir a su misión, revisan el plan una y otra vez con una atención sumamente minuciosa para minimizar cualquier problema o falla. Finalmente salen a su misión y a pesar de que existieron algunas variantes que no esperaban, su preparación les ayudó a terminar exitosamente. ¿Qué tiene que ver esto con el versículo de hoy? Bernabé y Saulo no habían preparado absolutamente nada. Simplemente obedecieron al Espíritu Santo y emprendieron su viaje. Pero tiempo atrás de este momento, el Señor estuvo trabajando en sus vidas y preparando sus corazones para esta prueba que vendría. Dios ya tiene absolutamente todo preparado con un detalle impresionante. Él ya calculó los diferentes escenarios y ha hecho el mejor plan para tu vida. La mejor estrategia, el mejor tiempo y la mejor forma. Él lo tiene para ti. Lo que te corresponde hacer para vivir ese plan es el “entrenamiento”. No puedes salir de un día para otro y esperar que tu vida sea distinta y las tentaciones no te hagan caer. Todo lleva un proceso. La palabra de Dios nos dice que el que permanece pegado al Señor lleva fruto, en cambio el que no, se seca y se cae. Es necesario que con paciencia, estudies la biblia. Medita en ella. Trata de entender qué te quiere decir pidiendo al Señor por sabiduría. Pregunta cuando no entiendas y pide consejo.
La biblia dice que Bernabé y Pablo fueron enviados por el Espíritu Santo. Así debemos movernos y esto llega solamente cuando tu comunión con Dios es estrecha. Cuando constantemente estás en oración, leyendo su palabra, en comunión con creyentes, cada decisión importante la pondrás a los pies del Señor y dejarás que Él muestre por dónde deberás caminar. ¿Qué relación tienes con Dios? ¿Se puede mejorar? ¿Quieres mejorarla? Yo te animo a que busquemos imitar a Bernabé y Pablo que salieron confiados en los planes del Señor. Entreguemos nuestra vida a Él sin estar esperando que la incertidumbre y los problemas se acaben. Busquemos a Dios y sirvámosle.
No es fácil caminar sin saber lo que viene delante. Pero toda esa oscuridad que no te deja ver, no existe para Dios. Entrega tus preocupaciones a Él y deja que te muestre cómo su plan es perfecto y cómo atravesarás “tinieblas” sin ningún problema pues Él se encargará de ser lámpara a tus pies y lumbrera a tu camino.

Oración
Padre: te pido perdones mis pecados y limpies mi corazón. te doy gracias por traer esperanza a mi vida y darle sentido. Gracias por tener un plan y propósito específico para mí y por llenarme de tu amor y misericordia. Permite que mi vida te sirva y te de gloria. Te lo pido en Cristo Jesús.
Amén

25 jul 2011

Hechos 13:1-3

Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.



No todos fueron llamados para la misma obra. Nos dice la biblia que había varios sirviendo pero solamente Bernabé y Saulo fueron escogidos para una obra en específico. Tú y yo también somos llamados y escogidos para una obra en particular. No todos los que nos rodean tendrán el mismo propósito ni el mismo camino por recorrer. Pero cada uno tendrá su propio camino. Está en nosotros el caminarlo y decidir seguirlo.
¿Cómo sabemos qué camino estamos tomando? Esta pregunta te ayuda a identificar en dónde estás parado. El parámetro es la palabra de Dios y de tu parte se necesita honestidad y humildad. No se trata de pensar si has sido bueno, malo o no tan malo sino de utilizar la biblia como un estándar para definir realmente qué has hecho de tu vida. Medita en tus actividades diarias. ¿A qué le dedicas tu tiempo? ¿Qué haces en tus días de descanso? ¿Vives enojado, angustiado, con rencor, con envidias, con amargura o algún otro sentimiento que no te deje estar en paz? Si tu respuesta es afirmativa, es una señal que tu camino no está alineado con el de Dios.
Por otro, ¿cómo sabemos qué camino tomar cuando no queremos apartarnos de Dios? Como siempre, la respuesta la tenemos en la biblia. En este pasaje vemos que el Espíritu Santo habló y les dio instrucciones. ¿Entonces debemos simplemente esperar una voz milagrosa? No. El pasaje nos dice que mientras esperaban una respuesta a sus oraciones ellos estaban ministrando y en ayuno. ¿Qué debes hacer tú? Lo mismo. Sigue estudiando la palabra. Mantente firme en oración. Abre tu situación a tu pastor. Pregunta por su opinión y recíbela sin buscar pretextos o sin estar a la defensiva. Sigue con tus tareas diarias. Evalúa qué opción te ayudará a dar gloria a Dios o te permitirá servirlo mejor. Cuando nosotros cumplimos con nuestra parte, el Señor, a Su tiempo se encargará de responder: sí, no o todavía no. Lo que resulta increíble de poner en manos de Dios tu camino, es que al momento de recibir la respuesta de Dios, tú puedes permanecer en paz sabiendo que en Sus manos, siempre vendrá lo mejor. No te quedarás con duda pensando en qué hubiera pasado con esto o si hubieras hecho el otro. Podrás estar tranquilo de haber entregado al Señor la decisión. No te desesperes ni te desanimes. Dios está ahí, tiene un plan y contestará a su debido tiempo.

Oración
Señor: a veces me desespero por no recibir respuesta y te pido porque pongas paz en mi corazón y me perdones. Quiero corregir mis pasos y caminar por donde Tú ya has trazado el camino para mi vida. te lo pido en el nombre de Jesús
Amén.

22 jul 2011

Hechos 12:24-25

Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba. Y Bernabé y Saulo, cumplido su servicio, volvieron a Jerusalén, llevando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.



En el capítulo 12 de Hechos vimos injusticias, milagros, muertes, problemas entre ciudades, preocupaciones y gente en oración. Por último, el versículo 24 tiene una palabra clave: Pero. Con esta palabra todo cambia para la vida de un cristiano. De cierta manera podría parafrasear el capítulo 12 así: en nuestra vida atravesaremos todo tipo de circunstancias, habrá ocasiones en las que nos veamos encarcelados por situaciones que no podemos controlar, en otras, tendremos que soportar injusticias y aprender de ellas. También, veremos que algunos de los que están con nosotros, no estarán siempre ahí. No dejemos de orar y entregar a Dios nuestras preocupaciones pues a Su tiempo el mostrará sus planes y sus milagros se revelarán. PERO, a pesar de todo esto que va a venir a tu vida, tienes que entender que la palabra del Señor permanecerá, crecerá y se multiplicará. Esto le da certeza a nuestra fe. No importa lo que atravieses, no importa lo que suceda en el mundo, la palabra de Dios y la reconciliación que ofrece Cristo nunca cesará sino por el contrario, se multiplicará.
Y Bernabé y Saulo, volvieron a Jerusalén…
Si este capítulo fuera una serie de televisión, veríamos a dos hombres acompañados de un tercero que lleva el sobrenombre de Marcos caminando por un camino de tierra que no se le ve fin y el atardecer da colores increíbles. Fin de la temporada. Todos contentos. Todos gozosos. Pedro había salido de la cárcel. Herodes había muerto. Las oraciones habían sido contestadas y ahora Bernabé y Saulo junto con Marcos regresaban a Jerusalén. Disfrutemos este momento. Agradezcamos por momentos así. A veces se nos olvida vivir agradecidos y gozosos. Nuestras oraciones no deben estar enfocadas a los problemas. También debemos orar en agradecimiento por lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. Tenemos que darnos cuenta de momentos como el que vemos en estos versículos: la palabra de Dios se dispersaba y los hermanos estaban camino a Jerusalén. Utiliza momentos de paz y estabilidad para crecer en tu comunión con Dios. Es precisamente en momentos como este cuando puedes consolar a aquellos que pasan por situaciones difíciles. Es en días como estos cuando puedes dedicar tiempo a alguien más y compartir tus bendiciones. Comparte la palabra de Dios. Comparte tus experiencias.
Independientemente de lo que pase en tu vida, recuerda que Jehová es el Señor y Creador de todo lo que ves incluyendo lo que no ves. Él reina sobre todo y quiere reinar en tu vida también. Su palabra no cesa y aunque pasen los años y las generaciones, Él permanece.

Oración
Padre: gracias por tu palabra y tus enseñanzas. Gracias por recordarme que a pesar de cualquier problema que atraviese, Tú reinas. Ayúdame a vivir gozoso y agradecido y sobre todo a aprender a llevar las bendiciones que me has dado a los demás para que se multipliquen. Gracias por tu amor. Gracias por tu dirección. Gracias por tu misericordia. En el nombre de Jesucristo. Amén

21 jul 2011

Hechos 12:20-23

Herodes estaba furioso con los de Tiro y de Sidón, pero ellos se pusieron de acuerdo y se presentaron ante él. Habiéndose ganado el favor de Blasto, camarero del rey, pidieron paz, porque su región dependía del país del rey para obtener provisiones. El día señalado, Herodes, ataviado con su ropaje real y sentado en su trono, le dirigió un discurso al pueblo. La gente gritaba: ¡Voz de un dios, no de hombre! Al instante un ángel del Señor lo hirió, porque no le había dado la gloria a Dios y Herodes murió comido de gusanos.



La Biblia no nos da detalle sobre la furia de Herodes. Es probable que dentro de su enojo, castigara a estas ciudades con algún bloqueo económico puesto que deciden enviar un comité para arreglar la situación. Herodes era el rey. Difícil entender su situación hoy en día con el tipo de gobierno que predomina. El rey tenía en sus manos el poder de todo lo que estuviera bajo su reino. La vida de las personas podía terminar con tan solo un capricho. Además, Herodes no era cualquier rey. El imperio que gobernaba era espectacular. Si hoy en día vemos personas que “pierden piso” por tener dinero o algo de poder, imagina la suntuosidad del reino más importante de ese entonces y cómo pudo afectar a Herodes. Simplemente se sentía un dios. Todos a su servicio. Todos le reverenciaban. Los mejores vestidos, la mejor comida, el mejor vino y el mejor palacio. Nadie por encima de él. Un día decide dar un discurso al pueblo y la biblia nos dice que la gente gritaba “esto es voz de un dios y no de hombre” y decide recibir esta adoración…
Esta historia nos ayuda a entender dos puntos principalmente. El primero se relaciona con nuestra tendencia a “endiosar” lo que tenemos a nuestro alrededor. Puede ser que tu familia, tu propio ser, tu trabajo o el dinero sean dioses en tu vida. Podrían ser tantas cosas las que le quitan o comparten el papel de dios en nuestra vida… Pero debes saber que Dios no comparte su lugar. El es Soberano y Rey de reyes (incluyendo a Herodes). No caigamos en el error de confundir a Dios con cualquier otra cosa. ¿Cómo darse cuenta si algo está tomando el lugar de Dios? Por el tiempo y la atención que le dedicas. Preguntarás sobre tu trabajo que tienes que destinarle varias horas. No hay problema cuando lo utilizas como herramienta para glorificar al Señor. En cambio si trabajas para ganar más dinero, estás por el camino equivocado. El pueblo confundió a Herodes con un dios. No hagamos lo mismo.
El segundo punto de la historia involucra la soberbia. Herodes decide aceptar la alabanza que le pertenece a Dios y en ese momento su vida termina. Nadie, absolutamente nadie está por encima del Señor. Créelo. Vívelo. Compártelo. Por más que parezca que alguien más toma las decisiones, Dios siempre termina dando la última palabra. No te quedes con rencores o corajes. Entrega a Dios esos sentimientos pues Él se encargará de juzgar. Tampoco seamos tan soberbios pensando que la vida nos pertenece y que iremos y vendremos a nuestro placer. Herodes se confundió con tanta alabanza y dio la espalda a Dios. No te confundas pensando que no necesitas a Cristo y caigas en el mismo error de recibir la alabanza para ti…

Oración
Padre: no permitas que mi soberbia estorbe en mi relación contigo. Te pido también que me muestres todo aquello que está estorbando tu lugar de Rey en mi vida y lo quites. Quiero servirte. Quiero adorarte. Guíame. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

20 jul 2011

Hechos 12:18-19

Luego que fue de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué había sido de Pedro. Mas Herodes, habiéndole buscado sin hallarle, después de interrogar a los guardas, ordenó llevarlos a la muerte. Después descendió de Judea a Cesarea y se quedó allí.



El rey no conoce la historia y es imposible que pudiera entender el hecho de que un ángel vino y liberó a Pedro. Realmente no tenía otra opción más que dudar de sus propios guardas. Injusto y triste pero cierto. Un día los soldados terminaron su día de trabajo y se fueron a sus casas. Al día siguiente, al terminar se les mandó matar. Si has perdido a un ser querido puedes entender perfectamente esto. Un día platicamos con él o ella y al día siguiente ya no está con nosotros. Recuerdo historias estando en la universidad de personas que habían sufrido un choque y que habían fallecido. También recuerdo de otra persona que tuvo una enfermedad sumamente grave y no pudo terminar la preparatoria y finalmente falleció. Personas que un día las vemos bien y al otro día simplemente ya no están.
No nos corresponde decidir cuándo ni cómo partiremos. Tampoco podemos evitar o influir que nuestros seres queridos se queden más tiempo. Esto me hace pensar en los soldados que cuidaban de Pedro. Probablemente algunos tenían familia y otros podían ser solteros. Tal vez alguno de ellos pensaba que mañana haría tal o cual cosa sin saber que no llegaría ese día. También pienso en aquellos que viven pensando que después tendrán tiempo para “arrepentirse”. Viven sin pensar en las consecuencias de sus actos. Hacen a un lado a Dios y piensan que así podrán seguir hasta que les parezca suficiente. La verdad es que así seguirán pero hasta que al Señor le parezca suficiente. La carta de Santiago nos recuerda que la vida es como una neblina que se disipa en un instante por lo que debemos ser humildes y reconocer que no tenemos el control que pensamos sobre ella.
Siempre resulta difícil hablar sobre la muerte. Principalmente porque nunca podemos tener una respuesta satisfactoria para aquellos que han sufrido la pérdida. Con los versículos de hoy podemos y debemos recordar que nosotros no decidimos el cuándo ni el cómo seremos llamados. Podemos estar realizando nuestras tareas diarias y de un momento a otro no habrá más días.
Por último quiero tocar un tema delicado. Los deseos de venganza. En este caso, sabemos que Herodes fue el responsable directo de la muerte de los soldados por lo que las familias de los mismos podrían enfurecerse contra el rey. Cuidado, la venganza no es de nosotros. El juicio lo realiza Dios y es Él y solo Él quien llama a rendición de cuentas. Herodes va a tener su propio juicio así como todos aquellos que te hayan hecho algo. No busques la venganza porque no te pertenece. A ti te corresponde perdonar…

Oración
Padre: no es fácil entender el por qué te llevas a la gente. Te pido que pueda ser humilde y valorar los días que me permites estar aquí junto con aquellos que me rodean. Quiero vivir agradecido y reconociendo que así como das también quitas en tu plan perfecto. Gracias por tu amor, en el nombre de Jesús. Amén

19 jul 2011

Hechos 12:15-17

Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos. Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.



Es una escena como de programa cómico. Pedro toca la puerta, lo dejan afuera esperando y la que lo escucha sale gritando que está Pedro afuera. ¡Estás loca! Pero ella insistía en que le hicieran caso y mientras tanto Pedro seguía tocando la puerta. ¿No te parece cómica la escena? Lo interesante es que incluso dentro de momentos como este, Dios nos sigue enseñando y dejando ejemplos para nuestro día a día.
Pienso que cada día nos hacen pensar más y más en nosotros mismos. Incluso cuando se habla de estar en pareja, dice la sabiduría común que primero debes estar bien contigo mismo para poder estar bien con la otra persona. ¡Mentira! Dios puede estar utilizando a la otra persona para trabajar con tu corazón y así perfeccionarte en su gloria. De hecho, lo que vemos en los versículos de hoy es justamente esto. El Señor no estaba trabajando solamente con Pedro ni sus planes se limitaban a la cárcel en la que estaba. Al momento en que es liberado, los guardias, el rey (en consecuencia todo el reino) y los hermanos que se encontraban en la casa a la que llega Pedro fueron afectados. Pudieron vivir una señal de Dios. Un milagro. La injusticia de Pedro, su sufrimiento y su mal rato habían tenido un propósito que hoy se hacía manifiesto: Dios es Señor y Todopoderoso, no hay ningún rey que esté por encima de Él ni cárceles ni cadenas que no pueda derribar.
Tal vez estás pasando por un momento difícil. Tal vez tu infancia fue dura. No sé cuántas cosas hayan pasado en tu vida, pero hay algo que estoy seguro: Dios tiene un propósito y no solo está trabajando contigo sino busca impactar la vida de muchas otras personas a través de ti. Debemos imitar a Pedro cuando sale de la cárcel e inmediatamente va a servir al Señor. Dejemos de quejarnos y lamentar nuestra situación. Desprendámonos de la vida carnal y abracemos la espiritual. Seamos personas que, con gozo, atraviesan sus pruebas sabiendo que el producto de las mismas será bendición no solo para nosotros sino para los que nos rodean.
Los hermanos estaban tan contentos que del alboroto no dejaban hablar a Pedro. Minutos antes estaban preocupados en oración y ahora había gran júbilo. Este ejemplo lo dejó Dios para que tengamos fe y esperemos con paciencia y vivamos fortalecidos en Él. Has una pausa. Medita en esto. Los momentos de prueba para Pedro fueron transformados en gran bendición. ¿No quieres esto para tu vida? ¡Yo sí!

Oración
Señor: gracias. Dame paz y gozo para vivir conforme a tu voluntad sin importar lo que esté atravesando. Ayúdame a ser sabio y utilizar mi circunstancia para llevar bendición a otras personas. Te lo pido en Cristo Jesús.
Amén

18 jul 2011

Hechos 12:12-14

Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.



Pensemos por un momento en lo que nosotros haríamos en el caso de Pedro. Nos encarcelan injustamente. De manera milagrosa somos rescatados. ¿Después? ¿Salimos corriendo de la ciudad y nos ocultamos? ¿Regresamos a lo que estábamos haciendo antes? Es muy importante que aprendamos de nuestras pruebas. Si atravesar momentos difíciles te ha hecho acercarte más a Dios, orar más, atender a más estudios bíblicos, ¡no vuelvas a tu estado anterior! Si la calma ha llegado a tu vida, si puedes respirar con tranquilidad y tu angustia no existe más, no permitas que esa mala costumbre de antes vuelva a dominar sobre ti. Sigue buscando al Señor. Sigue madurando y permaneciendo fiel. No esperes a que venga otro momento difícil para “ahora sí” comprometerte. Lo primero que hizo Pedro al salir de la cárcel fue seguir en obediencia a Dios y se dirigió con los hermanos en la fe.
¿Cómo se encontraban ellos? Sentimentalmente no lo sabemos. Imagino que algunos estaban tristes y preocupados por lo que vendría o tal vez estaban con la paz y el gozo que solo Dios da, pero lo que sí sabemos es que estaban orando. No estaban discutiendo un plan para sacar a Pedro de su injusticia. No estaban señalando los errores por los cuales él había sido aprehendido. Estaban orando sin cesar. ¡En nuestro instinto está hacer lo contrario! Enfermamos y lo primero que hacemos es buscar una medicina. Nos topamos con un problema y sin dudarlo comenzamos a buscar la solución. Perdemos un trabajo y la búsqueda del siguiente comienza inmediatamente. ¿Quién te dijo que eso es lo que debes hacer? Nuestro Dios nos dijo claramente que lo primero en nuestra lista de tareas es buscar Su reino y servirle. ¿Puedes darte cuenta de nuestro error? Antes de tomarte tu medicina, has una oración y agradece a Dios por la salud que tenías y que nunca valoraste. ¿Te corrieron? Pide al Señor fe para confiar en que Él cumplirá sus promesas y a ti no te faltará nada. Los hermanos se dedicaron a orar por Pedro y seguramente por lo que vendría. Ellos probablemente estaban preocupados. Es probable que ellos podrían ser aprehendidos también así que imagina si no tenían de qué preocuparse.
Cuando Rode escucha la voz de Pedro, en un instante se llena de felicidad y sale corriendo a dar la noticia. ¿Necesitaron de un plan para sacar a Pedro de la cárcel? ¡No! Tú tampoco lo necesitas para salir de tus “cárceles”. Pon tu vida en oración. Entrégate a Cristo. Entrega el trono de tu vida, tu soberbia, tu arrogancia, tus dudas y cuestionamientos y permite que El trabaje en tu vida y te muestre su amor incondicional.

Oración
Señor: te pido perdones mis pecados y que pueda reconciliarme contigo. Quiero vivir en oración pidiendo por servirte y no porque arregles mis problemas. Guíame en este camino mi Dios. En Cristo Jesús. Amén

15 jul 2011

Hechos 12:11

Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.



El día de ayer vimos que era necesario ceñirse, atarse el calzado y comenzar a caminar atravesando guardias hasta llegar al nuevo destino que Dios ha preparado. Pudimos entender que, primero es necesario reconocer que debemos cambiar de dirección y que posteriormente nuestras acciones reflejarán ese nuevo destino. Pedro decidió seguir al ángel que le mostraba por dónde caminar y finalmente pudo salir totalmente ileso y de una manera extraordinaria. No tuvo que intervenir nadie. Los hermanos no tuvieron que pedir favores al rey o pedir ayuda con sus conocidos. Se dedicaron a la oración y entregaron todo al Señor.
¿Cómo reaccionas cuando atraviesas alguna prueba? A veces pienso que estoy confiando en Dios pero conforme pasa el tiempo y no veo resultados, comienza mi corazón a dudar y me doy cuenta que lo único que hice fue “darle tiempo” al Señor para que mostrara el resultado sin confiar realmente en lo que Él estuviera preparando. En otras ocasiones, puedo decir que como Pedro, después de entender que la victoria es del Señor, volví en mí y vi con claridad sus planes. Comprendí que sí había un propósito dentro de las pruebas que atravesaba, que sí había un final y que la prueba no duraría para siempre. ¿El resultado? Mi dependencia a Dios aumentó al igual que mi gozo y agradecimiento por su amor tan grande y totalmente inmerecido de mi parte.
La Biblia tiene estos ejemplos de pruebas, cárceles, injusticias, enfermedades y muertes porque la vida está llena de ellas. Hoy en día tenemos los mismos problemas. No te dejes convencer con el argumento de que la biblia es solo un “libro” y que además es de hace mucho tiempo por lo que no tiene nada que ofrecer. ¡Mentira! Eso lo dicen los que no la han leído y aquellos que no quieren aceptar que Cristo es quien tiene la razón y no ellos.
Detente por un momento y analiza tu vida. Piensa en tus momentos difíciles. ¿Cómo reaccionas? ¿Qué haces cuando te enojas? ¿Qué haces cuando las cosas no salen como tú quieres? ¿Qué haces cuando te desesperas? Trata de entender cómo entra Dios en cada detalle de tu vida. Se sincero y date cuenta hasta dónde dejas que el Señor te transforme y en qué áreas le pones un “hasta aquí”.
Recuerda que todo tiene un propósito, pero como Pedro, no lo comprenderás al principio sino hasta que hayas salido de la “cárcel” y atravesado las guardias. Entonces sí podrás darte cuenta del milagro que Dios ha hecho en tu vida y de la transformación tan increíble que quiere hacer en ti. El rey junto con el pueblo judío querían que Pedro permaneciera preso o incluso que lo mataran. Dios tenía otros planes. No importa a qué o contra qué te estés enfrentando, los planes del Señor son los que van a prevalecer.

Oración
Padre: gracias por recordarme que tus planes están por encima de cualquiera. Te pido que pueda aprender a esperar en Ti y aguardar con gozo. Quiero aprender a caminar confiado y darme cuenta de cómo has cambiado mi vida. te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

14 jul 2011

Hechos 12:8-11

Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que era una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle y lego el ángel se apartó de él.



Seguir a Cristo no es de “labios para afuera”. Significa ceñirte y atarte las sandalias para comenzar a caminar y atravesar guardias hasta poder llegar a las puertas de la ciudad y que se abran solas. En otras palabras, debes atravesar pruebas que transformen tu corazón y tu entendimiento. Cruzarás guardias o problemas que nunca pensaste que podrías resolver y te enfrentarás a situaciones que jamás pensaste posibles. Pero si encomiendas tu camino al Señor, Él se encargará de darte lo necesario para que puedas salir adelante y te goces en Su victoria.
Pedro estaba presenciando algo tan extraordinario que incluso pensaba que no era real sino que estaba en una visión. Imagina lo increíble de su situación. Estar encarcelado. Probablemente tenía muchos pensamientos que daban vueltas en su cabeza. ¿Señor, por qué me has traído aquí? ¿No querías que estuviera predicando? ¿Aquí moriré? ¿Qué haré para intentar salir? Y así probablemente pasó sus días. De repente, mientras dormía, el ángel apareció y las cadenas se abrieron y cayeron al instante. “Sígueme” le dijo. Y Pedro le siguió. La Palabra de Dios está llena de ejemplos sobre lo que podemos atravesar en nuestra vida y nos demuestra siempre que el Señor no está lejos, no nos ha abandonado y sobre todo no ha perdido ni un instante el control de lo que está pasando. Entiendo que pudiera parecer lo contrario cuando las cosas están totalmente en nuestra contra, pero la realidad es otra.
No te extrañes de estar desanimado y confundido. ¡Es normal! No siempre tendremos las respuestas de lo que nos sucede. Recuerda que Pedro estaba siguiendo en obediencia a Jesús y terminó en la cárcel. ¿Tenía sentido? ¡Por supuesto que no! Pero sí tenía un propósito. Es probable que te sientas encarcelado y con cadenas que no te dejan mover. O tal vez alguien cercano a ti está en esta situación. Te recomiendo que leas el pasaje y busques encontrar el milagro que Dios hizo en la vida de Pedro y entiendas y creas que puede hacer lo mismo en ti. Me gustaría que cada uno de nosotros experimentara algo similar a lo que vivió Pedro y cuando veamos cómo el Señor abre caminos y puertas que ni siquiera pensamos que existían recordemos este pasaje y le demos toda la gloria a Él.

Oración
Señor: tu palabra es increíble y llena de instrucción para mi vida. Gracias por mostrarme cómo vivir tu camino y darme la dirección correcta. Te pido que pueda entregarte mis problemas y preocupaciones. Te pido que pueda confiar en Ti y comprender que a Tu tiempo y a Tu manera todo se resuelve. Gracias por tus bendiciones, en el nombre de Jesús.
Amén.

13 jul 2011

Hechos 12:6-7

Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.



En ocasiones resulta muy difícil entender que Dios está por encima de nuestros problemas. A veces nos encontramos con personas que tienen mucho poder y vemos que pueden mover todo a su conveniencia dejándonos a la deriva. Además, el mundo se ha encargado de promover nuestras dudas y disminuir nuestra fe haciéndonos creer que la vida exitosa debe estar exenta de problemas. Un día, te encuentras en problemas y viene la desilusión. Atraviesas injusticias. Te das cuenta que no sabes hacia dónde dirigirte. El viento está en tu contra y no tienes las herramientas para hacerle frente. Bien. Así estaba Pedro. ¿Qué podía hacer un pescador en contra del rey? ¡Nada! Absolutamente nada. Y lo mismo con nosotros, ¿qué puedes hacer en contra del mundo? Nada. Mientras más nos humillamos y reconocemos que no podemos hacer nada, más dejamos a Dios trabajar y más brilla Él. Recuerda que Su poder se perfecciona en nuestra debilidad. Te lo repito: mientras más sencillo y humilde de corazón, más dejas a Dios transformarte. Regresando al pasaje, vemos que los planes de Herodes eran sacar a Pedro después de la pascua. Aún siendo rey y teniendo el poder absoluto sobre su reino, sus planes no fueron como esperaba. ¡Esto es lo que debemos entender! Ningún rey ni nadie, absolutamente nadie, está por encima de nuestro Señor. Dios tenía otros planes distintos a los de Herodes y son los que se llevarían a cabo.
¿Cuáles fueron los planes de Jehová? Liberar a Pedro. Dios quiere bendecirnos y tiene un propósito específico para tu vida. Puede ser difícil de entender o aceptar este principio cuando todo está en contra, pero por esta razón tenemos el ejemplo de Pedro. Un pescador, sin ningún contacto en la política que lo pudiera ayudar, enfrentándose al gran rey Herodes. Nada podía hacerse para ayudarlo. Pero el Señor mostró su poder y su dominio. A Su tiempo, a Su manera. Nuestro Dios manda un ángel para liberar a Pedro. Así también nuestro Dios nos rescata y nos libra. ¿Recuerdas las palabras de David al pueblo de Israel cuando va a luchar contra Goliat? ¿Por qué temen si Jehová nos ha dado la victoria? Confiemos en Él y no en nuestros recursos. Confiemos en Sus planes y no en los nuestros. Dejemos que Él sea quien brille en nuestros problemas en lugar de quejarnos y preocuparnos. Sirvamos. Humillémonos. Entreguémonos.

Oración
Señor: Perdona que me olvide que eres Rey sobre cualquier rey. Perdona que no te deje trabajar en mi vida y busque primero en mis planes y en mis recursos antes de dejarte trabajar en mi corazón. Hoy entiendo que no soy yo quien luchará sino Tú y te doy gracias por ello. Te pido me llenes de tu paz, de tu fuerza y fe para esperar tus planes con gozo. En el nombre de Jesucristo te lo pido. Amén

12 jul 2011

Hechos 12:4-5

Y habiéndole tomado preso (a Pedro), le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.



Si hacemos las matemáticas, estamos hablando de dieciséis personas cuidando exclusivamente a Pedro. Además de estar dentro de una celda y con cadenas. ¿No te parece ilógico? No era un asesino o un ladrón. No había hecho nada para pensar que necesitaría tanta seguridad a su alrededor. Imagina hoy en día que aprehenden a uno de la lista de los más buscados. Piensa en la cantidad de seguridad que se desplegaría a su alrededor. Ahora imagina que utilicen la misma cantidad de personas para custodiar a un pastor de una iglesia. ¿Ilógico? ¡Totalmente! ¡Estamos hablando de dieciséis soldados cuidando a una persona! Y peor aún, esa persona no era un delincuente.
Dentro del mismo pasaje vemos que Herodes tenía planeado sacar a Pedro después de la pascua. Y esto nos ayuda a entender que hay dos perspectivas dentro de una misma historia, pero un solo Dios soberano trabajando en ella.
En la primera encontramos a Pedro. Hombre entregado al Señor. Sin ningún crimen ni nada que pudiera decirse en su contra. De todas formas es tratado como un delincuente. En la segunda perspectiva, encontramos a un rey haciendo política. Sabía que los judíos representaban un gran apoyo y no los quería en su contra. También tenía conocimiento del nuevo grupo que se estaba formando que estaba molestando en sobremanera a los judíos. Pienso que por esta razón, decide aprehender a Pedro y tratar de mandar un mensaje.
Ahora, la parte práctica. Si entendemos que la vida de Pedro es un ejemplo de lo que puede pasar en nuestra vida, es necesario que aprendamos a entregarnos por completo al Señor y dejemos de quejarnos por las injusticias. Él fue llevado preso sin haber cometido un crimen. Tal vez no te dieron el aumento que te prometieron o el puesto que buscabas. Puede ser que te hayan despedido o que actualmente estás atravesando un momento de impotencia por una injusticia. Debes entender que no se le ha escapado al Señor tu situación y la permite con un propósito en mente: moldear tu corazón y tu carácter a su manera. Pienso que Pedro no fue el mismo después de atravesar esta situación. Su orgullo y su yo fueron probablemente disminuidos y lo prepararon para lo que vendría, que por cierto no sería nada fácil. ¿Qué quieres de tu vida? ¿Que sea sencilla y sin problemas o que agrade y sirva al Señor? ¿Cómo quieres que sea tu carácter y tu corazón? Dejemos trabajar a Dios. Las pruebas nos revelan lo que realmente hay en nuestro interior. No permitas que una injusticia interrumpa tu comunión con el Señor ni te desanime por pensar que has sido olvidado. Dios está ahí buscando que te encomiendes a Él y le permitas transformarte. ¿Qué vas a hacer?

Oración
Padre: perdona mis pecados y límpiame. Perdona mis quejas y ayúdame a vivir conforme a tu voluntad. Dame fe para seguir adelante a pesar de las injusticias y mi falta de entendimiento de lo que me sucede. En el nombre de Jesús. Amén.

11 jul 2011

Hechos 12:1-3

En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para matarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura.



Un poco de historia para ubicar el momento. Venimos de ver a Bernabé buscando a Saulo para que lo apoyara en Antioquía con toda la gente que se estaba convirtiendo a Cristo. Vemos además, que cuando reciben noticias de la profecía de la futura escases de alimentos, se ponen de acuerdo y actúan conforme a lo planeado para que no tuvieran problemas. Honestamente veo a un grupo de seguidores muy disciplinados y haciendo lo que se les pide. Pero un día, no nos explican bien el por qué, el rey Herodes decide durante la pascua aprehender a algunos de los discípulos y asesina a Jacobo. Pedro se encuentra dentro de los que estaban ahora presos.
Estoy seguro que en varias ocasiones te has preguntado ¿Por qué pasan cosas malas? ¿Por qué le pasa tal o cual a esta persona? O también ¿por qué a la gente buena le puede pasar algo malo? La respuesta es: no lo sé. Lo que sí sé, es que está bajo el control de Dios y Él sí lo sabe y tiene un propósito. ¿Por qué fallecen niños? ¿Por qué se lleva vidas de jóvenes? ¿Por qué se lleva a algún padre de familia o a la madre? Me encantaría poder tener la respuesta pero no es así. Lo único que puedo estar convencido es que en su amor a nosotros, nunca haría algo para lastimarnos. Nunca buscaría nuestro mal sino por el contrario busca llenarnos de bendiciones. Los discípulos no habían hecho nada malo. Sin importar esto, fueron aprehendidos y Jacobo asesinado. ¿No te parece injusto? ¿No te parece que deberíamos reclamarle a Dios? ¡Señor! Estamos trabajando en tu nombre, estamos haciendo bien las cosas, por ¿qué permites esto? ¿Cuántas veces le has preguntado o reclamado esto a Dios? A esto pienso que Dios podría contestarnos: y ¿tú quién eres para cuestionar mis decisiones? ¿Qué sabes tú de lo que viene? Como la Biblia nos dice, no sabemos de dónde viene el viento ni cómo se mueve pero El tiene control y decide cómo será.
No puedo encontrar una respuesta satisfactoria a la interrogante del principio, esa le corresponde solamente a Dios. Pero lo que sí podemos aprender hoy es que la vida en Cristo no significa un camino sin problemas. Si estás atravesando momentos difíciles no quiere decir que estás haciendo las cosas mal. Pienso que cuando vemos estas escenas en la Biblia, nos muestra que Dios en su soberanía permite ciertos eventos para moldear nuestro corazón y transformarnos. Tal vez lo difícil de tu situación vaya conforme a la dureza de tu corazón. Medítalo. Si entendemos que a la gente “buena” le pasa cosas malas, debemos aprender a ser sencillos y agradecidos por todo lo que el Señor nos da y estar conscientes que Él y solo Él decide cuándo quitar.

Oración
Señor: me cuesta trabajo entender el por qué de muchas cosas. Hoy entiendo que tus discípulos no hicieron nada malo y atravesaron momentos difíciles incluyendo la muerte. Hoy entiendo que tienes un plan para mí y que todo lo que atravieso es con un propósito: transformar mi corazón. te pido me renueves y me des entendimiento, paz y fe. En Cristo Jesús te lo pido, Amén.

7 jul 2011

Hechos 11:27-29

En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.


Si lees con detenimiento, puedes darte cuenta que la biblia nos dice que no solamente pensaron en cómo ayudar sino que “en efecto lo hicieron”. ¿Por qué sobresale esto? Porque en muchas ocasiones, los problemas son analizados, las soluciones expuestas y finalmente nunca se hace nada. Principalmente me refiero a lo que sucede dentro de las congregaciones aunque también puede pasar en tu vida personal. Te das cuenta que debes estar más en comunión con Dios, que tus oraciones son escazas y con poco contenido, pero al final, dejas que pase el tiempo y nunca tomaste acción. No basta con entender que tienes un problema. Debes actuar conforme a la solución planteada. Como iglesia debemos poner manos a la obra. Si tenemos la inquietud de ayudar y compartir el evangelio a gente discapacitada, personas de la calle, viudas, personas sin trabajo, etcétera, ¡hagámoslo! Pongamos en oración esa idea o inquietud y sirvamos al Señor. No dejemos que pasen los días y luego los meses sin que se haga algo.
Por otro lado, cuando leo pasajes que contienen profecías, me cuestiono qué cosas habrá para nosotros hoy en día. En ese entonces sabían que vendría un hambre por toda Judea pero hoy ¿qué sabemos? Después de meditar en esto, me doy cuenta que Dios, a través de sus mandamientos y principios, nos da muchas “profecías” de lo que pasa cuando no le hacemos caso. Por ejemplo, la tasa de divorcio el día de hoy es algo así como 50% en los primeros cinco años de matrimonio. Hace un tiempo vi (por unos minutos nada más) un programa en MTV que pasaban la vida de adolescentes que estaban embarazadas. ¿Cuántas familias han sido destruidas por alguna adicción? ¿Cuánto se habla ahora de que las mujeres son iguales al hombre en cuestión de engañar a su pareja? ¡Esto es lo que tenemos a nuestro alrededor! No lo estoy inventando ni exagerando. Son simples datos duros. ¿El por qué de todo esto? El no entender que lo que Dios nos dice es para nuestro propio bien. El no comprender que son una especie de profecías las cuales nos protegen de cometer errores y sufrir graves consecuencias. Los principios de Dios nos guían por un camino que lleva fruto y bendición. Cuando nos apartamos de este camino, podemos estar convencidos que en nuestra vida habrá hambre y sequía. Además de esto, puedo decir con confianza que no siempre las cosas irán bien ni tampoco mal. Pero independientemente de lo que venga delante, nuestro Dios nos ha dejado promesas que nos dan aliento y fortaleza para enfrentarlas. ¿Qué piensas?

Oración
Padre: te pido que perdones mis pecados y me ayudes a tener disciplina para no dejar que los días pasen sin que yo haga nada. Ayúdame a entender que tu camino está lleno de pastos verdes y que este mundo no tiene nada que ofrecer en comparación. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

6 jul 2011

Hechos 11:25-26

Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.



A veces es necesario aceptar que necesitamos ayuda… Esta es la única explicación que puedo pensar para entender el por qué Bernabé busca a Saulo. Algunas personas son totalmente opuestas a esta idea. No les gusta aceptar que tienen una debilidad o que simplemente hay alguien que puede hacer mejor las cosas. Prefieren guardarse todo. No les gusta compartir sus problemas y tampoco hablan de sus errores. También tenemos a aquellos que son el extremo opuesto, son tan inseguros que prefieren estar pidiendo ayuda de todo lo que hacen y no son capaces de tomar sus propias decisiones con seguridad. Ahora, pienso que como en todo, debemos ser equilibrados y como se dice por ahí, “ni muy muy, ni tan tan”.
A veces cuesta trabajo entender que alguien más puede hacer el trabajo mejor que nosotros. Pienso en Bernabé. Era un hombre entregado a Dios. Había sido escogido para ir a Antioquía y analizar lo que estaba pasando con la conversión de gentiles. Esto nos dice que tenía responsabilidades y era un hombre de confianza dentro de la congregación. A pesar de sus buenas credenciales, al llegar a Antioquía y maravillarse de lo que pasaba, piensa que todavía se puede hacer más y en su mente está el nombre de la persona indicada: Saulo de Tarso. ¿Cómo podemos llevar a la práctica lo que aprendimos hoy? Siendo entregados al Señor. Cuando no aprendemos a entregar toda nuestra vida a Dios, es cuando nos cuesta trabajo entender que hay cosas que simplemente no son para nosotros. Nos encantaría hacer esto y aquello. Nos gustaría no tener que dejar tal o cual cosa. A veces, dentro de las mismas iglesias hay personas que quieren hacerlo todo. Debemos entender que todo lo que hacemos es para la gloria de Dios. De esta manera, cuando Dios nos muestra que hay alguien más capacitado o apto para tal labor, será natural para nosotros el seguir su camino y dejar que alguien más venga a ayudar. ¿Lo puedes entender? Nos cuesta trabajo pedir ayuda cuando no entendemos que todo lo que hacemos es para dar gloria al Señor. En el momento que olvidamos esto, ya no queremos que nadie venga y cambie nuestros planes. No queremos que nadie tome el control de lo que nosotros controlábamos. Bernabé buscaba agradar a Dios y no tuvo inconveniente en buscar a Saulo y pedir por su ayuda. Hagamos lo mismo. Dejemos nuestro orgullo a un lado y dejemos que los planes de Dios sean los que guíen.
Por último, quiero comentar sobre el hecho de que permanecieron un año ahí y que fue el primer lugar donde se comenzó a utilizar la palabra cristiano para aquellos que seguimos a Jesús.

Oración
Padre: quiero tener un corazón agradable a Ti y que mi vida te sirva. Ayúdame a entender mis debilidades y a aprender a complementarme con los hermanos que has puesto a mi alrededor para que tu obra sea completada. Guíame en tu camino Señor. En el nombre de Cristo Jesús. Amén

1 jul 2011

Hechos 11:22-24

Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen files al Señor. Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.



¿A qué cosas se refiere? A que la palabra de Dios había sido predicada a los gentiles y gran multitud había creído en el nombre de Jesús. Cuando se enteran de estos eventos, le piden a Bernabé que vaya y de cierta manera que “eche un vistazo”. Recuerda que las noticias que recibieron en Jerusalén son totalmente nuevas y diferentes. Hoy nos resulta fácil entender que la palabra de Dios está disponible para todos los que acepten su nombre, pero en su época no era así. Imaginemos por un momento lo que pasaba por la mente de Bernabé mientras se dirigía a Antioquía. Puede ser que haya dudado de lo que había escuchado, por otro lado algo de emoción seguramente corría por sus venas tratando de entender lo que Dios estaba haciendo en esa región. ¿Gentiles? ¿Escuchando y aceptando a Cristo? ¿Será posible? En el momento que llega, nos dice la biblia que se regocijó de ver la gracia de Dios. ¿Cómo podemos ver esa gracia de Dios? ¿Actualmente puede pasar algo similar? ¡Por supuesto! Te voy a explicar lo que es ver la gracia de Dios y regocijarte en ella. Cuando ves un matrimonio que estaba en problemas y con uno o dos pies buscando el divorcio, totalmente transformado y reformado por la entrega de cada cónyuge al Señor, eso es gracia y digna de regocijo. Cuando ves la vida de un drogadicto, que perdió a su familia, que se encuentra en la cárcel y es considerado como basura, totalmente renovada, con una sonrisa en su cara, con el odio y rencor olvidados y sobre todo alabando al Señor y tratando de servirle en todo !eso es ver la gracia de Dios! Bernabé se regocijó por ver el trabajo de Dios en Antioquía. Veía gente que adoraba a otros dioses ahora dando gloria a Cristo. Gente perdida que ahora había sido encontrada. Hoy nosotros debemos transformar nuestros alrededores para que los demás puedan ver la gracia de Dios. Hay tantas personas buscando sentido para su vida, adorando a tantos dioses (materiales y espirituales) y tratando de encontrar algo que les pueda dar paz o sentido a su vida. ¡No podemos quedarnos con los brazos cruzados! Renueva tus pensamientos. Remodela tu vida. Corrige tus caminos. ¡Sirve a Dios!
Es importante notar que, a pesar de que lo que Bernabé vio era bueno, tuvo en su corazón el decirles que no se apartaran del Señor y que permanecieran fieles. ¿Por qué lo dijo? Seguramente porque él había experimentado lo que es tener esa llama ardiente por el Señor y luego alejarse o dejarla que baje de intensidad. Hoy te animo a que analices tu vida. Medita y reflexiona. ¿Estás permitiendo que la gracia de Dios te transforme? ¿Buscas que su gracia se manifieste en tu vida y en la de tu familia y seres queridos? Nos corresponde transformar aquello que nos rodea imitando siempre a Jesús. La biblia dice que una gran multitud fue agregada al Señor en Antioquía. ¿La razón? Su palabra era compartida y se exhortaba a permanecer fieles a Él. ¡Hagamos lo mismo hoy!

Oración
Señor: quiero pedirte que mi vida sea de servicio a Ti. Quiero pedirte que me renueves y me transformes. Quiero vivir y ser testimonio de tu gracia. Permite que mi vida impacte a los que me rodean y puedan ver lo maravilloso que eres. Perdona si mi llama por Ti no arde como antes y te pido que la enciendas de nuevo pues quiero seguirte y obedecerte. En Cristo Jesús. Amén