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19 sept 2011

Hechos 14:3-4


Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios.



Si en versículos anteriores los discípulos sacudieron el polvo de sus pies y salieron de Antioquía, por qué en esta ocasión deciden quedarse mucho tiempo, predicar e incluso hacer señales y prodigios.  ¿Por qué no salieron también de esa ciudad?  Me encantaría poder tener la respuesta exacta y concreta pero la verdad es que no lo sé.  A veces nos resulta imposible entender los planes de Dios y el por qué de sus decisiones.  Pensemos esto por un momento, Él es Dios.  Nosotros no tenemos el mismo conocimiento ni capacidad.  Por esta razón, no siempre vamos a entender lo que está haciendo a nuestro alrededor.  Dios en su misericordia nos ha dejado promesas en su palabra para que podamos vivir tranquilos y confiados a pesar de que todo parezca incierto y sin sentido.
Dios muestra por dónde debes caminar.  Dónde debes estar y por cuánto tiempo debes permanecer ahí.  Sin embargo, nosotros tenemos tendencia a hacer las cosas de otra manera.  Nos encanta “experimentar” por otros caminos porque pensamos que son más atractivos, nos encanta quedarnos más tiempo en donde estamos porque pensamos que estamos bien o por el contrario, deseamos irnos porque pensamos que estaremos mejor en otro lado.  Dios le mostró a Elías que debía ir y anunciar al rey que vendría una sequía.  Irónicamente, su siguiente instrucción no fue decirle cómo hacer para que el pueblo pudiera sobrevivirla como en el caso de José al revelar el sueño de Nabucodonosor.  En esta ocasión, Dios le dice a Elías, debes irte y esconderte.  Por la comida no te preocupes, yo enviaré cuervos que te alimenten.  Dios da instrucciones y nuestro deber es escucharlas y obedecerlas.  ¿Cómo sé si debo hacer esto o aquello?  Preguntarás.  La respuesta es sencilla: Dios nos dice en su palabra que nuestra prioridad es buscar su reino, hacer discípulos y amar a nuestro prójimo.  Él se encarga de lo demás.  Si mantienes tu mirada en las cosas del cielo, no tendrás preocupación por entender o decidir hacia un lado u otro.  Simplemente llegará un día en el que Dios te dice, es necesario ir aquí o allá y lo harás.
Los discípulos nos dan un gran ejemplo de sintonía con Dios.  Además de estar compartiendo el evangelio, siempre buscaron estar en el lugar que Jehová les mostraba.  Si Dios decía salgan de esa ciudad, ellos salían y si por el contrario decía permanezcan, ellos permanecían hasta recibir nuevas instrucciones.  El hecho de que los discípulos se quedaran en Iconio a pesar de que un grupo de personas comenzaba a organizarse en su contra, nos enseña que es necesario soportar las pruebas con el fin de servir a Dios y esperar por nuevas instrucciones.  No te desesperes.  No te desanimes.  No te preocupes.  Pon tu mirada en las cosas del Señor.  Busca su reino, busca obedecerlo y Él se encargará de todo lo demás.  Créelo.  Vívelo.

Oración
Señor: Me resulta difícil no preocuparme por lo que debo o no hacer.  Hoy entiendo que debo buscar tu reino y que Tú te encargas de lo demás.  Ayúdame a creerlo y a vivirlo.  No permitas que mis dudas bloqueen nuestra relación.  Permite que tenga paz y fe en que Tú tienes cuidado de mí y que tus planes son mejores que los míos.  Gracias por tus enseñanzas.  Gracias por tu amor.  En el nombre de Jesús oro a Ti, amén. 

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