Vistas de página en total

15 oct 2010

Hechos 2:46-47

Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.



La vida es difícil. No tengo que decírtelo. Siempre lo has sabido. Lo has experimentado en varias ocasiones. Claro que hay momentos muy buenos, pero a veces los difíciles hacen que los olvidemos. Para poder llevar una vida de gozo y paz no hay un método mágico y milagroso. No llega con desear tener paz ni con leyes de atracción. Si así fuera, ¿no crees que todos estaríamos felices y en paz a pesar de las circunstancias? Entonces ¿cuál es el camino para poder tener una sonrisa verdadera cuando el viento está en contra?
Y perseverando unánimes cada día en el templo y partiendo el pan en las casas alababan a Dios. Los discípulos perseveraban. Cada día dedicaban tiempo para ir al templo y aprender más de Dios. Pasaban tiempo en oración. Alimentaban su vida espiritual con gran dedicación. La alegría llega cuando cada día tenemos comunión con el Señor. Cuando te encuentras solo. En silencio. Cansado. Triste. Angustiado. Te presentas con un corazón sencillo y golpeado ante Dios y pides perdón. Pides dirección. Pides consuelo. Pides por tener esperanza. Entregas tus cargas y reconoces que ya no quieres ni puedes cargarlas más. En esa misma conversación Dios te contesta a través de su palabra animándote diciendo que no temas ni desmayes pues Él estará siempre contigo. Te recuerda que aún caminando por valles de sombra de muerte no debes temer pues Él estará contigo. Te recuerda que Él se encarga de llevarte a pastos verdes. Te recuerda que desde antes de que estuvieras en el vientre de tu madre te conoció. Te recuerda que sobre ti tiene sus ojos puestos. Te recuerda que Él te guarda. Podría escribir y escribir sobre todas las promesas que el Señor tiene para ti. ¿Te das cuenta de lo que es tener comunión con Él?
Es posible que ya te hayan dicho varias veces que debes leer la biblia y pasar tiempo en oración. Tal vez ya lo has hecho y aún así todo sigue igual. Me parece que el principal error que cometemos cuando buscamos soluciones o entendimiento sobre lo que nos acontece, es que olvidamos quién es quién. Llegamos con Dios como si fuera nuestro amigo. Pensamos que podemos preguntarle y reclamarle. ¿Quiénes somos para cuestionar los planes de Dios? Debemos tener un corazón sencillo para poder “ir al templo”, tener comunión con Él y alabarlo. Humildad. Arrepentimiento. Entrega. Agradecimiento. Así nos debemos presentar ante Dios. Los discípulos perseveraban todos los días en pasar tiempo con el Señor y se gozaban unos con otros por lo que Él hacía en sus vidas. Le alababan y se asombraban de ver cómo cada día se encargaba de añadir a más personas a su iglesia.
Vuelve a leer los versículos. Medítalos. Compáralos con tu actitud hacia Dios…

Oración
Señor: quiero vivir agradecido y con un corazón sencillo. Entiendo que Tú eres Dios y gracias a tu misericordia puedo tener comunión contigo. Hoy vengo a Ti humillado entregándote mis cargas diciéndote que estoy cansado y quiero vivir gozoso a través de tus promesas. Quiero mejorar mi comunión contigo. Guíame. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

14 comentarios:

Unknown dijo...

Q bonita reflexion Dios bendiga la vida de aquellos q el Señor utiliza para llevar palabra al q la necesita

Unknown dijo...

Poderosa reflexión es de gran bendición para mi vida

Unknown dijo...

Amén ,me llegó mucho esta reflexión ,Dios continúe bendiciendo su universo ✨🙏🏾💪🏾🙌🏾

Unknown dijo...

Excelente

Un Tiempo con Dios dijo...

Muchas gracias por escribir y sus buenos deseos.
¡Bendiciones de vuelta para ustedes!

Unknown dijo...

Gloria a Dios me llegó esta reflexión Dios es bueno y para siempre es su misericordia cómo no de alabarte 🙏

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Amén!

Unknown dijo...

Gracias por esta palabra que edifica mi vida cada día Dios les bendiga rica y abundantemente para seguir compartiendo la palabra.

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Qué bueno que sea edificante!

Bendiciones

Anónimo dijo...

Que bendición

Anónimo dijo...

En esos tiempos se gozaban delante de su presencia de Dios pero ahora en la actualidad la iglesia ya no hace lo mismo

Anónimo dijo...

Bonita reflexión

Anónimo dijo...

Amen

Anónimo dijo...

Amén