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31 jul 2009

Santiago 1:26-27

Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.



Voy a empezar de atrás para adelante. Consérvate limpio de las manchas del mundo y de su maldad. Por más que te esfuerces, los caminos de Dios no se cruzan en ningún momento con los del mundo. Todo aquello que llama nuestra atención en los espectaculares, las revistas, la televisión, generalmente está enfocada a la exaltación de las personas y Dios no aparece por ninguna parte. Buscan promover caminos que satisfacen necesidades inmediatas pero acaban con tu alma y vida eterna. Esta es la maldad y la corrupción del mundo. Por otro lado, hay un llamamiento a entregarnos por los demás, por atender a los necesitados. En ocasiones debes pensar que no tienes mucho que ofrecer, pero cuando pones tu vida al servicio de los que tienen alguna necesidad, siempre te darás cuenta de lo bendecido que has sido y podrás multiplicar esas bendiciones con tu prójimo. Los huérfanos y las viudas junto con los enfermos y aquellos sin hogar, necesitan apoyo. Seguir los pasos de Jesús es nuestra prioridad. Jesús otorgó su vida para limpiar nuestros pecados y dejó un ejemplo de entrega y servicio dignos de admiración. Tú y yo debemos hacer lo mismo. Tal vez no tengas huérfanos o viudas en tu casa, ¿qué tal tus vecinos? O incluso antes de salir de tu casa, ¿qué tal está tu familia? ¿No necesitan más de tu tiempo? ¿No hay huérfanos y viudas en tu hogar por tu falta de entrega?
Hacer algo por los demás no es fácil. Si lo haces por sentirte bien, te cansarás. Si lo haces por agradar a Dios te cansarás también. Pero si lo haces por AGRADECER a Dios y COMPARTIR lo que te ha dado, entendiendo que por pura misericordia te ha dado lo que tienes, siempre tendrás alas y fuerzas para echar a volar a otras personas.
Por último, la lengua. No importa lo que quieras aparentar, en una discusión siempre salen a “relucir” tus pensamientos internos y aquello que hay en tu corazón. La soberbia, la envidia, los corajes, tus enojos, tus celos, tus amarguras. ¡Con tu boca te puedes delatar en tan poco tiempo! La lengua es un excelente medidor de entrega con Dios. ¿Por qué? Porque te muestra lo que hay en tu corazón. Si dices amar a Cristo pero hablas con puras groserías, te estás engañando dice la Biblia. Si dices amar a Jesús, pero solamente salen críticas y juicios de tu lengua: te estás engañando. No estoy exagerando ni siendo extremista, la Palabra de Dios es la que pone el parámetro a seguir. Examina tu corazón. Analiza tu vida. Frena tu lengua. Atiende a los que tienen necesidades. ¡Entrega tu vida a Jesús!

Oración
Padre Celestial: eres Santo, Poderoso y lleno de misericordia pues me amas sin yo merecerlo. Perdona mis pecados y permite que vea lo bendecido que he sido para que pueda llevar más bendición a los que necesitan. Te pido que controles mi lengua y quites de mí todo lo que hay que no te agrada. Oro en el nombre de Jesús
Amen.

29 jul 2009

Santiago 1:23-25

Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.


En otras versiones termina diciendo que recibirá bendiciones o será feliz el que es hacedor de la palabra. Recientemente me llegó un correo electrónico buscando un comprador para unos boletos de un concierto. Cualquier persona que compra un boleto para un concierto tiene planeado asistir al mismo. Nadie compraría un boleto para después venderlo nuevamente. Si tienes hambre y preparas algo de comer, tu siguiente acción es comer lo que has preparado. Si eres una persona que ha escuchado sobre Dios y aun así, sigues saliendo a la calle y no lo pones por práctica, hoy es necesario que hagas una pausa y examines lo que hay en ti. Aquí no me refiero a aquellos que ni siquiera tienen la disposición de querer aceptar que Dios tiene mucho que decirnos. Especialmente Santiago se refiere a todos aquellos congregantes que se reúnen para escuchar y que posteriormente llevan una vida como si no hubieran escuchado absolutamente nada. ¿Te gusta escuchar de Dios cuando tienes problemas o cuando estás angustiado, pero cuando tu problema se acaba también se terminan tus deseos de seguir escuchando? ¿Escuchas por compromiso con alguien? ¿Escuchas porque entiendes que Dios es el Señor de todo lo que hay?
Santiago nos pone un ejemplo para clasificar a este tipo de personas: olvidadizas. Creo que también deben llamarse inconstantes e incoherentes. En tu vida no deben existir dos tipos de actitudes. No puedes obedecer a Dios los fines de semana y a tu ego el resto. No puedes estar escuchando sobre la vida de Cristo y lo que hizo por ti para luego olvidarte de ese gran amor y hacer lo que te venga en gana. ¡No está bien!
Así como no tiene sentido comprar un boleto del cine o de un concierto para no ir, tampoco lo tiene el estar escuchando sobre Dios y llenándote de información para luego no hacer absolutamente nada. ¿Sirve de algo aprender un idioma, asistir a todas las clases y nunca hablarlo? ¡No! Así de obvio debe ser tu forma de reaccionar ante las enseñanzas de Dios. No permitas que las enseñanzas que escuchas sean enseñanzas “espejo” que las oyes por un momento y luego las olvidas al irte. Entiende esto: Dios tiene bendiciones para ti; el que es hacedor de la palabra será feliz. Te animo a que experimentes estas promesas de Dios.

Oración
Padre Santo: te pido que perdones mis pecados y me limpies para poder tener comunión contigo. Perdona que en ocasiones haya sido olvidadizo, haya escuchado tus mandamientos y correcciones y no haya hecho nada al respecto. Hoy entiendo que trae bendición el obedecerte y llevar a la práctica tu palabra, permite que así sea en mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

28 jul 2009

Santiago 1:22

No se contenten con sólo escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.




La versión de Reina Valera 1960 dice: pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. La versión de Dios habla hoy dice: pero no basta con oír el mensaje: hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos.
Quiero hacer énfasis en el autoengaño. En el mundo en que vives, es posible que realices actos erróneos y la gente no los perciba. Puedes engañar a tu esposa, engañar a tus padres, a tus jefes, pasarte una luz roja sin que te vea un policía, llevar una vida los domingos y otra los demás días engañando así a la congregación. Engaños y más engaños, pero al final, debes entender que la única persona que estás engañando es a ti mismo. Tú y nadie más que tú, es el perjudicado. ¿Puedes darte cuenta de esto? No tiene ningún logro el burlar a las personas y hacerlas creer lo que no es. Tú te estás engañando a ti mismo y eso no te lleva a ninguna parte.
Por otro lado, hay personas que se van al extremo del versículo y lo único que quieren hacer son obras. Quieren ayudar enfermos, ancianos, gente de la calle y así la lista sigue. ¿Qué tiene de malo? Que Dios dice no BASTA con escuchar la palabra sino ponerlo en práctica. La práctica no es aquello que tú pienses que se deba hacer, sino que está basada en lo que Dios dice que debe hacerse. El primer paso, lo más básico y elemental es leer la Biblia, enterarte de lo que Jehová dice y tiene para ti. El segundo paso va de la mano con el primero: poner en práctica lo aprendido.
Recuerda que Dios quiere que las cosas sean a Su manera, no a la tuya, que es un Dios soberano y sobre todo de orden. ¡Qué orgullo tan grande tenemos cuando pensamos que nuestras ideas y actos son mejores que lo que Él propone! Me he topado con personas que no quieren congregarse porque no confían en las iglesias, personas que no entregan su diezmo a la iglesia porque no les gusta la administración que se lleva a cabo, personas que se dedican a encontrar fallas en los que siguen a Jesús de manera incondicional. ¿Realmente crees que puedes llevar una mejor vida que la que te propone Dios? ¡Por favor! ¡Humilla un poco tu corazón!
Si Dios dice, tú haces. Deja de cuestionar. Obedece. Aprende a leer constantemente la Biblia y sobre todo a llevarla por práctica siempre. Si te dice que no dejes de congregarte, ¡no lo hagas!; si te pide que des tu diezmo, ¡dalo!; si te pide que respetes a tus autoridades ¡respétalas!; si te pide que ames a tu prójimo ¡ámalo!; si te pide que seas pronto para oír y lento para enojarte ¡hazlo! La Biblia NO es un libro de buenas intenciones. Es la palabra de Dios que te guía por el camino correcto. ¡No basta con escucharla! Es necesario que la lleves a la práctica en tu PROPIA VIDA. Deja de engañarte. Tú eres el único perjudicado. Te animo a que le des una oportunidad a Dios poniendo por práctica su palabra, te aseguro que te sorprenderás.

Oración
Padre Santo: perdona mis pecados y pon en mí el perdón para perdonar a los que me han hecho mal. Reconozco que he pasado tiempo siendo solamente oidor de tu palabra y hoy entiendo que me pides que sea hacedor. Ayúdame para que no tenga pena, que no me desanime y que pueda aplicar tus mandamientos en mi vida. No quiero engañarme a mí mismo sino quiero cambiar y comenzar a hacer lo que Tú me pides. Te pido que escuches mi oración, en el nombre de Jesús
Amén

27 jul 2009

Santiago 1:21

Por esto, despójense de toda inmundicia y de maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.


Cuando el versículo dice “por esto”, significa que está comenzando una conclusión. Resumiendo, los pobres siéntanse orgullosos de su alta dignidad, los ricos de su humilde condición; dichoso el que resiste la tentación, y nunca diga que está siendo tentado por Dios sino entienda que la tentación viene de sus propias pasiones y malos deseos los cuales, al consumar el pecado da luz a la muerte; no te engañes, todo lo bueno proviene exclusivamente del Señor quien no cambia ni se transforma; por último, estén prontos para escuchar a su prójimo y lentos para airarse pues la ira humana no obra la justicia de Dios.
Esta es la palabra de Dios. Esta es la palabra que tiene poder para salvar vidas.
Si pones atención, puedes darte cuenta que estas instrucciones que da el Señor a través de Santiago, son para tu propio bienestar. El buen pastor, guía a sus ovejas a pastos verdes y seguros, no las lleva a desiertos ni arbustos espinosos donde corran peligro por depredadores. Así es Dios. Te guía por el camino correcto y te protege del “gran depredador”.
Por esta razón es importante que te quites, que te despojes y que desprendas toda la suciedad, la maldad y todo el pecado que tienes en tu vida poniéndolo a los pies de Cristo Jesús. Que humilles tu corazón y puedas escuchar su palabra y permitir que además de ser sembrada en tu corazón lleve fruto.
La salvación no es un mito ni un juego. No es un invento de los “adultos” para asustar a los niños y tratar de que se porten bien para no ir al infierno. La salvación es un tema que se toca constantemente en la Biblia y sin ninguna reserva. No es un tabú ni está reservado para los estudiosos. Está presente en varios libros y cartas y es necesario que pongas atención.
Si lees el versículo al revés, se puede parafrasear así: para salvar tu vida, es necesario que recibas con humildad, la palabra que fue sembrada en ti, despójate del pecado que hay en tu vida y permite que Cristo Jesús te limpie.
No se trata de buenos y malos, tampoco de ladrones, asesinos, violadores contra “buenos ciudadanos”. Se trata de tu pecado. De ti solamente y Dios.
Recuerda: Dios ve y penetra en lo más profundo de tu corazón y de tu mente, no se queda en el exterior como los hombres nos quedamos. Así, todo tu pecado, toda tu inmundicia queda totalmente expuesta ante Él. ¿Realmente crees que puedes esconder algo del Todopoderoso? ¿Crees que no conoce lo que hay en ti y todo lo que has hecho y dejado de hacer? Conoce perfectamente tus pensamientos y deseos. Humilla tu corazón y recibe la palabra que hoy ha sido sembrada en ti la cual tiene poder para salvar tu vida.

Oración
Señor: quiero que tu palabra tenga tierra fértil en mi corazón para que además de ser sembrada lleve fruto. Perdona mis pecados, mis rebeldías, mi orgullo tan grande que no te deja trabajar en mi corazón. Entiendo que tu palabra tiene el poder de salvarme y así te pido que sea. Límpiame Señor, en el nombre de Jesús
Amén

24 jul 2009

Santiago 1:19

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.


Listos para escuchar y lentos para hablar o enojarse. Generalmente hacemos todo lo contrario. Siempre quieres exponer tu punto primero y convencer a los demás de que estás en lo correcto.
Imagina por un momento al congreso de un país totalmente en silencio, escuchando al orador y poniendo atención a cada palabra que dice. Imagina un maestro escuchando a sus alumnos con atención; a un padre escuchando a sus hijos; a un jefe escuchando a sus subordinados; a un hijo escuchando a su padre; a un subordinado escuchando a su jefe. ¿Por qué es tan complicado escuchar? ¿Por qué se facilita tanto hablar y se dificulta el escuchar? ¿Te has topado con personas que solamente hablan y hablan y no te dejan decir nada? ¿Has estado en discusiones donde no se pueden dar opiniones ni puntos de vista? ¡Cuántas discusiones y cuántos problemas se evitarían si tan solo siguiéramos este principio! ¿Cuántas personas quieren una mejor comunicación con los demás?
Aprende a escuchar. Aprende a callar. Aprende a controlar tus impulsos.
La comunicación no es fácil entre personas.
Listo para oír no significa estar tranquilos y pretender escuchar. Hay muchas personas que escuchan lo que se dice, pero en ningún momento tratan de “procesar” la información recibida para poderla comparar con la que ellos tienen. En consecuencia, simplemente le estás hablando a una pared. El estar pronto para oír significa una actitud continua. Requiere de tu entrega y sobre todo que dejes de pensar en ti y pienses primero en lo que Jesús quiere que hagas para posteriormente poder escuchar a tu prójimo. Es hacer a un lado el egocentrismo, dejar de pensar en lo que quieres, en lo que piensas que debería ser, en lo que deseas corregir. Pronto para oír no significa dejar de exponer tu punto de vista. Parafraseando el versículo Santiago dice algo así: ten cuidado con tus actitudes, es importante que pongas atención en tu forma de reaccionar cuando las personas no están de acuerdo contigo. Cuando alguien hable, escúchalo, trata de entender su postura, entiende su situación y punto de vista. No te impacientes por contestar y debatir sobre los desacuerdos. Habla con calma, habla en el amor de Cristo. Recuerda, ten cuidado de que la ira y el enojo no se apoderen de lo que dices o haces. Es muy fácil que te pase así que pon atención.
La clave para poder llevar a cabo esto está en Cristo. Debes reconocer que tú no puedes dominar tu ira, tus enojos, tus corajes. Entender que solamente Dios, a través del Espíritu Santo puede hacer esa transformación en ti. Pídelo al Señor y experimenta los cambios que realiza en aquellos que le entregan su vida.

Oración
Padre: te pido perdón porque no he sabido escuchar ni tampoco controlar mi ira y enojos. Hoy quiero ser diferente y reconozco que yo no puedo hacerlo. Te pido que controles mi ira, controles mis palabras y pongas en mi paciencia para escuchar a mi prójimo. Permite que recuerde siempre estos versículos para tener una actitud pronta a escuchar y lenta para la ira. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

23 jul 2009

Santiago 1:18

Por su propia voluntad (Dios) nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación.


En la versión de las Américas traduce la parte final como: para que fuéramos las primicias de sus criaturas. No sé si has pensado o meditado sobre la voluntad de Dios en el mundo y en particular en tu vida. Yo sí y nunca dejo de descubrir nuevas características. A veces tengo a Dios como mi Pastor que siempre va delante de mí. En otras ocasiones es mi Padre que consuela y llena de paz. También es mi Salvador y no dejo de estar agradecido por ello. Pero a veces se me olvida que también es el Señor de todo lo creado incluyéndome a mí. Olvido que a partir de su voluntad, el mundo fue creado, los vientos soplan, el sol sale y los planetas giran. Por su propia voluntad todo el mundo está en movimiento y funciona perfectamente. Si bien, la tierra gira alrededor del sol, podríamos decir que Dios es el centro de todo puesto que por su voluntad, todo, absolutamente todo lo que conoces, es. ¡Qué grande y poderosa es la voluntad de Dios! Ahora, esta voluntad, tiene un propósito en tu vida y es necesario que pongas atención, para llevarlo a cabo. Además, si te das cuenta, las palabras del versículo son: por su propia voluntad. En repetidas ocasiones, encontrarás en la Biblia, que ninguna persona tiene comunión con Dios por haber realizado buenas obras, por haber salido de una ciudad a un retiro espiritual, por haber vendido todos sus bienes o por cualquier otra razón. Entiende esto: nunca serás lo suficientemente santo y puro para poder tener comunión con el Señor por tus propios méritos. Es necesario que Dios, por su propia voluntad, te permita nacer de nuevo a través de la revelación de su Palabra de verdad.
Por otro lado, nuevamente se repite lo que Jesús dijo a Nicodemo sobre nacer de nuevo (Juan 3). Este nacimiento es espiritual y como lo explica el versículo, mediante la palabra de verdad.
Dios creó al ser humano. Todo ser humano es criatura de Dios. No todo ser humano es hijo de Dios sino aquellos que creen y reconocen a Jesús (Juan 1:12). Este nuevo nacimiento tiene como propósito ser los primeros y mejores frutos de la creación de Dios. Todo lo creado en este mundo da gloria a Dios. Hace tiempo vi una presentación en la cual resaltaba a ciertos científicos que habían entregado su vida al Señor puesto que no podían dejar de maravillarse da la extraordinaria creación que estudiaban día a día. Como hijo de Dios, tu compromiso es hacer lo mismo que la creación: que tu vida de gloria al Señor. Permite que toda tu vida, todos tus actos, todas tus palabras, todas tus actitudes puedan encaminar a las personas que se encuentran a tu alrededor, a voltear su mirada al Señor. Que a través de ti puedan ver que hay una vida diferente, que pueden nacer de nuevo y comenzar correctamente, que pueden enderezar sus caminos y corregir sus pasos. Que vean en ti parte de la hermosa creación de Dios, que vean en ti las primicias y mejores frutos de su creación. Que vean en ti, el trabajo tan grande que hace Dios con aquellos que le entregan su vida.

Oración
Señor: quiero seguirte. Dame la sabiduría para hacerlo y la humildad para reconocer lo que debes cambiar en mí. Permite que mi vida sea fruto tuyo y que traiga a más personas a tus pies. Reconozco que tu voluntad reina sobre todo lo creado y te doy gracias porque así sea. Perdona mis pecados y escucha mi oración, en el nombre de Jesús
Amén

22 jul 2009

Santiago 1:15-17

Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte. Mis queridos hermanos, no se engañen. Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras.


Estos versículos no dan mucho espacio para maniobrar. El pecado es causa de muerte. ¿Quiere decir que se muere al instante? Sí, pero no como lo estás pensando. La Biblia nos explica que por cuanto todos pecamos, hemos sido destituidos de la gloria de Dios. Esta es la muerte de la cual está hablando Santiago. La separación del hombre con Dios. Podría parecer algo no muy grave esta separación, pero cuando lees un poco más sobre lo que la Biblia muestra en nuestra condición apartada de Dios, te das cuenta que es sumamente triste. Las personas que no aceptan a Cristo, se encuentran en tinieblas, no conocen la verdad, son esclavos del pecado y los dirige Satanás. (Lucas 1:79, Romanos 6:17, Juan 8:32,34). ¿Te das cuenta que la separación de Dios sí tiene consecuencias? Tus pasiones desordenadas, tus malos deseos te seducen para realizar lo que no es agradable a Dios. La naturaleza humana es una naturaleza caída, con pecado. Es importante que sepas que Cristo vino para cambiar esto y que todos sus seguidores debemos tener como gran prioridad el reconciliar a las personas con el Señor compartiendo de su Palabra y exponiendo su Verdad.
Con mucho cariño Santiago te dice: no te engañes. Lo que es verdaderamente bueno y perfecto, solamente proviene de Dios. No puede venir nada de bien fuera de Él. Además, si creías que como han pasado varios años de que vino Jesús, debes saber que Dios no cambia ni se mueve como lo que vemos en la tierra. Su palabra siempre será y su verdad siempre permanecerá.
Me gusta que dice la traducción: no se engañen. En la versión de la Reina Valera dice: no erréis. Cualquiera de las dos versiones te dice que estás cayendo en un error al no querer aceptar la verdad de Dios. Estás en el camino equivocado cuando crees que Dios puede tentarte, cuando quieres tomar como excusa el que creías que el Señor estaba en medio de lo que te estaba pasando, cuando tratas de ocultar tus verdaderas intenciones y pones al Señor en medio para disimular lo que realmente está pasando. ¡No erréis, no os engañéis!
Quiero pedirte que medites seriamente en esto: todos son pecadores, tú y yo. Al pecar, se crea una separación entre Dios y tú que solamente puede ser restituida con la aceptación de Cristo en tu vida como tu Salvador, con el reconocimiento de tus pecados y tu necesidad de ser limpio. Solamente de Dios puede venir algo bueno. Seguir tu propio camino no conduce a nada bueno. Te animo a probar nuevas direcciones: las de Dios.

Oración
Padre Santo: perdona mis pecados. Reconozco que Cristo murió por mí para que pudiera tener comunión contigo. Te pido que así sea en mi vida. No permitas que siga engañándome y tomando malas decisiones siguiendo mi voluntad por encima de la tuya. Permite que pueda conocer tu verdad y ser libre. En el nombre de Jesús te lo pido.
Amén

21 jul 2009

Santiago 1:13-14

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.


La Nueva Versión Internacional traduce concupiscencia como malos deseos. La versión de las Américas dice que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. La Real Academia Española describe concupiscencia como apetito desordenado de placeres deshonestos. Con estas definiciones podemos constatar que definitivamente Dios no es quien nos tienta sino que de nuestro interior surgen todas las tentaciones. Este es un punto sumamente importante puesto que aquí se divide lo que es el trabajo de Dios en nosotros, del interior al exterior, y lo que hace el mundo en nosotros, del exterior al interior. Seguramente has escuchado el dicho “las apariencias engañan”. Pues tienen razón. Las apariencias son exteriores. Los estudiosos de la Palabra de Dios en la época de Jesús, engañaron tanto a la gente que los creían como pequeños dioses con toda autoridad, pero Jesús, que vio el interior de esas personas los describió como generación de víboras.
Debes conocer lo que hay en tu corazón. Conoce tus pasiones. Conócete a ti mismo. Reconoce tus debilidades.
Cada uno de nosotros tiene pasiones, malos deseos y apetitos desordenados que te llevan a tomar decisiones incorrectas, te llevan a lugares en los que no debes estar, te pone en situaciones que no deberías atravesar, te hacen decir palabras que no deberías haber dicho. ¿Ya te ha pasado? A mí en varias ocasiones.
Dios trabaja desde tu interior. A Él no le interesa que las personas piensen que eres una “buena persona” o que tengan una buena impresión de ti. Dios se preocupa por transformar lo que hay en tu corazón, por cambiar tus deseos equivocados, por corregir tus pasiones desordenadas. El resultado: la gente ve en ti una persona diferente, el crédito y la gloria son para Dios, los beneficios los disfrutas tú.
Es necesario aceptar y comprender que de nuestro interior surgen estos deseos y pasiones equivocadas. No debes culpar a nadie por tus errores o pensar que las situaciones te llevaron a tomar ciertas decisiones erróneas. Tu interior es quien te lleva a donde no debes estar. Tú y nadie más que tú son los responsables de tus tentaciones.
Hoy te quiero animar a que quites tu fachada de buena persona. Que realmente abras tu corazón y examines lo que hay en él. Deja que Dios te muestre todo lo que es necesario remover y permite que lo haga. Dale una oportunidad a Jehová para transformar tu interior y corregir de esta manera tu vida exterior.

Oración
Padre: perdona mis pecados. Perdona mis pasiones y deseos equivocados. Hoy quiero pedirte que pongas en mí las ganas para entregarte todo lo que hay en mi interior, todo lo que no te agrada y poder caminar conforme a tu voluntad. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

20 jul 2009

Santiago 1:12

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.






La palabra de Dios, como lo he escrito en numerosas ocasiones, es un verdadero instructivo para vivir a la manera de Dios. No dejo de sorprenderme cuando leo un versículo como el de hoy, que lo he leído antes y nuevamente al meditar sobre él encuentro nuevas enseñanzas. Como cualquier instructivo, la Biblia, es necesario leerla con detenimiento, estudiarla, memorizarla y sobre todo aplicarla en tus decisiones. Gozo, fe, paciencia, sabiduría, humildad, constancia o firmeza y perfección. Estos son los principios que has aprendido a lo largo de estos 12 versículos del primer capítulo de Santiago. Hoy debes aprender que, además de todos estos atributos, hay bienaventuranzas para aquél que soporta sus tentaciones, para aquél que prefiere seguir el camino de Jesús por encima del suyo, para aquél que prefiere entregar sus deseos al Señor y no vivir por satisfacción propia. La persona que soporta la tentación recibe algo que solamente Dios puede otorgar a los que le aman: la corona de vida.
¿Cuál es esa corona de vida?
Bien, si volteas a tu alrededor, te podrás dar cuenta que las personas NO traen una corona puesta ¿cierto? Esta corona no es como las que conoces. Esta corona vendrá después de la vida en la tierra. Generalmente, no escribo o hablo mucho sobre temas como el apocalipsis o los diferentes cielos, o los ángeles, o en este caso la corona de la vida que reciben los que aman a Jesús ya que prefiero enfocarme a lo práctico de cada día sabiendo que tú y yo estamos continuamente pasando por momentos difíciles. Pero de vez en cuando, es necesario hacer pausas, meditar y entender que hay una obra que no está completa si no se tiene en cuenta que habrá un final. Un momento en el que dejes este cuerpo terrenal y solamente quede tu alma. Un instante en el cual, tu decisión por Jesús te permitirá estar a su lado y poder recibir la corona de vida.
Las promesas del Señor se cumplen. Algunas se cumplen mientras vivimos en esta tierra, otras cuando ya no estés en ella. Finalmente, en un lado o en otro, se cumple su palabra.
Hoy quiero animarte a meditar sobre tu vida en este momento. ¿Has aceptado a Jesús? ¿Lo amas? ¿Lo sigues? Si tu respuesta es afirmativa, debes saber y estar seguro que al soportar tus pruebas, que el seguir el camino de Jesús, además de recibir y forjar todos los atributos que describí al principio, obtendrás, por misericordia de Dios, la corona de vida. ¡Ánimo! Un regalo de Dios es causa de gozo y alegría.

Oración
Padre Santo: gracias por amarme sin merecerlo. Gracias por permitirme conocerte y por tu palabra que me enseña cómo vivir a tu manera. Te pido Padre que pueda entender que las pruebas y tentaciones que atravieso tienen un propósito y que al cumplirlo, llegan bendiciones. Reconozco que Jesús murió por mis pecados y que es mi Salvador. Señor, guíame siempre pues quiero recibir esa corona que has prometido. En el nombre de Jesús te lo pido.
Amén

9 jul 2009

Santiago 1:9­-11

El hermano de condición humilde debe sentirse orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su humilde condición. El rico pasará como la flor del campo. El sol, cuando sale, seca la planta con su calor abrasador. A ésta se le cae la flor y pierde su belleza. Así se marchitará también el rico en todas sus empresas.



No sé si te has percatado pero a mi parecer, el mundo en general trata de enviarnos dos principios a través de las “modas” y lo que aparece en televisión o en aquello que está en contra de la televisión: el primero es el buscar las riquezas, mientras el segundo es odiar o rechazarlas. Si pones atención a lo que la Biblia dice con referencia al dinero, te podrás dar cuenta que en ningún momento es extremista en cuanto a la aceptación o al rechazo. En lo que sí hace mucho énfasis es en la probabilidad de que confíes más en las riquezas que en Dios; en que pierdas tu humildad y tu corazón se enorgullezca pensando que tú mereces todo; en general, que pierdas “piso” y te apartes de Dios. Por el otro lado, al pobre siempre se le da énfasis de que tiene mucho y que es más fácil que tenga una buena relación con Dios. Quizás porque no hay riqueza alrededor que lo distraiga de su comunión con Jehová. Con hermanos que conocí en el reclusorio, pude percibir que al no tener absolutamente nada más a qué aferrarse, Cristo se convirtió en su única razón y motivo para vivir.
Me parece que debes tener cuidado con aquello que sale en la publicidad y con lo que la gente busca en general. Es importante entender el versículo de hoy y darse cuenta que ya sea en la pobreza o en la riqueza, la comunión con Dios no debe ser alterada.
Hace algún tiempo que terminó el invierno. Pude ver cómo los árboles que estaban sin hojas comenzaron a tener unos pequeños brotes verdes. El paisaje color gris o café oscuro comenzó a presentar tintes de colores brillantes. Ahora los árboles lucen espectaculares. Con grandes hojas multicolores. Cuando pasen los meses y comience el invierno, toda esta belleza habrá terminado. Los árboles se quedarán completamente desnudos y su momento mágico quedará en el olvido. ¿Puedes ver que sucede lo mismo con la vida? Absolutamente todo lo que hagas en esta vida va a terminar y morirás desnudo, sin poderte llevar absolutamente nada de lo que hay en esta tierra excepto tu gozo de haber entregado tu vida al Señor. Que las apariencias y las circunstancias no te distraigan de tu principal propósito: dar gloria a Dios. Pobre o rico, rico o pobre, no importa la condición sino la madurez para ver más allá de la situación económica y comprender que solo tienes una vida, una oportunidad para aceptar a Cristo y trabajar para Él. Te invito a que no la desaproveches.

Oración
Dios: el mundo me dice que la riqueza es la felicidad y en cambio Tú me muestras que es un estorbo en mi relación contigo y además que es algo pasajero pues al final las riquezas se terminan como la flor que marchita. Ayúdame a madurar este principio y poder poner mis prioridades en Ti en lugar de lo que veo o escucho. Perdona mis pecados y guíame siempre por tu camino. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

8 jul 2009

Santiago 1:7-8

No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.



La Versión Internacional dice que es indeciso en todo lo que hace. La versión de Dios habla hoy dice que hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta.
Como he escrito en otras ocasiones, estamos atravesando un momento en la historia sumamente importante. Los valores se están poniendo a prueba y la verdad absoluta se está transformando en verdades individuales. Lo que quiero decir con esto, es que ahora todos tenemos nuestra propia verdad y eso está bien. Nadie puede contradecirnos sino que deben respetar y aceptar como válida mi verdad sin importar lo torcida que pueda estar. Otro ejemplo se da en la homosexualidad, la cual, se ha convertido en algo normal y ahora veo en los programas de televisión a personas cada vez más jóvenes representando estas actitudes tratando de convencernos que es parte de la naturaleza y por consecuencia de la creación de Dios.
Es tiempo de que como seguidores de Cristo tengamos sus principios fortalecidos y bien fundamentados en nuestra vida pues el enemigo buscará hacer todo para derribarlos haciéndote dudar o sentir mal de pensar o actuar a la manera de Cristo. Pienso que hoy es de suma importancia hacer caso a lo que Santiago nos dice sobre pedir sabiduría a Dios al atravesar nuestras pruebas. Si bien, hay pruebas en lo individual, también estamos atravesando pruebas como cuerpo del Señor y los ejemplos anteriores son prueba de ello.
El hombre inconstante no llega a ningún lado. ¿Dónde puedes encontrar la constancia? En la Palabra de Dios. Fue escrita por humanos pero inspirada por aquel que fue, es y ha de venir. Su Palabra tiene la verdad absoluta, no un punto de vista ni una opinión, LA VERDAD de nuestro Creador. Si no estás convencido, te animo a que hagas una oración y pidas a Dios por sabiduría para poder entender su Palabra. Posteriormente te invito a que leas el evangelio de Juan y algunas cartas del Nuevo Testamento. Con esto podrás darte cuenta de los principios tan grandes que Dios tiene y sobre todo te encontrarás con su verdad, LA VERDAD.
Cada día que vives tienes que tomar decisiones. Hoy Dios te está ofreciendo el darte sabiduría para conducirte de la mejor manera en todo lo que hagas. El único requisito que tiene es que la pidas sin dudar pues de hacerlo no recibirás nada. Hoy tienes la oportunidad de ser una persona segura y constante, con principios fundados y una verdad que te hace libre. Hoy tienes la oportunidad de llevar una vida diferente pero llena de sabiduría y constancia. ¿Estás dispuesto?

Oración
Señor: gracias por tener misericordia conmigo. Te doy gracias por enseñarme a ser constante y te pido por sabiduría para tener principios sólidos que me permitan tomar decisiones correctas. Ayúdame a no dudar de ti y de tus promesas. Guíame en tu camino y permite que pueda comprender lo que está escrito en tu Palabra. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús
Amén

7 jul 2009

Santiago 1:6

Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.


Este versículo sin contexto puede ser malinterpretado. En el versículo anterior está hablando sobre la sabiduría y cómo Dios la da en abundancia a quien la pide. Posteriormente Santiago hace una acotación: pero pida con fe, no dudando nada. Honestamente no es fácil creer y nunca dudar. Cierras los ojos y recuerdas todas las promesas del Señor, te fortaleces en ellas y después tienes que abrir los ojos y nuevamente ver la realidad y salir a caminar en “contra corriente”. Además, me he dado cuenta, que cuando oramos y pedimos por paz o paciencia o en este caso por sabiduría, realmente lo que esperamos es que toda la situación cambie. Esperas que tu pareja cambie, que tus hijos cambien, que tu jefe cambie, que la enfermedad ceda, que el dinero no falte, pero realmente en tu interior ¡nada ha cambiado! Esto termina en una oración “sin contestar” y por consecuencia desánimo y carencia en tu fe, después la duda comienza a apoderarse de tus pensamientos y finalmente cambias de decisión una y otra vez conforme se vayan presentando las cosas: eres arrastrado por el viento y echado de una parte a otra.
No dudar. Cuando cruzas un puente, no dudas que vas a llegar al otro lado, simplemente lo tomas y llegas. Cuando te subes a un auto, no dudas en que te vaya a llevar a tu destino, simplemente te subes y llegas. ¿Te queda más claro lo que es no dudar? Dudar es desconfiar sobre la información que se tiene, sospechar que sea cien por ciento veraz. ¿Ahora entiendes el error que cometes al dudar? Al dudar, estás actuando como si Dios fuera un mentiroso, estás negando que su Palabra sea cierta. Debo aclarar que no dudar tampoco significa que todo va a salir bien o resolver como tú quieres que se resuelva. No dudar significa entender que lo que Dios dice se hace, que su palabra es verdad y sus promesas se cumplen, estar convencido que al pedir por sabiduría te la dará en abundancia.
No hay nada peor que una persona sin rumbo. ¿Te sientes que das vueltas de un lado a otro, los días y los meses pasan y tú sigues en el mismo lugar, con la misma incertidumbre, con el mismo miedo? Si tu respuesta es sí, debes saber que estás dudando de Dios y su poder para darte sabiduría.
Pide a Dios por sabiduría. Pide a Dios para que tomes decisiones correctas. Pide a Dios para que dejes de ser una persona que va de un lado para otro y nunca toma las riendas de su vida. Pide por sabiduría para hacer frente a tus pruebas. Pide por sabiduría para no dudar o desconfiar de la Palabra de Dios. No permitas que la duda te confunda cuando abras los ojos y veas todo en tu contra, recuerda: es un hecho que Dios cumplirá con su parte, ahora cumple la tuya.

Oración
Padre: perdona mis pecados y permite que sea limpio ante Ti. Te pido por sabiduría en mi vida y sobre todo por mi fe para que no dude que siempre me la darás en abundancia. No permitas que ande como las olas del mar sino dame dirección y certeza en mi caminar. Gracias por enseñarme tantas cosas y tener misericordia de mí. Escucha mi oración, en el nombre de Jesús.
Amén

1 jul 2009

Santiago 1:5

Y si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.


El primer ejemplo que viene a mi mente se llama Salomón: Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, sabiduría y ciencia te son dadas (2ª Crónicas 1:11).
¿En qué piensas cuando escuchas la palabra sabiduría? Tristemente muchas personas lo asocian con aquél que logra “burlar” a las autoridades, o aquellos que utilizan actos ilícitos para beneficio propio y no ser descubiertos. ¿Esto es sabiduría? ¿Llegar a ser el director de una empresa? ¿Tener mucho dinero? ¿Conocer mucho sobre un tema o varios? ¿Tener un doctorado? La sabiduría ha perdido su significado. ¿Qué te parece pedir por sabiduría para educar a tus hijos en el temor de Dios, sabiduría para ser el esposo(a) que Dios quiere que seas, sabiduría para que compartas a Jesús con más personas, sabiduría para administrar mejor las bendiciones que Dios te da?
Salomón pidió sabiduría para poder gobernar al pueblo que Dios le había dado. Pudo haber pedido muchas otras cosas: que tuvieran el mejor ejército, que nunca escaseara la comida, que conquistaran todos los alrededores, en fin, ¡piensa en todo lo que puede pedir un rey! Pero Salomón pidió sabiduría. Para lograr esto, primero tuvo que darse cuenta de su necesidad y principalmente ser humilde de corazón para aceptar que no tenía los elementos suficientes para lo que venía. ¡Qué difícil es admitir esto! Al parecer demuestra cierta vulnerabilidad y por ello las personas prefieren ocultar sus carencias. Pero Salomón no fue así y tú y yo debemos ser iguales. ¡Reconoce que no puedes hacerlo todo! Admite que necesitas que Dios te muestre nuevos caminos y nuevos pensamientos.
Y si alguno tiene falta de sabiduría pídala a Dios, nunca se cansará Dios de escuchar oraciones que pidan sabiduría legítima. Por el contrario, se agradará de ver que su hijo quiere corregir sus caminos y le dará la sabiduría en abundancia y sin reproche. La versión de las Américas traduce así la frase: que la pida a Dios, me gusta que el énfasis es de una recomendación en lugar de un imperativo como en las otras versiones. No sé qué hagas cuando necesitas consejos, no sé si te guste ser el “resuelve todo” o el “no necesito de nadie”, pero lo que sí te puedo decir hoy es que Dios quiere darte sabiduría y mostrarte Sus caminos y encaminar tus pasos. Si alguien me preguntara ¿qué debo hacer? Mi respuesta sería: ¡que pida a Dios la sabiduría que necesita!

Oración
Señor y Padre mío: no dejo de sorprenderme con tu palabra y esto permite que pueda darme cuenta que eres Dios y que tu sabiduría es infinita. Hoy te pido por sabiduría en mi vida. Necesito corregir mis pasos y hoy aprendí que te gozas en darme sabiduría para hacerlo. Dame sabiduría para ser el siervo que quieres que sea. Gracias por escuchar mi oración y la pongo a tus pies en el nombre de Jesús
Amén