Vistas de página en total

26 feb 2009

Mateo 19:21

Jesús le dijo: si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.




Este pasaje es muy conocido. El joven rico llega a preguntarle a Jesús lo que debe hacer para tener la vida eterna. Primeramente Jesús le contesta que con el cumplimiento de los mandamientos. El joven dice: todo esto lo he guardado desde mi juventud, ¿qué más me falta? Y Jesús contesta con el versículo de hoy: cambia tus tesoros de la tierra por tesoros en el cielo y sígueme.
Por un lado, la actitud que tiene este joven, podría ser muy buena al querer mejorar su vida y obtener la vida eterna. Quiere saber qué más puede cambiar y toma la iniciativa de ir con Jesús para preguntar. Por otro lado, Jesús conoce nuestros corazones a la perfección y con su respuesta dejó desnuda su intención de ser una mejor persona u obtener la vida eterna pues al oír las palabras de Jesús, se fue triste. En realidad, a esta persona le gustaba demostrar a la gente que era “bueno” pero por dentro no tenía nada.
También quiero resaltar que lo que pidió Jesús en ese momento, lo sigue pidiendo hoy: deja los tesoros de la tierra y has tesoros en el cielo. (Mateo 6:19-20). Pero no quiere decir que ahora debas de ir y vender tus posesiones. Lo que quiere decir es que Dios pide que le entreguemos nuestra vida entera, no a mitades, no por domingos, no por sentimentalismo ni por necesidades sino por arrepentimiento, amor a Él, agradecimiento y convicción. ¿Qué debes “vender” entonces? Aquello que interrumpe tu crecimiento espiritual, aquello que estorba tu relación con Dios, aquello que te aleje de ser un mejor siervo de Dios. Si eres honesto contigo mismo, estoy convencido que ya se te ocurrieron algunas cosas que están estorbando en tu relación. Por ejemplo, si prefieres ver algún deporte por encima de ir a estudiar la palabra de Dios (aunque sean “clásicos”) si pasas más tiempo en tu oficina que obedeciendo tu compromiso como esposo(a). Prefiero que tú mismo entiendas tu propia situación meditando en ello.
Vender lo que tenemos significa entregar todo. Estar conscientes que el Señor es quien da y nosotros administramos, así que, si en algún momento, Dios pide algo de regreso, nosotros debemos estar preparados para entregar cuentas de ello y estar contentos por el tiempo que nos permitió disfrutar aquello que nos dio.
Hoy te animo a “vender” todo lo que tienes y entregarte a Dios sin reservas. ¿Qué contestarías a Dios si te pide que le entregues algo que tanto valoras? ¿Alguna posesión, algún ser querido? ¿Estarías dispuesto a darle gracias porque te permitió tenerlo y ahora es tiempo de regresarlo o te irías triste como el joven rico pues prefirió tener sus propiedades que seguir a Dios?

Oración
Señor: es muy duro para mí entregar mi vida. Perdona que dude de Ti y no me entregue como Tú lo pides, ayúdame a tener fe y poder vender todo lo que tengo para seguirte con todo mi corazón y sin ningún estorbo. Quiero aprender a vivir agradecido con lo que me das y me quitas. Guíame para lograrlo en el nombre de Jesús
Amén

25 feb 2009

Mateo 18:19-20

Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.


Es interesante leer con detalle y reflexionar el por qué Dios no dice este mismo versículo pero con una sola persona. ¿Por qué hace mención a que sean dos o tres personas las que se pusieren de acuerdo? En repetidas ocasiones, la Biblia nos habla de la oración como individuos y hoy se hace la referencia a la oración como grupo. Qué importante es que compartas tus alegrías, miedos, preocupaciones, angustias, gozos y en general, todo lo que pasa en tu vida con tus hermanos en Cristo para que juntos puedan orar y alabar a Dios por lo que hizo, hace y hará en nuestras vidas. El orar en compañía de alguien más tiene un propósito. No se trata de hacer “chismes” de lo que te pasa sino hacer conciencia de las necesidades que hay en la vida de las personas. El problema que le encuentro a orar con más personas es el orgullo y la falta de confianza. Muchas veces preferimos no comentar nada para que no piensen que estamos mal o también no se confía en las personas para contarles aquello con lo que se está luchando. Dios te está poniendo en “charola de plata” una propuesta para que no sigas así: ve con otra persona o más y comparte tu situación, lleguen a un acuerdo sobre lo que se debe orar y oren juntos pues Yo los estaré escuchando.
Por otra parte, quiero retomar las palabras les será hecho por mi Padre. Personalmente en momentos difíciles se me olvidan estos versículos y tengo que regresar a ellos para volver a tener paz. Dios, el creador de todo lo que ves, el que controla el viento y los mares, el que le dice al sol que salga y a la luna que se meta, ese mismo te está diciendo que, cuando expongas tu corazón y pidiendo consejo, llegues a un acuerdo para pedir por lo que realmente necesitas, El cumplirá con tu petición. ¡Debes creer estas palabras! ¡El Padre que está en los cielos hará conforme a tu petición! Ojo, la petición lleva un proceso, no es lo primero que se te ocurra, recuerda que debes ir con uno o más personas.
Por último, recuerda estas palabras: allí estoy Yo en medio de vosotros. Es una promesa que se cumple todos los días cuando nos reunimos a orar y a alabar a Dios. ¡Él se encuentra en medio de nosotros! Dios se preocupa por ti. Quiere estar cerca de ti y guiarte, no caigas en las ideas que he visto y escuchado de que Dios no tiene tiempo para nosotros o está en algún lugar lejano. ¡Falso! Dios está con aquellos que lo reciben y se juntan para alabarlo.
Te animo a que vuelvas a leer los versículos y los medites nuevamente.

Oración
Señor y Padre: te agradezco el que escuches mi oración y pongas atención a lo que te digo. Gracias por enseñarme la importancia de reunirme con más personas para compartir mis problemas y gozos para así poder orar de una manera correcta. Te doy gracias por estar conmigo y te pido que perdones mis pecados. Te pido que quites de mí el orgullo que estorba para compartir mi vida y que pueda así crecer en Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

16 feb 2009

Mateo 15:30-31

Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.



Las personas que se describen en este versículo, estaban física y visiblemente enfermas. Cada uno de estos enfermos, reconoció que tenía una enfermedad. Buscó, dentro de sus medios, la posibilidad de ser sanado y no lo lograron. Pasó el tiempo y se fueron acostumbrando a su enfermedad y aprendieron a vivir con ella. Un día, escucharon un rumor sobre un tal Jesús de Nazaret que estaba sanando enfermos y realizando milagros por todos lados. Una pequeña luz de esperanza que brillaba en su interior volvió a tomar fuerza y se iluminó por completo. “tengo que acercarme a ese Jesús” pensaban. Así que en lugar de seguir como todos sus días, decidieron tomar acción y buscar a ese Señor. Algunos tuvieron que pedir ayuda para ser llevados y muchos otros fueron solos, pero cada uno de ellos tenía esa llama interna con la esperanza de ser sanados.
Es necesario reconocer una enfermedad para buscar al doctor.
Tú y yo estamos “enfermos”. No se trata de que estés de acuerdo o no. La Biblia lo dice claramente: por cuanto todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios (romanos 3:23). El pecado es nuestra enfermedad. Pero no es una enfermedad cualquiera. Es una enfermedad que se esconde en el orgullo, en los placeres, en la mentira, en los deseos, en la ira, en los resentimientos, entre otros. De ahí la dificultad para detectarla y entender la necesidad de acudir al “doctor”, Jesús.
Hoy te invito a que reconozcas tu necesidad de ser sanado. Tu necesidad de Dios. Como aquellos que estaban ciegos, mancos, mudos y cojos, tú necesitas ser curado de tu pecado. Lo que necesitas hacer para sanarte es acudir al “doctor” Jesús y ponerte a sus pies. Reconoce que estás enfermo y pide que te sane, pide que limpie tus pecados y cambie tu vida. Los enfermos del versículo habían perdido toda esperanza y por ello se humillaron y llegaron a los pies de Jesús, no exigiendo, no reclamando por su condición, sino simplemente pidieron por misericordia y misericordia les fue dada. Después de haber estado postrados ante Jesús, escucharon una voz con autoridad que les dijo: “¡abre los ojos!, ¡habla!, ¡camina!, ¡escucha!”
Sus vidas nunca volvieron a ser igual.
Vivieron agradecidos por el regalo que recibieron. Compartían con la gente las maravillas que aprendieron de Jesús y cómo fueron sanados. Gracias a personas como estos enfermos, al final, las personas a nuestro alrededor se maravillan de lo grande, amoroso y buen “doctor” que es Dios y quieren también ser sanadas. ¿Cómo alguien no se va a maravillar de ver a un hombre adúltero que se vuelva a su esposa y la ame; de una persona amargada y rencorosa que ahora sonríe y ha perdonado; de una persona resentida por lo que no tiene y ahora disfruta y comparte lo que sí tiene e incluso dice que tiene más de lo que necesita; una persona que no tenía esperanza de vivir y ahora disfruta su vida compartiendo de Aquél que le mostró el propósito de su vida?
Hoy tú puedes hacer la diferencia. Hoy tú puedes comenzar a vivir diferente. Hoy tú puedes ser sanado. Has esta oración.

Oración
Señor: perdona mis pecados y límpiame. Reconozco que he pecado y que necesito ser sanado por Jesús. Que así sea en mi vida. Gracias Señor por mostrar amor hacia nosotros cuando lo único que he hecho es darte la espalda y seguir mi camino. Gracias por curarnos y mostrarnos nuestras faltas con tanto amor. Te pido que cambies mi vida y que la gente pueda darte gloria por los cambios que haces en mí así como lo hiciste con los enfermos del versículo. Te lo pido en el nombre de Jesús.
Amén

Mateo 15:25-28

La mujer se acercó y arrodillándose delante de Él le suplicó: ¡Señor, ayúdame! Él respondió:-- no está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros. -- Sí señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.-- ¡Mujer, qué grande es tu fe! Contestó Jesús. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija.


Uno puede ir por la vida soportando muchas cosas y siguiendo adelante a pesar de las circunstancias, pero cuando llega un accidente o enfermedad simplemente ya no puedes seguir y todo se paraliza. No es necesario ser papá/mamá para poder entender el sufrimiento de esta mujer que llega arrodillada y totalmente exhausta pidiendo ayuda a Jesús. Estoy seguro que muchos se han sentido así y yo hoy me siento así. Mi sobrino de un año de edad se encuentra en este momento en terapia intensiva. Honestamente, pocas veces he sentido tanto dolor interno. Aprovecho para pedirte que ores por él y su familia. Se llama Diego Arista.
Este pasaje es sumamente interesante para analizarlo a detalle. Lo primero que sobresale es la actitud de esta mujer cananea, la cual, reconoce su situación y puede comprender que ella nada puede hacer. Después, Jesús le contesta, que ella, no es digna de recibir ningún tipo de misericordia. Y ella contesta con un corazón sumamente dolido, abatido y sin esperanza pero con una fe del tamaño del mundo diciendo: sí, lo sé, pero lo único que te pido es una “migaja” de lo mucho que puedes dar y sé que con eso será más que suficiente.
En las enfermedades, nada se puede hacer. Así de fácil, así de duro y así de difícil de soportar. Los doctores están limitados a la voluntad de Dios y por más intentos que hagan, nunca podrán estar por encima.
¿Qué quiere Dios que entendamos con este pasaje? ¿Qué te pide el Señor que cambies y aprendas cuando llegan este tipo de enfermedades o tragedias a tu vida? ¿Tiene sentido lo que estás pasando?
Con estas preguntas, damos lugar a varios principios para la vida en Cristo. Primero. No somos dueños de la vida propia ni de la de nuestros familiares. Segundo. Todo lo que tienes es un regalo de Dios quien en su misericordia te da conforme a su voluntad. Tercero. No merecemos absolutamente nada. Cuarto. El propósito de este tipo de eventos es que volteemos a Él, que doblemos las rodillas, doblemos el corazón y reconozcamos que Jesús es quien manda. En pocas palabras: humillación
La mujer cananea entendió que no merecía acercarse siquiera a Jesús y que podían decirle que se alejara. Aún así, en su desesperación y angustia, se humilló y pidió por misericordia al Único que se la podía dar. Hagamos hoy lo mismo.

Oración
Señor: te pido por tu misericordia. Tú sabes cuánta gente está sufriendo ahora por enfermedades, accidentes o situaciones sumamente difíciles. Te pido por ellos, te pido que puedan humillarse y entender que Tú das y Tú quitas. Ayúdame a estar siempre agradecido con lo que me das e incluso con aquello que decidas quitarme. Quiero tener el corazón como la mujer cananea quien reconoció lo grande que eres humillándose, y quiero tener su fe, confiando que con una simple “migaja” Tú puedes cambiar las cosas. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

12 feb 2009

Mateo 13:31-32

Otra parábola les refirió, diciendo: el reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.



En cualquier deporte profesional, existen personas que se les llama “cazadores de talento”. Estas personas se dedican a buscar entre los niños o adolescentes, a aquellos que tengan un futuro prometedor. Cuando las encuentran, prácticamente no los dejan ir sin contratarlos y planear todo su desarrollo.
Con la parábola de la mostaza pasa algo similar. Dios hace una especie de muestreo y busca aquellos corazones que estén dispuestos a servir. La gran diferencia es que los busca talentos, tratan de encontrar al que tenga mejores cualidades, por el contrario, el Señor busca a los que por nosotros mismos nada podemos hacer.
Estoy seguro que te estarás preguntando si escribí bien la frase anterior. Sí.
El grano de mostaza, como lo dice el versículo, es la semilla más pequeña y posteriormente se convierte en la más grande. El mundo funciona al revés: toma al más grande y lo quiere agrandar todavía más. Dios toma al más pequeño y demuestra su gracia y poder transformándolo en el más grande.
La Biblia está llena de ejemplos que cumplen con esta parábola. Piensa en David que era un pastor de ovejas y se convirtió en rey, Jesús fue carpintero, Mateo era recaudador de impuestos, entre otros.
Este versículo engloba el plan que tiene Dios para cada uno de nosotros y Juan el bautista lo entendió perfectamente cuando dice: es necesario que El crezca y que yo mengüe. Cuando tú te haces a un lado y permites que sea el Señor quien dirija tus pasos, te conviertes en una semilla que empieza a crecer. Cada momento que escuchas al Espíritu Santo y le haces caso por encima de tus deseos, otro poco de crecimiento le has agregado a la semilla.
Dios no escogió a los más fuertes ni los más preparados sino a los débiles para avergonzar a los fuertes (1Cor 1:27)
Hoy te invito a que medites sobre tu orgullo y concepto de ti mismo. Dios quiere que seamos granos de mostaza. Pequeños nosotros para que El nos haga grandes en su misericordia. Pequeños nosotros para que SUS obras sean las que sobresalgan. Pequeños nosotros para que la gloria sea solamente a El. Pequeños nosotros para vivir sus milagros. Pequeños nosotros para experimentar su paz única e inconfundible. Pequeños nosotros para reconocer al único grande. Pequeños nosotros para que El haga los cambios necesarios. Seamos granos de mostaza que lo único que hacen es dejarse cultivar por aquél que las sembró.

Oración
Señor: quiero ser un grano de mostaza. Quiero dejarte moldear mi vida y que hagas los cambios que sean necesarios en mi vida para que pueda crecer conforme a tu voluntad y no la mía. Pon humildad en mi corazón y permíteme entender que buscas corazones que quieran servir y no ser servidos. Gracias por escuchar mi oración, en el nombre de Jesús
Amén

11 feb 2009

Mateo 12:9-10

Pasando de allí, (Jesús) entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía una mano paralizada. Como buscaban un motivo para acusar a Jesús, le preguntaron: ¿Está permitido sanar en sábado?


El primer tema que quiero tocar es sobre la intención que tenían los fariseos de acusar a Jesús. ¿Qué había hecho Jesús? Predicar lo que habían aprendido de las escrituras en el antiguo testamento y cumplir con las profecías con su venida. ¿Qué es lo que iba a hacer o por qué razón querían acusarlo? Estaba por sanar a un hombre que sufría. ¿Cómo puede ser molesto para los fariseos, quienes se dedicaban a estudiar las escrituras, y teóricamente eran aquellos que tenían mejor relación con Dios, el ver un milagro realizarse en sus propios ojos?
Me sorprende que pueda haber tal grado de repudio a lo santo y a Dios. También me lleva a pensar que lo mismo puede pasarnos hoy en día y es muy probable que nos veamos involucrados en una situación en la que nuestra fe y nuestros principios, se vean tentados y seamos acusados a causa de ellos. Debes estar alerta para reconocer estos momentos y no permitir que te sorprendan. Cuando decides seguir a Jesús, mucha gente se vuelve en tu contra. Esto es un hecho.
Por otro lado, quiero resaltar lo increíblemente falsos y orgullosos que podemos ser los hombres cuando nos alejamos del Señor. El estar en eventos y estudios relacionados con la Palabra de Dios, no quiere decir que vayas a tener un crecimiento espiritual per se. Por lo tanto, podemos entender que, algunos fariseos, a pesar de su altísimo nivel de conocimiento, se encontraban totalmente alejados de Dios. Tristemente, hoy tenemos nuevas versiones de los fariseos. Evítalos y no te dejes engañar por sus apariencias.
Por último, pienso en la escena del versículo. Se encuentran en la sinagoga. Las personas que están ahí, quieren tener comunión con Dios. Hay una persona que no puede mover su mano y nadie hace nada. Por el contrario, los fariseos utilizan este motivo para tentar a Jesús: ¿se puede sanar hoy que es día de reposo? ¡Hipócritas! ¡Ellos no iban a hacer nada al día siguiente ni habían hecho nada el día anterior! Hoy quiero pedirte que reflexiones sobre tu fe, tu conocimiento de Dios y cualquier tipo de acto religioso que lleves a cabo. ¿Está en línea con lo que dice la Palabra de Dios? Ojo, no pregunté si lo hace algún líder espiritual. Los líderes se equivocan, son humanos como tú y yo, por esta razón, debemos basarnos en la biblia y no en ellos. Llegaron a estar tan alejados de Dios que utilizaron la necesidad de un hombre para sus propios intereses. A pesar de su conocimiento, en su corazón nunca quisieron entender que el día de reposo tenía otro propósito que el no hacer nada.

Oración
Señor: te pido perdón por mis pecados. Quiero retomar tu camino y no separarme de Ti. Te pido que me muestres aquello que no deba de hacer y que pongas sabiduría en mí para entender lo que hay en tu palabra. Ayúdame a alejarme de malos hábitos y no permitas que mi corazón se endurezca como el de estos fariseos que perdieron la misericordia y prefirieron utilizar la desgracia de un hombre a su favor. Te lo pido en el nombre de Jesús.
Amén

10 feb 2009

Mateo 11:28-30
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Levad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.



Me parece que en general, la idea de Dios no está ligada con descanso ni con un yugo fácil de llevar y mucho menos con una carga ligera y fácil de llevar. Por el contrario, se piensa que Dios lleva consigo muchas exigencias, obedecer y obedecer, no disfrutar la vida y siempre sentirte mal porque estás fallando constantemente. Esto suena a una carga más pesada que ligera ¿no crees? Con el paso del tiempo, aquellos que no profundizaron en el conocimiento del Señor (leer la Biblia) nunca pudieron darse cuenta de lo equivocados que estaban. Es nuestro deber compartir con la gente el evangelio de Jesús y revelar las verdades que en él se encuentran como el poder descansar y llevar una carga ligera.
¿Quién de nosotros no se ha sentido cansado? Fastidiado de no saber qué hacer. Angustiado. Preocupado. Desesperado. Todos nos hemos sentido en algún momento así. La diferencia es que hoy tienes una perspectiva diferente de las cosas: la perspectiva de Jesús. Él te invita a entregarle tus cargas y te invita a que descanses en Él.
La palabra trabajado en el griego implica una fatiga extrema que te hace sentir que estás hecho “pedazos”. La palabra cargados en el griego, hace referencia a cuando se cargaba un barco. La palabra yugo hace referencia a una ley u obligación.
Con las definiciones originales podemos adentrarnos mejor en lo que Cristo quería decir exactamente.
Cristo está haciendo un llamado a cada uno de nosotros. Te está hablando directa y personalmente diciendo: si te sientes que no puedes más, que todo se te está viniendo abajo, las cosas que has intentado no te ayudan o te hacen sentir peor, si sientes que te estás partiendo en pedazos y que no puedes soportar más todo lo que estás cargando, te invito a que comiences una nueva vida; una vida en la que no se amontonan las cargas que hay que llevar, una vida en la que te sientas completo y al cien por ciento, una vida en la que te sientas libre y te goces en llevar mis principios.
El yugo de Jesús, (su ley, sus principios) es ligero. Aunque el mundo diga lo contrario te invito a que te comprometas con Él y lo compruebes tú mismo. Yo no puedo hacer más que animarte y motivarte a hacerlo.
Es tiempo de aceptar a Jesús y vivir diferente. Es tiempo de entregarle lo que tanto trabajo te cuesta: tu vida. Es tiempo de comenzar a descansar.

Oración
Señor: necesito tu descanso. Necesito tu paz, necesito de Ti. Hoy quiero entregarte mis cargas y decirte que estoy trabajado y sumamente exahusto. Guíame por tu camino y permíteme descansar. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

9 feb 2009

Isaías 7:6-7

… piensan subir contra Judá, provocar el pánico, conquistarla y poner allí como rey al hijo de Tabel. Pero dile además que Yo, el Señor Omnimpotente, digo: eso no se cumplirá ni sucederá.



Es increíble hacer planes. Personalmente me gusta planear las vacaciones o pensar en el fin de semana. Dentro de un mismo día, pienso en lo que voy a hacer durante el mismo y a veces con varias horas de anticipación. Planear no es malo. Confiar en tus planes sí lo es. No entregarlos a Dios es todavía peor. Los planes los se escriben con lápiz y la goma siempre a la mano para ajustarlos a lo que el Señor decida.
Me encantó leer este versículo en el que podemos ver al Señor diciendo: Yo sé que tienen planes y quieren ir y hacer y deshacer, pero Yo les digo que simplemente eso no va a suceder. Esos no son mis planes.
No se trata entonces de sentarnos y no hacer nada pues al final Dios decidirá lo que sucede y lo que no, pero sí de aprender una nueva forma de vivir: entregando nuestra voluntad al Señor. Qué bien que tengas planes y deseos de diferentes cosas pero no olvides que hay alguien por encima de ellos: Jehová.
Estoy seguro que alguna vez te ha pasado el querer hacer algo y por alguna u otra razón simplemente no puedes hacerlo. Quieres ir de vacaciones y te sale trabajo extra o se enferma tu hijo. Quieres comprar una casa y no te dan el préstamo. Quieres que te den otro puesto y se atrasa por semanas y semanas. Quieres y quieres pero al final no sale nada. ¿Ya te acordaste de algo? Ese es Dios diciendo: eso no va a pasar ahora, tal vez después.
Bien, el día de hoy quiero recordarte que los planes de Dios van primero que los nuestros. Independientemente de que tus planes sean buenos o altruistas, Dios seguirá decidiendo lo que habrá de venir.
Por otro lado, quiero también animarte recordándote el cuidado que el Señor tiene de nosotros. Date cuenta cómo dice que querían ir contra Judá, conquistarla poniendo a otro rey y Dios simplemente dice: esto no va a pasar. ¡Qué alivio tan grande! ¡El Señor te está cuidando de la misma manera!
Dios nos protege y tiene cuidado de nosotros. Aquello que no sea bueno y que nos haga daño, el Señor no lo va a permitir. Ojo, esto no quiere decir que tu vida será de color rosa. Muchas veces he escrito que es normal pasar por adversidades. Lo que quiero decir es que Dios tiene control absoluto sobre lo que nos pasa, ya sea bueno o malo. Entonces, si entendemos esto, podemos descansar y dar gracias a Dios, sabiendo que, aunque el mundo conspire en nuestra contra, Él se encargará de protegernos y sacarnos adelante pues de esos planes dirá: eso no va a suceder en contra de mi hijo.

Oración
Señor: gracias por amarme y cuidarme sin yo merecerlo. Gracias por haber enviado a tu Hijo para que pudiéramos ser reconciliados. Me sorprende el cuidado que tienes de mí Señor y te pido que pueda vivir confiado en Ti. Perdona cuando olvido que Tú decides todo y no pongo mis planes ante ti. Hoy entiendo que no pasa absolutamente nada si Tú no lo permites y te agradezco por enseñármelo. Gracias Señor por escuchar mi oración, en el nombre de Jesús
Amén

8 feb 2009

NVI Génesis 45:5

Pero ahora, por favor no se aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas.




Explico el contexto para que entendamos mejor la fuerza y significado de estas palabras. José se está reencontrando con sus hermanos después de varios años de separación, pero a diferencia de cualquier separación “normal”, él no dejó de verlos por voluntad propia sino porque lo vendieron como esclavo. Sí, leíste bien, sus hermanos, su misma sangre, no dudaron en venderlo y deshacerse de él como si fuera cualquier cosa.
Imagina ser tratado así y no tener rencor, enojo, coraje o sobre todo, ¡deseos de venganza! Recuerda cualquier ocasión en la que te hayan hecho algo. ¿Cómo te sentiste? José, como cualquier ser humano, seguramente no los perdonó al instante, pero lo que sí hizo es algo que tenemos que tomar como un gran ejemplo: le entregó a Dios su carga y le pidió que la llevara Él en su lugar. Se dio cuenta que no los podía perdonar por si mismo y acudió a aquél que TODO lo puede.
Después de varios años, Dios permite que se reencuentren José y sus hermanos, pero para este momento, el Señor, ya había trabajado y preparado el corazón de José y estaba listo para demostrarles el amor que NO se merecían pero que aún así, les iba a dar.
Hay dos principios fundamentales que debemos aprender de este versículo acerca del perdón. El primero es reconocer que para nosotros es imposible perdonar. Es necesario entregar a Dios nuestro coraje y deseos de venganza. Independientemente de que seas una persona impulsiva o pasiva, el sentimiento siempre está ahí cuando sufrimos. El segundo principio está ligado al primero. Una vez que has entendido que necesitas a Dios para que ponga el perdón en tu corazón, es necesario que comprendas que las cosas NO suceden por sí solas sino porque el Señor las permitió. Sé que esto puede hacer que te surjan varias dudas en cuanto a Dios permitiendo dolor y momentos difíciles, pero si lees el versículo con atención puedes darte cuenta cómo José aprendió que lo que él tuvo que vivir NO fue porque sus hermanos lo vendieran ni porque lo enviaran posteriormente a la cárcel sino que “fue Dios quien me mandó”.
¿Entiendes esto? José fue vendido y por poco asesinado por sus mismos hermanos. Estuvo en otro país, otra lengua viviendo como esclavo. Posteriormente es llevado a la cárcel por un delito que él NO cometió. Y conforme pasaron los años, en lugar de tener una furia interna y coraje contra la vida de todo lo que le pasó “en su contra”, vemos un corazón tranquilo y misericordioso que recibe a sus hermanos y les da testimonio de lo que él ha aprendido acerca de Dios. ¡Qué gran ejemplo a seguir!
Aprende hoy a reconocer tu incapacidad para perdonar. Pide a Dios que ponga perdón en tu corazón y comienza a vivir tranquilo. Después podrás entender que lo que está pasando en tu vida, no es culpa de nadie, ni injusticias en tu contra, sino la voluntad del Dios todopoderoso trabajando en tu corazón.

Oración
Señor: alabado seas. Perdona mis pecados y permite que pueda reconciliarme contigo. He permitido que el enojo y mis corajes me quiten la paz que Tú das. Hoy quiero entregarte aquello que está en mi corazón y te estorba para trabajar con él. Ayúdame a entender que lo que pasa en mi vida es tu voluntad y que a pesar de que yo no lo entienda Tú tienes un plan perfecto para mí. Señor, quiero ser como José que al final pudo reconocer Tu mano en su vida a pesar de que tuvo que atravesar circunstancias indeseables. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

5 feb 2009

Romanos 12:3

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.



Pablo está hablando en específico a los miembros de las iglesias para recordarles que el ministerio de Dios NO es una empresa en la que su estructura es piramidal sino todo lo contrario. Está recordándonos cómo Jesús nos enseñó, el cual, siendo el maestro fue el primero en servir a los demás.
He asistido a diferentes iglesias por motivos de invitación o por estar en otras ciudades. En cada una de ellas encuentro diferentes formas de organizarse, unas tienen mayor énfasis en los protocolos y otras se apoyan más en lo informal y lo casual, pero todas ellas se unifican en el mensaje que dan sobre la Palabra de Dios. Conforme las iglesias crecen, se van requiriendo voluntarios o servidores para ir realizando diversas labores, como por ejemplo, recibir a la gente, acomodar las sillas, instalar el sonido, dar predicaciones etc. Por alguna razón que desconozco, siempre se le da mayor importancia a aquél que lleva el mensaje. Con el paso del tiempo, estas personas comienzan a sentir que son “más” que las demás, pues son aquellos que se paran frente a todos y son reconocidos. Estoy seguro que sabes de lo que estoy hablando. Ciertamente algo muy similar se estaba dando en Roma cuando Pablo escribe este versículo en el cual nos insta a NO tener un concepto más alto del que debemos tener de nosotros mismos con nuestros hermanos.
Como siempre, es necesario que nos basemos en el ejemplo de Jesús.
No hay modelo más perfecto que el de nuestro Señor. Con esto aprovecho para recordarte que NO debes ver a las personas que llevan el mensaje de Dios como similares a Dios o superiores a ti. Los que están sirviendo en la iglesia recuerden que es SERVICIO a los demás y no a uno mismo. Recuerden que el servicio es entrega y dedicación. Muchas veces preferirás no acomodar sillas y mejor sentarte, pero sin tu ayuda, NADIE tendría donde sentarse; además, quiero resaltar la importancia de los que asisten, sin ustedes, no existiría ninguna reunión.
Hoy quiero llevarte a reflexionar sobre el concepto que tienes de ti mismo y lo que buscas en la iglesia y fuera de ella. ¿Quieres ser reconocido? ¿Quieres que te sirvan? ¿Prefieres dar órdenes que ser de ayuda? Piensa de ti con cordura. Piensa de ti conforme Dios te ha dado. Piensa de ti conforme Dios te ha perdonado. Piensa de ti como es agradable a Dios. Estoy seguro que si sigues estas preguntas podrás llegar a un concepto de ti mismo agradable a Dios.

Oración
Señor: perdona si he sido soberbio o por el contrario he tenido un concepto inferior de mi mismo. Gracias por recordarme que Tú eres mi ejemplo a seguir y cómo en todo momento serviste a los demás. Ayúdame a querer servir. Pon en mí las ganas de ayudar, de entregarme y de no estar esperando que los demás hagan para mí. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

Daniel 2:21

El (Dios) muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios y la ciencia a los entendidos.




Hace unos meses escuché a una persona decir algo que me dejó impresionado: Jesús está POR ENCIMA de la persona más poderosa del mundo. La verdad es que a veces se me olvida que nuestro Señor está controlando todo lo que sucede y no hay circunstancia o evento en la tierra que se escape de sus manos.
Me encanta leer este versículo y darme cuenta que el Dios en el que creo, no solamente está en el cielo viéndonos desde lo lejos, sino que está con aquellos que creemos en Él y lo hemos aceptado, además, nos dejó su palabra para recordarnos que en momentos como los que estamos viviendo, donde tenemos la peor crisis financiera desde hace muchos años, países en guerra, gobernadores sin ética entre otras cosas, nuestro Jesús sigue al mando de todo lo que pasa y deja de pasar. ¡Qué gran alivio!
Es increíble que el tiempo también está controlado por Dios. Esto quiere decir, que si Dios NO lo permitiera, los días ¡NO avanzarían! No se trata de entender la astrología ni la ciencia, sino comprender que para nuestro Señor, no hay tales cosas, El gobierna sobre todas ellas.
Nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad que tenga líderes y en algunos países son elegidos por el voto ciudadano y en algunos otros, toman el poder por la fuerza. Ningún gobernante puede tener poder si no le es otorgado por Dios. En las elecciones de México se decía que hubo un fraude electoral. Con fraude o sin fraude, nuestro Señor dio el poder a aquel que quiso dárselo y se lo quitará en el momento que considere adecuado.
En la parte práctica, tal vez no convivas con gobernantes pero si con jefes en tu trabajo. También Dios los puso en ese lugar. Todo tipo de autoridad con la que te encuentres, puedes estar convencido que el Señor decidió darles ese derecho hasta que piense lo contrario. Dejemos de luchar con nuestras autoridades. Dejemos de luchar con nuestros superiores. Es tiempo de que entendamos que no importa si son buenas o malas, ¡nuestro Señor las puso ahí!
No se limita el poder de Dios con controlar los tiempos y los reyes sino que además abarca la sabiduría y la ciencia. Nuestro Señor entrega sabiduría conforme a su voluntad, da el entendimiento a aquellos que El decide.
Si hacemos un corolario de este versículo, te puedes dar cuenta que NO hay nada por lo que debas sentirte superior a tu prójimo ni tampoco inferior. Dios nos da TODO. Dios tiene el control de Todo. Demos gracias a Él por permitirnos vivir en paz sabiendo que su mano poderosa guía y controla lo que parece incontrolable. Vivamos confiados y gozosos de saber que nuestro Dios es quien PONE y QUITA, quien DICE y SE HACE. ¡Ese es el Dios de la Biblia!

Oración
Señor: eres grande. Perdona mis pecados y no permitas que siga olvidando lo grande que eres. Gracias por recordarme que Tú eres quien manda y no nosotros. Ayúdame a confiar en Ti y en tus mandamientos. Te lo pido en Cristo Jesús
Amén

2 feb 2009

Daniel 1:8

Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.




En el contexto de la historia de Daniel, lo que estaba haciendo era algo fuera de lo común en esa época y actualmente seguiría siéndolo. Es como si te llevaran a otro país, el presidente te invite a vivir a su casa presidencial, te alimente de lo mismo que él recibe y tú le digas que no. ¿No te parece ilógico? Si no tenemos nuestras prioridades en el orden correcto, es muy sencillo caer en el engaño y pensar que es ilógico tomar las decisiones adecuadas y agradables a Dios. Me gustaría llevarte a meditar un poco más profundo lo que Daniel estaba rechazando: lujo, comodidad, abundancia, placer, renombre o reconocimiento. En cambio, su decisión fue: NO CONTAMINARSE. Cada uno de nosotros tiene distintas debilidades. Algunos son propensos a pecados relacionados con la sexualidad, otros con el perdón, otros con el dinero, otros con las idolatrías y así sucesivamente. Ahora imagina que en tu debilidad te están ofreciendo lo mejor de lo mejor. ¿Qué te piden a cambio? Solamente que seas parte del grupo que te lo ofrece. En un caso práctico, piensa en alguna oportunidad para pecar y “nadie se da cuenta” o es lo que “todos hacen” o “no tiene nada de malo”. La verdad es que sí hay alguien que se da cuenta, sí hay aquellos que NO lo hacen y por supuesto que es MALO.
El pecar es más fácil que el NO pecar. Si dejas que el momento lo decida y tus sentimientos o emociones, lo más probable es que peques. De este versículo podemos sacar un principio importantísimo: para no pecar es necesario PROPONER con antelación en nuestro corazón el NO hacerlo. Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse.
Si te esperas a que llegue el momento, ya es demasiado tarde.
Hay un segundo principio al final de este versículo: aunque tomes la decisión correcta, no significa que no habrá repercusiones en tu contra. Cuando Daniel decide no comer lo que el rey le mandaba, entra en conflicto directo con el eunuco que estaba encargado de cuidarlo y ver por él por órdenes del rey. Sabía que podrían obligarlo a comer o si seguía su rebeldía, probablemente lo podrían matar. Por esta razón, Daniel PIDE al rey de los eunucos el que no fuera obligado a comer esos alimentos.
El último principio que encontramos es la determinación. En el momento en que una persona decide seguir a Cristo, debe estar convencida de lo que está haciendo y preparada para recibir muchos ataques, críticas, adversidades y sobre todo momentos en los que se pondrán a prueba sus principios.
En conclusión, con la actitud de Daniel podemos aprender que la vida en Cristo lleva preparación, determinación y fuerza para llevar a cabo sus mandamientos. Pero no deben de desanimarte estos principios, TODOS son llevados a cabo por Dios. Él nos prepara, nos da la fe y determinación y nos da la fuerza y luz para seguir caminando.

Oración
Señor: perdona mis pecados y límpiame. Te agradezco el amor que me das y la preocupación que tienes de mí. Gracias por dejar este ejemplo de Daniel y te pido que pueda guardar los principios que me enseñaste el día de hoy para utilizarlos en mi vida diaria. Te pido que me des sabiduría para evitar situaciones comprometedoras que puedan llevarme a pecar, te pido por fuerza y fe cuando las cosas resulten en mi contra y por último te confieso que mi corazón está dispuesto a entregarte mi vida y mi ser pues te amo sobre todas las cosas. Escucha mi oración Señor en el nombre de Jesús.
Amén