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29 sept 2008

Génesis 3:9-10

Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.



Esto sucede poco después de que la serpiente convence a la mujer de comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal (que por cierto no especifica que fuera una manzana). Al momento de comer este fruto, se percatan que están desnudos y van a tejer ramas para cubrir su desnudez. Aquí entra Dios en la escena y le habla a Adán diciendo: “¿Dónde estás?”.
Si le preguntas a cualquier persona que pase por la calle si conoce la historia de Adán y Eva, imagino que un porcentaje muy alto de los cuestionados contestaría que sí. Pero si preguntáramos: ¿sabes lo que pasó después? Estoy seguro que la mayoría se brincaría lo que acabamos de leer en los versículos 9 y 10 y se irían directo al castigo de Dios y la consecuente separación por el pecado.
Me da mucho interés la forma en que Dios llama a Adán. Él sabía perfectamente lo que había ocurrido, sabía que Adán había desobedecido, pero aún así NO se espera a que Adán haga algo sino que lo busca y lo llama.
Pienso que en la actualidad las cosas son muy similares. Me explico mejor.
Tú y yo hemos cometido pecados (comimos del fruto prohibido).
Después Dios nos buscó (le dijo: ¿dónde estás tú?)
La voz de Dios a través de su palabra confronta nuestra naturaleza humana y evidencia la necesidad que tenemos de Él, lo cual muchas veces es canalizada con rechazo en lugar de aceptación y arrepentimiento. (“oí tu voz, tuve miedo por estar desnudo y me escondí”).
Solamente Jesús puede hacer que tú y yo no tengamos miedo al escuchar la voz de Dios. Él murió por nuestros pecados y es quien intercede ante Dios por aquellos que lo reconocen como su Salvador.
La palabra de Dios siempre sacudirá tus costumbres, ideologías y formas de llevar tu vida. Es el Señor quien te habla directamente a través de ella ¡cómo no te va a mover! Lo que hoy quiero que reflexiones es en tu acción posterior al escuchar lo que Dios dice; ¿te escondes, lo niegas, piensas que son cuentos, crees que es para los ignorantes, no lo necesitas, todas las religiones son iguales?
¿Cuál es TU reacción?
Yo te recomiendo que no sigas con miedo, que no le des vueltas a la verdad, que no te gane la soberbia pensando que no necesitas dar respuesta a este llamado. ¡Dios te ama! Quiere que lo conozcas y por eso mandó a Jesús y poder así reconciliar la relación entre tú y Él. Hoy Jehová Dios te está diciendo:
“¿Dónde estás?” ¿Qué vas a contestar?

Oración
Padre: aquí estoy humillado ante Ti. Te pido perdón porque he pecado. Quiero que Jesús me limpie y poder reestablecer mi relación contigo y conocerte. Gracias por buscarme a pesar de mis faltas, gracias por tener misericordia y ser tan amoroso. Ya no quiero tener miedo al escuchar tu voz ni tener que esconderme de Ti. Te pido que escuches mi oración en el nombre de Jesús
Amén

28 sept 2008

Génesis 1:1


En el principio, creó Dios los cielos y la tierra.



Existe una teoría muy conocida llamada big bang o gran explosión en español. Como bien la debes de conocer dice que en algún punto, sin alguna explicación, el cosmos hizo una especie de “chispazo” y originó una explosión dando así lugar a los planetas y la vía láctea tal y como la conocemos ahora.
Después de esta teoría, surge otra llamada de la evolución. Ésta dice que el ser humano desciende del mono quien fue “evolucionando” hasta llegar a ser lo que tú y yo somos actualmente.
No entiendo por qué estas teorías pueden ser tan aceptadas y por el otro lado se critica tan duramente la creación como la hizo Dios. Comparemos las 3 teorías: una dice que “algo” tuvo que mover al cosmos y crear una explosión, la otra dice que a través de millones y millones de años, el mono se transformó en hombre, y la última dice que cuando todo empezó, ya existía un ser supremo quien creó los cielos y la tierra. Tratando de no estar sesgado, debo decir que las tres necesitan de un elemento importante: fe. Se tiene que creer algo que ninguno de nosotros vio ni escuchó. Pero meditando por un tiempo las otras opciones, me parece muy poco razonable pensar que vengo de un animal. También he visto varios documentales científicos que explican que la tierra no puede tener más de diez mil años (bastante en línea con cálculos bíblicos). Por otro lado, si pudiera creer que “algo” hizo clic y creó el universo, ¿por qué no pensar que ese “algo” fue Dios? ¿Es más fácil para ti creer que vienes de un mono y que la “nada” produjo el universo, que aceptar que Dios lo creó?
Hay personas que dicen creer en Jesús pero les cuesta trabajo entender la creación y la historia en general que viene en la Biblia. Me parece básico aceptar y entender que Dios es el creador de todas las cosas. Los humanos somos bastante soberbios al pensar que podemos dar una respuesta a aquello que no tenemos conocimiento y buscamos brincar al Señor pensando que eso nos llevara a algo…
Dios creó los cielos y la tierra. Ahora que tengo que viajar más seguido por trabajo, he tenido la oportunidad de ver los cielos de distintos colores, con diferentes nubes formando figuras increíbles, he podido disfrutar ver los rayos de sol atravesando ciertas nubes y creando un espectáculo incomparable. También he visto la inmensidad del mar y las montañas a su lado haciendo que cualquier creación humana parezca algo diminuto y sin relevancia.
Cuando Dios crea los cielos y la tierra es para darnos una muestra de su gloria y poder. Es un reflejo de lo que es capaz. Así como cuando tú haces tu trabajo y demuestras lo bueno que eres haciéndolo, de la misma forma el Señor nos da una idea de su perfección al haber creado todo lo que nos rodea.

Oración
Dios: reconozco que eres el creado de los cielos y la tierra y te doy la gloria que mereces. Perdona mis pecados y dame entendimiento para ver tu poder a través de tu creación. Gracias por la creación tan hermosa que nos permites disfrutar. Escucha mi oración, en el nombre de Jesús
Amén

26 sept 2008

Hechos 2:7-8

Y estaban atónitos y maravillados diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?


Dios hace imposibles. Otro versículo dice que lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. ¡Créelo!
Imagina la escena que se estaba dando en ese momento. En el contexto, el Espíritu Santo había descendido sobre los apóstoles y a partir de este suceso, ellos comienzan a hablar en diferentes lenguas, es por esta razón que los que están escuchando se sorprenden tanto. Y cómo no se van a sorprender si de entrada no existían escuelas de idiomas y sabían que venían de otro lugar, hablando otro idioma. Es un milagro de Dios. Es una pequeña señal de lo que el Señor en su poder puede hacer.
En otro pasaje, Jesús le dice a sus discípulos que si tuvieran fe, le podrían decir a un monte que se moviera y éste lo haría. ¡Cristo hizo tantas señales sobrenaturales! Sanó a cojos, ciegos, leprosos e incluso tuvo potestad sobre la muerte. Pero si pones atención y eres cuidadoso, podrás darte cuenta que todos estos milagros eran un MEDIO y no un FIN.
El milagro de que hablaran en otra lengua no se quedó ahí, sino que fue utilizado para compartir a Jesús en otras naciones y pueblos. Los milagros de Cristo hacían que la gente entendiera que era Dios y que a través de Él se llega al cielo.
¡Dios quiere hacer milagros en tu vida!
No pienses que eres muy pequeño para Dios. Él quiere ocuparse de ti.
De un día a otro no vas a empezar a hablar en otros idiomas, pero lo que sí puede pasar es que de un día a otro te empieces a dar cuenta de tu forma de tratar a la gente, de tu falta de amor a tu familia o a tu prójimo, de tus celos, de tus envidias, de tus críticas constantes, de tu falta de paz, de tu afán por el dinero o el poder y, si lo permites, ¡Dios transformará todo esto! ¿No te parecería un gran milagro? Dejar de ser “el enojón”, “el envidioso”, “el insoportable” en fin, tú sabes “de qué pie cojeas”. Piensa en que puedes ser una mejor persona. Pero lo mejor de todo y más importante será el momento en que tu vida empiece a cambiar y la gente te pregunte, ¿cómo le haces para estar tan tranquilo si eras un desesperado? y tu respuesta sea: “le doy gracias y gloria a Dios que me transformó”. Tus transformaciones, los milagros de Dios en ti se vuelven un MEDIO para apuntar al FIN: Jesús, Rey de reyes y Señor de señores.

Oración
Dios: a veces olvido que eres Todopoderoso y que ese poder puede transformarme. Te pido que abras mis ojos y pueda ver aquello que no te agrada. Quiero cambiar y ser transformado por Ti. Permite que mi vida cambie y pueda dar testimonio de los milagros que haces en mi vida. Permite que sea un MEDIO que te anuncie siempre como el FIN. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

25 sept 2008

Hechos 1:6-7

Entonces los que se habían reunido le preguntaron diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: no os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en una sola potestad.


Al leer esto pienso en las caras de los que estaban ahí y cómo se habrán sentido por dentro. La respuesta de Jesús fue sutil pero también pienso que con mucha autoridad les corrigió el enfoque y su atención. En este momento, Jesús ya había sido crucificado, esto se los dice en una de sus apariciones posteriores a su muerte.
La pregunta de los que estaban ahí reunidos, exhibe la falta de entendimiento que tenemos muchas veces con respecto a las cosas de Dios. Voy a suponer que Jesús les hubiera contestado la pregunta y les hubiera dicho “sí, voy a restaurar el reino”. ¿Y luego qué hubiera implicado? ¿No les había enseñado ya lo suficiente para que entendieran que su misión era ir y hacer discípulos? Para efectos prácticos de este mandamiento, ¿qué más da si restaura o no el reino a Israel? ¡En nada aporta!
Esto me lleva a reflexionar sobre la manera de dirigirme a Dios en oración. ¿Estoy tratando de que me conteste mis problemas? ¿Mi oración va encaminada a pedir por necesidades materiales o físicas? O por el contrario estoy pidiendo por poder compartir en más lugares su palabra y mejorar mi testimonio. A veces nos afanamos en conseguir respuestas que no nos corresponde conocer. Pienso que Dios lo que busca con esto es encaminarnos por aquello que es relevante y no perder tiempo en lo que no lo es. Por ejemplo, es común cuestionarse sobre la época donde existían dinosaurios, la vida en América antes de su descubrimiento o si existen los extraterrestres. Me parece interesante cuestionarse todo esto, pero al final se debe llegar a un entendimiento en el cual aceptamos que no nos corresponde saber los tiempos y las sazones, que solo Dios tiene potestad.
En mi trabajo, cuando hay incertidumbre, lo óptimo para tomar decisiones correctas es regresar a “los fundamentales”, estos son los principios económicos. De la misma forma, cuando te encuentres con preguntas sin respuesta, con nerviosismo, con preocupación o simplemente con distracciones, recuerda “los fundamentales de Cristo”. Ama a Dios sobre todas las cosas, ama a tu prójimo como a ti mismo, escudriñar las escrituras, orar sin cesar, pedir por nuestros enemigos, ir y hacer discípulos, buscar primeramente el reino de Dios y su justicia. Estos son pasajes que pueden volver a dar sentido a tu vida. Siempre habrán situaciones que no puedas entender y que no te corresponde conocer la respuesta, no te afanes en responderla, reenfoca tu atención a Cristo.

Oración
Dios: qué gran manifestación de tu soberanía. Te pido perdón por mis pecados y te doy gracias por enseñarme tanto en tu Palabra. Hoy te pido que pueda aprender a canalizar mi vida a Ti y no distraerme con cosas que nunca tendrán una respuesta o simplemente no será relevante si la tiene. Quiero pedirte que tu palabra transforme mi vida y te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

24 sept 2008

Salmos 96:3

Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas.



El contexto del salmo está relacionado con dar alabanza a Jehová y reconocer su gloria, grandeza y poder. En este sentido, el salmista dice “Proclamad” que su definición según la Real Academia Española significa: publicar en alta voz algo para que se haga notorio a todos; dar voces en honor a alguien; declarar el principio de un reinado o de otra cosa.
Con estas definiciones podemos entender mejor lo que debemos hacer respecto a Jehová. Cuando dice que proclames a las naciones y a los pueblos, puedes ahora entenderlo como publicar, dar a conocer y hacer notorias la gloria y maravillas del Señor. Me gusta la definición de hacer notorio a todos. Tu vida debe mostrar que das gloria a Dios y que vives gozoso sus maravillas, la gente debe NOTAR esto en ti. He visto gente en la calle que va muy orgullosa con atuendos sumamente excéntricos. Ellos se sienten felices de demostrar lo que sienten y piensan a través de su vestimenta y no les importa lo que la gente diga de ellos, cumplen perfectamente con la idea de PROCLAMAR lo que piensan y los demás nos damos cuenta y percatamos de ello. De la misma forma, tu conducta, tu corazón, tu vida entera debe “publicar en alta voz” la gloria de Jesús.
También es importante resaltar la necesidad de compartir a Dios en las naciones y los pueblos. Recuerdo una anécdota de un pastor que se encontraba en una entrevista y le preguntaron a qué se dedicaba y este pastor contestó algo así: trabajo en una empresa internacional con representaciones en todo el mundo. Dios no es local, no solo trabaja en tu colonia o en tu ciudad, ¡está trabajando en todo el mundo! Si tienes la oportunidad de visitar constantemente otra ciudad a la que vives u otro país, ten presente que Dios te permite estar ahí y que tu responsabilidad es “declarar, dar voces” de que Cristo es Dios, de que a Él es la gloria y de las maravillas que hace en tu vida.
¿Tienes el regalo de hablar otro idioma? ¡Utilízalo para compartir de Jesús! Si Dios en su amor te permitió hablar más idiomas, no los dejes en un cajón arrumbados y ponlos en acción para PROCLAMAR a las naciones la gloria y maravillas de Dios.
Ahora, si has leído esto y no estás animado y no estás emocionado, es momento de detenerte y cuestionarte si has aceptado a Jesús en tu vida, si le has permitido transformarte, si le has entregado tu corazón y tus cargas. La gloria y maravillas de Jesús son proclamadas por aquellos que las han vivido. No es teoría, es REALIDAD. Hoy te escribo esto por que en mi vida son una realidad y quiero que en la tuya también lo sean.

Oración
Padre: perdona mis pecados y permite que sea limpio. Quiero compartir tu gloria y tus maravillas y por ello te pido que me des valor y fe para hacerlo, a veces me da pena hablar de Ti y no quiero que eso siga así. Te pido que cambies mi corazón y pueda ver tus maravillas en mi vida y así compartirlas como una realidad y no como una teoría. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

23 sept 2008

Colosenses 1:10


Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.



Pablo está diciendo a los colosenses que todos los días ora por ellos pidiendo en específico por cada punto explicado en el versículo. Algo que me llama la atención es que en sus palabras dice “como es digno, agradándole, llevando fruto y creciendo”, esto quiere decir que existe el opuesto, o sea, andar de una manera no digna, no agradando, no llevando fruto y dejando el conocimiento de Dios. Me parece de suma importancia poner atención a estas palabras. Si bien, podría tomarse este versículo por el lado de animar a los hermanos, también quiero agregar el lado de advertencia y cuidado.
Muchas veces pienso que es necesario meditar en nuestra vida. La manera en que hacemos las cosas y cómo reaccionamos ante ellas. Sin darnos cuenta crecimos y nos hicimos muchos hábitos que muy probablemente no agradan a Dios, no dan fruto y no dan crecimiento en el conocimiento de Dios. ¿Cómo darte cuenta de esto? La respuesta está si empezamos por el final del versículo “creciendo en el conocimiento de Dios”. ¡Es importantísimo que conozcas de Jesús, qué hizo, qué quiere de ti y qué tiene para ti! Conforme vas conociendo la vida de Jesús y entiendes que es el modelo a seguir, tus ojos se van abriendo a aquellas andadas que NO son dignas del Señor, tu corazón empieza a discernir sobre lo que agrada y NO agrada a Dios y como consecuencia de esta nueva perspectiva de las cosas, tu vida cambia y comienza a dar fruto en toda buena obra, la obra que es para Dios.
No es fácil cambiar o reconocer errores, sin embargo Jesús no quiere que vivas así. Él trajo una nueva esperanza a tu vida una nueva forma de andar y de llevar fruto.
Hoy quiero animarte a que reflexiones por un tiempo tus “andadas”; en qué áreas de tu vida agradas al Señor y en cuáles no. Pregúntate “¿doy fruto? ¿Estoy aprendiendo más de Cristo?”
Te quiero volver a animar a que hagas esto. No lo dejes pasar. Muchas veces leemos de la Biblia, escuchamos lo que Dios dice y lo hacemos a un lado, pensamos que ese tema no es para nosotros, creemos que estamos bien y que no hay necesidad de autoevaluarse. Es el mejor autoengaño.
Qué mejor, que llevar una vida que sea digna, que agrade a Cristo y que te puedas gozar viendo los frutos que esta nueva vida lleva. Crece en el conocimiento de Dios. No menosprecies la Biblia y adéntrate en ella. Al final, ¡tú serás el beneficiado!

Oración
Señor: quiero cambiar mi vida. Quiero llevar una vida que te agrade, sea digna y lleve fruto. Dame entendimiento para conocer más de Ti y de cómo quieres que transforme mi vida para que sea agradable a Ti. Te doy gracias por tus palabras y el amor que tienes sobre mí. Transfórmame. En Cristo Jesús te lo pido.
Amén

22 sept 2008

Hebreos 6:12

A fin de que no os hagáis perezosos sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.




La paciencia. Excelente atributo de aquellos que logran alcanzarla. Para mí, la paciencia no es algo que se me facilite. Yo soy de los que dicen “quiero tener paciencia… ¡pero ya!”.
En este versículo no se está haciendo referencia a la paciencia con la gente, por el contrario está recordándonos que también se debe tener paciencia para recibir las promesas de Dios. En el versículo 15, habla de cómo Abraham esperó la promesa y la alcanzó.
Dios tiene muchas promesas en su palabra para que sean cumplidas a lo largo de nuestra vida. Promete ocuparse de nosotros, escucharnos, llevarnos con Él cuando fallezcamos, consolarnos, animarnos, bendecirnos, prosperar nuestro camino, tener pensamientos más altos que los nuestros, y así la lista podría abarcar muchas hojas escritas.
Pero si Dios pone sus promesas y las va a cumplir, ¿para qué se escribe este versículo y muchos otros más que hablan de la paciencia? Dios te creó. Te conoce a la perfección. Como se dice coloquialmente “sabe de qué pie cojeas”. El Señor sabe lo difícil que es para nosotros esperar en sus promesas que NO vemos. Sabe que somos desesperados y que muchas veces se caen nuestras ganas de seguir adelante porque no vemos un camino. “A fin de que NO os hagáis perezosos”, cuando las cosas no salen bien o al parecer no tienen un impacto inmediato, es muy fácil que te desanimes y dejes de poner el mismo ánimo que tenías. De la misma forma pasa con las cosas de Dios. Escuchas acerca de sus promesas, te emocionas y sales corriendo, después te topas con momentos difíciles y empiezas a dudar de que esas promesas sean para ti. Disminuyes tu velocidad pues ya no estás tan seguro de lo que pueda venir e incluso piensas que puedes estar equivocado. ¿Te ha pasado? ¿Te sientes así? ¡Es muy común! No te sientas como bicho raro. Lo que debes aprender el día de hoy es que aquellos que han sido ejemplo y han logrado recibir las promesas de Dios en sus vidas es porque fueron PACIENTES. Hay una canción que dice “sendas Dios hará, donde piensas que no hay”. Es una gran manera de recordar que la paciencia en Dios es activa y no pasiva, tú esperas y Dios trabaja.
Lo que hoy quiero que recuerdes y grabes en tu corazón es que las promesas de Dios SE CUMPLEN, lo que a ti te corresponde es trabajar en ser paciente y dejar que Dios sea el que trabaje en cumplir con su promesa. Aunque parezca que todo está muy difícil y complicado y que no tiene solución, insisto, ten paciencia y deja que el Señor se encargue.

Oración
Padre: necesito de ti. No tengo paciencia. Te pido que trabajes en mi corazón y en mi mente para poder entender que Tú eres poderoso sobre todas las cosas y que cumplirás con tus promesas en mi vida. Perdona que dude de Ti. Quiero vivir con paciencia y heredar lo que tienes para mí. Te pido que me escuches en el nombre de Jesús
Amén

19 sept 2008

Mateo 7:9-11

¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Recuerda que en el evangelio de Juan capítulo 1 versículo 12 dice que aquellos que recibieron a Jesús y creen en Él, se les da el derecho de ser llamados hijos de Dios. Si tú has hecho lo anterior, eres hijo de Dios.
Este versículo es para recordarte lo mucho que te ama el Señor. A veces es difícil entenderlo o recordarlo, el día a día te consume tus fuerzas y se te olvida darle tiempo a Dios. No permitas que tu trabajo, tus necesidades, problemas o alegrías te alejen de Cristo, por el contrario aprende a encaminarlas a Él.
Me encanta este pasaje. Me da paz recordar el amor que tiene Dios para mi.
Cuando Jesús utiliza como símbolo a los padres humanos, permite que todos comprendan lo que quería expresar. Simplemente piensa por un momento las características de un Padre. Son de entrega total. En este año he tenido la oportunidad de compartir varios nacimientos. En todos ellos veo a los padres felices pero también cansados. Probablemente cada dos horas tienen que estar dándole de comer al bebé, cambiar pañales, etc. Prácticamente los padres no tienen tiempo para ellos mismos.
Entonces, al hacer analogía con este principio de cuidado humano, Jesús lo lleva a un nivel sobrenatural diciendo: cuánto más vuestro Padre que está en los cielos.
Piensa en Dios. Ahora, ese mismo Dios te está poniendo atención. Quiere escucharte. Te está dedicando mucho más de un tiempo cada dos horas. Él no necesita descansar, está disponible para ti las 24 horas al día y los 365 días del año.
Es triste pero muchas veces le reclamamos a Dios.
Tal vez no entiendas tu situación ahora, pero puedes y debes entender que Dios no te va a dar una piedra en lugar de un pan ni una serpiente en lugar de un pescado. Dios tiene cuidado de ti y de mi. Lo que pidamos conforme a su voluntad lo dará.
Él se encargará de que tengas alimento, techo y abrigo.
¡Tú encárgate de obedecerlo!
Vuelve a leer el pasaje con detenimiento y medita en el amor expresado de Jesús hacia ti. No permitas que se te olvide.

Oración
Dios: gracias por amarme tanto. Gracias por hacerme entender que Tú ves por mi bien. Perdona mis reclamos y falta de entendimiento. Permite que vea lo que me has dado y no lo que has quitado. Quiero vivir agradecido y confiado en que no me darás nunca una piedra en lugar de pan. Ten cuidado de mí Señor.
Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

17 sept 2008

NVI Filipenses 2:4


Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.


En esta carta a los filipenses, Pablo está dando instrucciones de cómo deben comportarse aquellos que aman a Dios. Se establece un principio esencial en el cual se distinguen los que dicen creer en Dios e incluso amarlo pero no hacen nada para obedecerlo, versus sus contrapartes que aman a Jesús y SIGUEN sus pasos con obediencia.
Honestamente me parece imposible estar viendo por los intereses de los demás. Tal vez por un tiempo está bien, o por aquellos seres muy cercanos se nos pueda facilitar pero estar en constante observación de las necesidades de los demás lleva mucha entrega y dedicación que, a mi punto de vista, no sale solo. Creo que esta forma de ser involucra el amor y la entrega a Cristo de tu vida. Se debe entregar la dirección de tus deseos a Dios y los tuyos quedan en segundo lugar. Pero esto de velar por los intereses de los demás sigue sonando muy difícil. La única forma en la que puedas lograr esto es en oración a Jesús, pidiendo que ponga en ti esas ganas y deseos para preocuparte por los intereses de los demás y que a través de su Espíritu Santo, pueda transformar tus sentimientos personales y egocentrismo, por uno colectivo.
Existen muchos dichos con respecto a dedicarte a tus cosas y no a la de los demás. Por ejemplo, hay aquellos que piensan que se pueden topar con los que les “das la mano y se toman el pie” y entonces estas personalidades ya empiezan a abusar de la ayuda que uno empezó a ofrecer y no es correcto. Otros piensan que si uno no ve primero por sí mismo, nadie lo va a hacer. También existe la teoría de aquel que piensa primero en los demás siempre le ven la cara de tonto. Aunque muchas veces son ciertas, el planteamiento y el propósito de velar por los demás es erróneo. Si en tu vida decides obedecer a Dios y cumplir con este mandamiento cambiando tus hábitos y deseos, podrás estar tranquilo que estás haciendo las cosas para Dios y no para ti ni para los hombres. Por esto, si una persona le das la mano y se toma el pie, no tendrá relevancia en ti pues estarás haciéndolo para Dios. De igual forma si te quieren ver la cara y aprovecharse de tu buena voluntad, NO está en ti el desquitarte ni estar evaluando cuando sí o cuando no vas a ayudar. Simplemente interésate por los demás por que eso agrada a Dios. Punto. No le busques más.

Oración
Señor: no es fácil lo que me pides. Tú sabes el trabajo que me cuesta soltarme y no estar pensando en mí o en que se vayan a aprovechar por ayudar de más. Hoy aprendí que debo cambiar y dejar de pensar en mí para pensar más en mi prójimo. Te pido que tu Espíritu transforme mi sentir para no seguir así. Quiero obedecerte y ser diferente y por eso oro a Ti en el nombre de Jesús
Amén.

Salmo 23:6

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.

En el hebreo, la palabra bien la podemos sustituir por palabras como alegría, beneficio, éxito, feliz, gozoso, etc. La palabra misericordia de igual manera podríamos sustituirla por amor, bondad, consolar, gracia, piadoso.
Analizando las diferentes palabras que se pueden utilizar para bien y misericordia, te ayuda a identificar que no se está refiriendo a que siempre le irá bien y que encontrará misericordia en la gente.
El bien y la misericordia son atributos de Dios.
Si lo vuelves a leer, te das cuenta que lo que está diciendo es que Dios estará con él TODOS los días de su vida.
Las personas quieren que les vaya bien en lo que hacen. Es raro que una persona busque estar en pleito con algún otro sin razón. El poder vivir con bien y misericordia son de las principales necesidades que tenemos como humanos, pero en lugar de buscar estos principios (o sea a Dios), se busca más al dinero, la fama, el poder político o el placer momentáneo. Por eso tenemos tantos problemas en este mundo. Existe gente que por alcanzar la fama desbarata cualquier clase de principio que pudo haber tenido, de igual manera se pueden ver aquellos que buscan poder.
Imagina por un momento a líderes políticos y personalidades reconocidas que transmitan amor, gozo, felicidad, gracia, bondad, consolación. ¡Suena imposible! ¡Esto es por que no lo están buscando de la manera correcta!
Date cuenta cómo son diferentes las cosas con Dios. Él tiene para ti todos los atributos anteriores y quiere que vivas en su casa. La palabra casa también puede entenderse como templo y como familia. Dios quiere que seas parte de su familia y que lleves una relación con Él.
El bien y la misericordia no llegan con un negocio exitoso, con ganarte la lotería, con encontrar una pareja, con vivir en otro lugar, con tener salud, con tener menos deudas, con tener otro jefe. El bien y la misericordia solamente pueden llegar a tu vida cuando eres parte de la familia de Dios, cuando vives en su casa y permites que Cristo viva en tu corazón.
No hay fórmula mágica para vivir así. La única forma es con Dios a tu lado.

Oración
Señor: hoy quiero pedirte que perdones mis pecados y vivas en mi corazón. Entiendo que he cambiado mis principios por seguir ideales que pensaba traerían bien y paz a mi vida pero han hecho lo contrario. Hoy quiero que estés a mi lado y que tu amor y misericordia me acompañen todos los días de mi vida. Te pido que escuches mi oración en el nombre de Jesús
Amén

15 sept 2008

NVI Salmo 23:5

Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.


De algunos comentarios que leí, dicen que este versículo se refiere a nuestro tiempo en el cielo. El momento en el que Dios nos tenga en su presencia y llene de bendiciones. El día en el que nos tendrá a su lado, como sus hijos y donde no habrá necesidades (tendremos nuestras copas a rebosar).
Lo interesante es notar que nosotros no somos los encargados de hacer venganza contra aquellos que nos hicieron daño. En lugar de que David diga “me apoyaste para destruir a mis enemigos” dice “me llenaste de bendiciones frente a ellos”. Quiere decir que Dios se encarga de tus enemigos y no tú. Tú por el contrario debes de pedir por amar y regresar el mal con un bien. Sé que suena difícil y prácticamente ridículo, pero eso es lo que pide el Señor y eso es lo mejor para tu vida. Pide a Dios que ponga el perdón en tu corazón y trabaje en tus sentimientos para poder llevar a cabo esto que te manda. No permitas que las ganas de regresar el daño que te hicieron te roben el ser ungido con perfume en tu cabeza y que tu copa sea llenada a rebosar. Es muy fácil olvidar que de Jesús es el encargarse de los demás y no de ti.
Por otro lado es increíble ver el cuidado que tiene Dios de nosotros.
¡Imagina a Dios ungiendo tu cabeza con perfume y llenando tu copa a rebosar! ¡Que promesa tan maravillosa!
Hay una canción que siempre me pone la “piel chinita” cuando la escucho y se trata de lo que se sentiría el escuchar al Señor hablarnos. Dice que probablemente le haría llorar o reír pero que seguramente caería rendido ante Él. Sé que es difícil imaginar estas cosas y por ello normalmente me gusta enfocarme a la parte práctica de la Biblia, pero es necesario hablar de las promesas de Dios e imaginar el momento en que podamos estar en su presencia.
¡No hay nada mejor!
Deja por un momento todas tus preocupaciones y pensamientos. ¿Ya?
Ahora imagina lo que sería tener un encuentro con Dios. Imagina escuchar su voz; imagina a Dios sirviendo un banquete para ti; imagina al Señor ungiendo tu cabeza con perfume; imagina a Jehová llenando tu copa para que nunca te haga falta nada.
¡Qué más puedes pedir!

Oración
Padre: hoy te pido que pueda vivir confiado en tu palabra. Yo quiero tener esas promesas para mí. Te pido que no quiera yo vengarme del mal que me han hecho y te lo pueda entregar por completo, también te pido que hagas conmigo como hiciste con David y llenes mi copa a rebosar. Estoy ante Ti para que cambies mi vida y me muestres tus caminos. Oro a Ti en el nombre de Jesús
Amén

Salmo 23:4

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.


¿Cuándo debes reconocer que tienes miedo? Cuando entiendes que debes superarlo. David no se estaba haciendo el fuerte al decir que no temería de nada sino todo lo contrario. Lo que hizo fue reconocer su debilidad y su temor, pero en lugar de quedarse afligido y angustiado, supo que había alguien superior a él en quien podría confiar: Dios.
Creo que en general la vida está llena de valles de sombra de muerte. El problema es que tratamos de ocuparnos lo suficiente para no pensar en ellos o nos sentimos muy fuertes e inteligentes pensando que podemos solucionar las cosas que estén por venir. La verdad es que no puedes hacerlo.
¿Qué hacer cuando reconoces que tienes miedo? ¿Qué hacer cuando te encuentras en momentos que parecen valles de muerte? ¿Cómo salir de situaciones que no parecen tener resultados favorables? ¿Qué hago?
¿Te has hecho estas preguntas? Yo sí.
La respuesta está en el versículo. Necesitas a Dios. Pon atención a las palabras de David: tú estarás conmigo, tu vara y cayado me infundirán aliento. Ahora reflexiona sobre tus respuestas cuando estás en momentos difíciles. Normalmente lo que escucho en las calles es que necesitas cosas como hacerte una limpia, leerte las manos o cartas, tener terapias con psicólogos o psiquiatras, tomar unas vacaciones, tomar medicamentos, etc. para salir de tus problemas.. La Biblia enseña que necesitas reconocer que tienes miedo, reconocer que eres débil, reconocer que has hecho mal las cosas y que necesitas de Dios. Cuando das este primer paso, el segundo es el mejor de todos, Dios aparece con sus brazos abiertos y llenos de amor, listos para abrazarte. En este momento es cuando comprendes que David tenía razón al escribir que no temería de ningún mal ni valle de muerte. Dios está contigo. No necesitas más.
Hay dos formas de vivir tu vida: 1. Con Dios. 2. Sin Dios.
David utiliza símbolos que para él eran muy fáciles de entender: el cayado y la vara. Tengo entendido que las ovejas tienen una visión muy corta y se guían a través del cayado del pastor. Por otro lado, la vara era utilizada para defender a las ovejas de otros animales. Si juntamos estos símbolos te puedes dar cuenta cómo veía y sentía David a Dios. Sabía que debía seguirlo y permanecer cerca de Él, además, sabía que no podría defenderse de amenazas externas y que debía vivir confiado en la vara de su pastor.
Día a día te encuentras con noticias difíciles y momentos duros, yo los llamaría “valles de sombra de muerte”. Situaciones que no te gustaría atravesar pero lo estás haciendo. Hoy te recomiendo que hagas caso al ejemplo de David. Reconoce a Dios. Permanece cerca de su cayado y descansa.

Oración
Padre: perdona mis pecados. Te necesito. Es difícil llevar una vida sin ti y no quiero seguir así. Te pido que traigas aliento a mi vida y pueda vivir cerca de Ti. Dame fe para vivir confiado en que Tú me proteges y trae paz a mi vida.
Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

12 sept 2008

Salmo 23:3


Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor a su nombre.


¿Qué significa confortar? Según la Real Academia Española, tiene el siguiente significado: dar vigor, espíritu y fuerza; animar, alentar y consolar al afligido.
Te voy a contar algo de mi forma de ser. Me gustan los retos. Me encanta tener un proyecto nuevo y comenzar diferentes actividades. El problema es que después de un tiempo, ya no son nuevas y me empiezo a aburrir o a buscar otras cosas. Cuando pasa esto, empiezo a pensar en qué puedo hacer para que me vuelva a emocionar y que pueda disfrutar lo que hago. Al final termino acudiendo a Dios y le pido que CONFORTE mi alma. Necesito que me anime, me aliente y le de fuerza a mi espíritu. Me hace entender que Él tiene un propósito más grande que el mío y que debo de DISFRUTAR lo que ahora me permite hacer. También Dios conforta tu alma en múltiples situaciones. Lo que tú debes hacer es meditar sobre los momentos en que te has sentido desanimado, desalentado, afligido y sin fuerzas. ¿Qué has hecho cuando te has encontrado con estos sentimientos? ¿A qué medios has acudido para resolverlo?
Cuando tu forma de resolver las diversas situaciones NO es acudiendo a Dios, tienes un alto nivel de probabilidad de que tus resultados NO sean satisfactorios. Además, también es muy probable que las consecuencias de tus decisiones incorrectas sean más agravantes. Por esta razón, cuando David escribe este Salmo, entiende que las cosas llevan un orden y las soluciones no se dan al aventón o sin ninguna estructura. Si lo piensas, ahora que fueron las olimpiadas, ningún atleta llegó ahí sin haber entrenado por años y SACRIFICADO muchas otras cosas que les hubiera gustado hacer. De la misma forma, debes entrenarte. Deja a un lado lo que quieres hacer y pon primero lo que Dios quiere que hagas. De esta forma podrás acudir a Dios para: número uno, confortar tu alma y número dos, poder continuar por el camino correcto que son las sendas de justicia que tiene preparadas para ti. Este es el orden.
Las sendas de justicia son caminos que Dios quiere que recorras. Es una manera de vivir que agrada al Señor y tú eres el principal beneficiario de esta obediencia. Pero ir por las sendas de justicia NO es fácil. Dejar tus vicios cuesta trabajo. Alguna vez has podido decir “dejo de hacer esto o dejo de pensar de esta forma” y ¿se acabó? ¿Nunca más volviste a tener problemas? Ojalá y así fuera conmigo pero NO lo es. Por el contrario en repetidas ocasiones necesito ir con Dios para que CONFORTE mi alma, para que me ALIENTE y recupere mis fuerzas, para entregarle mis preocupaciones y dejar de vivir afligido, para RECORDAR que debo corregir mis caminos y regresar a sus sendas de justicia.
Si existe un buen propósito que la gente pueda tener en su vida diaria, este sería uno excelente: Que Dios conforte mi alma y me guíe por sus caminos de justicia.
Apréndetelo.

Oración
Señor: necesito que confortes mi alma. Tú conoces mi situación y yo quiero que traigas ánimo, consuelo, fuerzas y aliento a mi vida. Corrige mi vida pues quiero caminar tus sendas de justicia. Te lo pido en el nombre de Jesús

Amén